En todo el país se vienen realizando campañas para canalizar la ayuda a los colombianos afectados por este invierno tan intenso. Según el gobierno son más de un millón trescientas mil las personas afectadas, en el caso del Cesar, según las cifras oficiales, se habla de unas veintidós mil personas.
Es la hora de ponerse la mano en el corazón y en el bolsillo para apoyar a tantas familias, a tantas personas, incluyendo miles de niños y ancianos, afectados por esta tragedia que ha originado esta ola invernal y para la cual, insistimos, el país no estaba preparado.
En el departamento, en buena hora la Gobernación ha organizado, junto con otras entidades públicas, empresas privadas y varios medios de comunicación local, incluyendo el diario EL PILÓN, la llamada “Ola de la Solidaridad”, para canalizar esa ayuda que requieren esos habitantes del Cesar que lo han perdido todo.
A esa “Ola Solidaria por el Cesar” se han unido la Cruz Roja Seccional Cesar, la Defensa Civil, el Ejército, la Policía, la Gobernación del Cesar, empresas como Carrefour, Distanco S.A., y los medios de comunicación como RPT Noticias, Maravilla Stereo, Radio Guatapuri, RCN Radio, Diario El Pilón, La Voz del Cañaguate, Canal 12 de Telmex y Cejes Vallevisión.
En la misma Plazoleta de la Gobernación, y hasta el 3 de diciembre, en otros puntos de la ciudad y en algunos municipios del Cesar, está un personal con el fin de recoger mercados, principalmente alimentos no perecederos, insumos y material de aseo, entre otros, que requieren con urgencias estas familias.
Insistimos, esta esa la hora de ser solidarios con tantos paisanos y hermanos del Cesar que requieren de la ayuda de todos, en estos momentos de angustia donde los recursos oficiales no son suficientes y muchas veces se demoran en llegar. Un mercado, un aporte en dinero y en otros de los elementos antes mencionados no empobrecen a nadie, pero sí alivia y ayuda a los damnificados por la ola invernal.
Nuevamente volvemos a invitar a nuestros anunciantes, lectores y suscriptores, colaboradores y amigos, en general, a colaborar con esta noble causa que nos involucra a todos.
Adicionalmente, se ha dispuesto la apertura de una cuenta bancaria para recibir las ayudas de quienes prefieren hacerlo con dinero en efectivos. Estamos seguros que, al igual que en otras ocasiones, y a pesar de la demora los habitantes de Valledupar y el Cesar van a responder a este llamado a la solidaridad.
¿Una burla a la justicia?
Los colombianos no salen de su asombro ante el curso que están tomando los acontecimientos relacionados con la solicitud y otorgamiento de asilo realizada ante el gobierno de Panamá por la ex directora del DAS, María del Pilar Hurtado.
Nos preguntamos, con todo respeto, ¿Si no se trata de una burla a la justicia colombiana?, cuando esta señora es parte de una investigación tan importante como es el tema de las interceptaciones telefónicas ilegales a los magistrados de la Corte Suprema y otros altos tribunales, a líderes políticos de la oposición, a periodistas críticos frente al régimen, etc.
Es evidente que esta señora no es una perseguida política, por el contrario fue ella quien participó en persecución política contra líderes del Polo Democrático, del Partido Liberal y hasta de dirigentes de la coalición del anterior gobierno.
Insistimos en que nos parecen muy sospechosas las circunstancias que han rodeado esa solicitud y otorgamiento de asilo otorgado por el gobierno del país Panamá.
En este caso, el gobierno del Presidente Santos ha sido muy prudente y diplomático, valga la redundancia; pero, también en la diplomacia las cosas tienen un límite. Colombia debe insistir ante el gobierno del Presidente Ricardo Martineli de Panamá, para que reconsidere su decisión, por cuanto la misma afecta el funcionamiento de la justicia de un país hermano, como es Colombia. Por lo menos se debe explorar, con carácter urgente, la solicitud de repatriación de esta ciudadana y adelantarse a impedir que se le de este mismo tratamiento a los funcionarios del gobierno del Presidente Uribe que tuvieron que ver con este grave problema de violación de derechos elementales, como los que ocurrieron en el caso que hoy se ha llamado periodísticamente las “chuzadas”, traten de hacer lo mismo que esta ex directora del DAS.