Por orden del Secretario de Educación Municipal, los maestros serán elogiados el próximo viernes, lo que mantuvo de mal genio a los docentes del CASD ayer.

Ayer, los estudiantes de las instituciones públicas de la ciudad, celebraron en las aulas de clases el Día del Maestro, aunque la conformidad no fue total para los formadores quienes tuvieron que dar clases normales, sin recibir ningún elogio en su día por parte de la secretaría de Educación Municipal y todo por orden del secretario de Educación, que puso en una tarea incómoda a los rectores que tuvieron que soportar la ‘mala cara’ y el sarcasmo de los formadores.

Una evidencia de dicha inconformidad se vio en el Centro Auxiliar de Servicio Docente CASD, donde la ‘mala educación’ de los docentes se pudo medir con el comportamiento caprichoso de los adolescentes; quienes ante su mal genio por no ser elogiados en su día, negaron a los medios de comunicación, hablar acerca de su labor, para escribir positivamente de la ardua tarea que afrontan en sus tareas diarias.

Durante conversaciones con el secretario de Educación Municipal, Julio Cesar Barrios, este manifestó que la celebración del día del Maestro fue aplazada porque ayer se realizó en el concejo Municipal  la presentación y aprobación del Plan de Desarrollo para la Educación y que este es el paso más importante no sólo para la Secretaría, sino para la calidad educativa que es de competencia de todos los docentes.

Ante la fecha postergada, el Secretario informó que el próximo viernes 25 de mayo se realizará la celebración con bombos y platillos como se lo merecen y ante la reacción de los docentes, respondió sorprendido y de puertas abiertas ante la labor que desarrollan los medios para mostrar las vivencias del pueblo.

El rector del CASD Robinson Fernández afirmó que la ‘mala cara’ de los docentes le tocó aguantarla desde temprana hora de la mañana, ya que tomaron la orden del secretario de Educación, como una decisión caprichosa e interna del Centro, mientras que la Coordinadora de Convivencia, trataba de bajar los ánimos ante el disgusto de los profesores, que luego de que sonara el timbre para el inicio de las clases, permanecieron varios minutos sentados en la sala de profesores, como señal de protesta ante la inconformidad.