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El Vallenato - 7 abril, 2018

En un acordeón de dos hileras nació ‘La gota fría’

El compositor y excoordinador de Sayco, Alberto Murgas, señala que Carlos Vives no tiene ningún inconveniente para interpretar la canción en el Festival Vallenato y ningún otro escenario del mundo.

Emiliano Zuleta Baquero murió en Valledupar a sus 93 años, es el compositor de ‘La gota fría’ y de muchas canciones que hoy en día son clásicos del vallenato.
Emiliano Zuleta Baquero murió en Valledupar a sus 93 años, es el compositor de ‘La gota fría’ y de muchas canciones que hoy en día son clásicos del vallenato.

Una nueva polémica se centra sobre ‘La gota fría’. Primero fue el episodio que generó la creación y dedicación de Emiliano Zuleta Baquero para Lorenzo Morales, por allá en 1938, cuando se enfrentaron en un duelo de acordeoneros.

Pero fue dos años después, en 1940, cuando la interpretó y la grabó Guillermo Buitrago, con el nombre ‘Qué criterio’. Luego, en 1969, Alfonso López Michelsen la tomó para un debate en el Senado para enfrentar a un senador de la oposición.

Lea aquí también: Lío jurídico impediría que Carlos Vives cante ‘La gota fría’

Sirvió para todo, dice el compositor Alberto Murgas, quien narra que la obra “se convirtió en el paradigma de la música vallenata porque es la obra universal por excelencia. Las generaciones siguientes a Emiliano Zuleta tuvimos la fortuna de que él se hubiera inspirado con esa obra porque nos abrió los espacios mentales y musicales a los demás compositores”.

Tan grande que después de muerto, ‘La gota fría’ enfrenta un debate jurídico que tiene apartado a Carlos Vives, quien la grabó en 1993 en ‘Clásicos de la Provincia’ y la llevó de tal manera que más de 60 grabaciones se hicieron en distintos países.

“Le salieron a Emiliano Zuleta tonalidades en un acordeón tan pequeño como uno de dos hileras, eso me lo manifestó él a mí, aunque después con el tiempo se precisó mejor. La obra es un tono menor, que hace todo el recorrido musical de lo que tiene que ver con el espectro de la música. La hizo en tono menor, para pasarlo a mayor y relativo: eso es de suma importancia para el vallenato”, indica Murgas.

Pero como Guillermo Buitrago, ‘Beto’ Murgas dice que después salieron otras versiones especiales como las de Nicolás Elías ‘Colacho’ Mendoza y por supuesto, la de Ismael Ruda con Daniel Celedón, que es una de las mejores hechas por la manera de interpretación del acordeón.

Alberto Murgas, excoordinador de la Sociedad de Autores y Compositores (Sayco), manifiesta que la anécdota más grande de ‘La gota fría’ pasó por sus manos.

“Cuando Julio Iglesia graba la canción, yo trabaja en esa época como coordinador regional de Sayco, y me enviaron desde España un documento para que yo hablara con Emiliano Zuleta y lo convenciera de que lo firmara con el fin de que por la producción de la obra a él le dieran un 25 % de lo que produjera la obra. Emiliano fue a la oficina y le dije que a ojo cerrado lo firmara. Finalmente la grabó Julio Iglesias en cinco idiomas y comenzaron a llegar regalías de Polonia, Rusia, Japón y muchos países donde la canción sonaba”.

‘La gota fría’ es un recorrido e ilustración pintoresca de una población afrodescendiente, que en síntesis es Los Cardonales de Guacoche, un corregimiento de Valledupar que fue fundado por palenqueros y africanos. También es una ridiculización a “un indio chumeca como Lorenzo Morales”.

“Acordáte Moralito de aquel día en que te fuiste de Urumita y no quisiste hacer parranda”, dice el autor en la línea con la que inicia la canción.

¿Vives puede cantar la canción?

Según Alberto Murgas, “Carlos puede cantar la obra donde quiera porque ya está firmada, aunque Emiliano Zuleta se haya muerto”.
Señala que bajo la Ley 23 del 82, en el artículo 11, “dice que son los herederos tienen derecho a usufructuar la obra y ahora nadie puede decir que no la cante, los únicos son los herederos del ‘Viejo Emiliano’. En Sayco aparece la obra y Sayco tiene un contrato de reciprocidad como con 160 países del mundo, eso no tiene ningún problema. Además Carlos está haciendo una comunicación pública de la obra y eso lo maneja Sayco a través de la ejecución pública que hacen en los espectáculos. El único que tiene la facultad para prohibir o autorizar la ejecución de la comunicación de su obra es el compositor, no es más nadie”, recalca Murgas.

En una reciente noticia, la hija de Emiliano Zuleta Baquero, María, le dijo a EL PILÓN que un hombre dice ser apoderado de los derechos de regalías del exterior que mantenía el sello Prodemus y ahora pide unos 25.000 dólares para autorizar su interpretación a Carlos Vives.
Pero el abogado de la familia Zuleta, Álvaro Morón Cuello, manifestó que Emiliano Zuleta firmó en 1976 y 1994 contratos que se interpretan como “un simple mandato de administración de regalías y de ninguna manera podría determinarse como una cesión de los derechos patrimoniales. Este contrato lo armó con Prodemus Ltda., que hoy en día es una empresa liquidada totalmente, y crearon una nueva sociedad que se llama Prodemus SAS, que es la que recauda las regalías de ‘La gota fría’”.

El compositor

Emiliano Zuleta Baquero era dueño de una finca en la que sembraba café y caña de azúcar, eran 10 horas que empleaba montado sobre una mula para llegar al sitio partiendo desde Villanueva. La carretera era un sueño de aquellos niñitos que solamente conocían la selva, los arroyos del camino y algunas calles empedradas del pequeño municipio.

“Mis padres dedicados al cultivo del café y la caña de azúcar tenían una fábrica para hacer panela, también tenían ganado, era un terreno mixto. De esa manera nos levantaron, acostumbrándonos al campo. Mi papá me enseñó a trabajar muy duro, porque teniendo yo quizás cinco, seis o siete años me dicen que nos levantaba a las 3:00 de la madrugada a moler caña; todo el día sembrábamos café, plátano, malanga, arracacha y cebollín”, rememora Tomás Alfonso ‘Poncho’ Zuleta. Zuleta Baquero fue un campesino que con el pasar de los días aprendió a tocar acordeón, a componer canciones y versos, así fue como hoy en día dejó la huella de una dinastía, la dinastía Zuleta Díaz.

Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
carlos.jimenez@elpilon.com.co

El Vallenato
7 abril, 2018

En un acordeón de dos hileras nació ‘La gota fría’

El compositor y excoordinador de Sayco, Alberto Murgas, señala que Carlos Vives no tiene ningún inconveniente para interpretar la canción en el Festival Vallenato y ningún otro escenario del mundo.


Emiliano Zuleta Baquero murió en Valledupar a sus 93 años, es el compositor de ‘La gota fría’ y de muchas canciones que hoy en día son clásicos del vallenato.
Emiliano Zuleta Baquero murió en Valledupar a sus 93 años, es el compositor de ‘La gota fría’ y de muchas canciones que hoy en día son clásicos del vallenato.

Una nueva polémica se centra sobre ‘La gota fría’. Primero fue el episodio que generó la creación y dedicación de Emiliano Zuleta Baquero para Lorenzo Morales, por allá en 1938, cuando se enfrentaron en un duelo de acordeoneros.

Pero fue dos años después, en 1940, cuando la interpretó y la grabó Guillermo Buitrago, con el nombre ‘Qué criterio’. Luego, en 1969, Alfonso López Michelsen la tomó para un debate en el Senado para enfrentar a un senador de la oposición.

Lea aquí también: Lío jurídico impediría que Carlos Vives cante ‘La gota fría’

Sirvió para todo, dice el compositor Alberto Murgas, quien narra que la obra “se convirtió en el paradigma de la música vallenata porque es la obra universal por excelencia. Las generaciones siguientes a Emiliano Zuleta tuvimos la fortuna de que él se hubiera inspirado con esa obra porque nos abrió los espacios mentales y musicales a los demás compositores”.

Tan grande que después de muerto, ‘La gota fría’ enfrenta un debate jurídico que tiene apartado a Carlos Vives, quien la grabó en 1993 en ‘Clásicos de la Provincia’ y la llevó de tal manera que más de 60 grabaciones se hicieron en distintos países.

“Le salieron a Emiliano Zuleta tonalidades en un acordeón tan pequeño como uno de dos hileras, eso me lo manifestó él a mí, aunque después con el tiempo se precisó mejor. La obra es un tono menor, que hace todo el recorrido musical de lo que tiene que ver con el espectro de la música. La hizo en tono menor, para pasarlo a mayor y relativo: eso es de suma importancia para el vallenato”, indica Murgas.

Pero como Guillermo Buitrago, ‘Beto’ Murgas dice que después salieron otras versiones especiales como las de Nicolás Elías ‘Colacho’ Mendoza y por supuesto, la de Ismael Ruda con Daniel Celedón, que es una de las mejores hechas por la manera de interpretación del acordeón.

Alberto Murgas, excoordinador de la Sociedad de Autores y Compositores (Sayco), manifiesta que la anécdota más grande de ‘La gota fría’ pasó por sus manos.

“Cuando Julio Iglesia graba la canción, yo trabaja en esa época como coordinador regional de Sayco, y me enviaron desde España un documento para que yo hablara con Emiliano Zuleta y lo convenciera de que lo firmara con el fin de que por la producción de la obra a él le dieran un 25 % de lo que produjera la obra. Emiliano fue a la oficina y le dije que a ojo cerrado lo firmara. Finalmente la grabó Julio Iglesias en cinco idiomas y comenzaron a llegar regalías de Polonia, Rusia, Japón y muchos países donde la canción sonaba”.

‘La gota fría’ es un recorrido e ilustración pintoresca de una población afrodescendiente, que en síntesis es Los Cardonales de Guacoche, un corregimiento de Valledupar que fue fundado por palenqueros y africanos. También es una ridiculización a “un indio chumeca como Lorenzo Morales”.

“Acordáte Moralito de aquel día en que te fuiste de Urumita y no quisiste hacer parranda”, dice el autor en la línea con la que inicia la canción.

¿Vives puede cantar la canción?

Según Alberto Murgas, “Carlos puede cantar la obra donde quiera porque ya está firmada, aunque Emiliano Zuleta se haya muerto”.
Señala que bajo la Ley 23 del 82, en el artículo 11, “dice que son los herederos tienen derecho a usufructuar la obra y ahora nadie puede decir que no la cante, los únicos son los herederos del ‘Viejo Emiliano’. En Sayco aparece la obra y Sayco tiene un contrato de reciprocidad como con 160 países del mundo, eso no tiene ningún problema. Además Carlos está haciendo una comunicación pública de la obra y eso lo maneja Sayco a través de la ejecución pública que hacen en los espectáculos. El único que tiene la facultad para prohibir o autorizar la ejecución de la comunicación de su obra es el compositor, no es más nadie”, recalca Murgas.

En una reciente noticia, la hija de Emiliano Zuleta Baquero, María, le dijo a EL PILÓN que un hombre dice ser apoderado de los derechos de regalías del exterior que mantenía el sello Prodemus y ahora pide unos 25.000 dólares para autorizar su interpretación a Carlos Vives.
Pero el abogado de la familia Zuleta, Álvaro Morón Cuello, manifestó que Emiliano Zuleta firmó en 1976 y 1994 contratos que se interpretan como “un simple mandato de administración de regalías y de ninguna manera podría determinarse como una cesión de los derechos patrimoniales. Este contrato lo armó con Prodemus Ltda., que hoy en día es una empresa liquidada totalmente, y crearon una nueva sociedad que se llama Prodemus SAS, que es la que recauda las regalías de ‘La gota fría’”.

El compositor

Emiliano Zuleta Baquero era dueño de una finca en la que sembraba café y caña de azúcar, eran 10 horas que empleaba montado sobre una mula para llegar al sitio partiendo desde Villanueva. La carretera era un sueño de aquellos niñitos que solamente conocían la selva, los arroyos del camino y algunas calles empedradas del pequeño municipio.

“Mis padres dedicados al cultivo del café y la caña de azúcar tenían una fábrica para hacer panela, también tenían ganado, era un terreno mixto. De esa manera nos levantaron, acostumbrándonos al campo. Mi papá me enseñó a trabajar muy duro, porque teniendo yo quizás cinco, seis o siete años me dicen que nos levantaba a las 3:00 de la madrugada a moler caña; todo el día sembrábamos café, plátano, malanga, arracacha y cebollín”, rememora Tomás Alfonso ‘Poncho’ Zuleta. Zuleta Baquero fue un campesino que con el pasar de los días aprendió a tocar acordeón, a componer canciones y versos, así fue como hoy en día dejó la huella de una dinastía, la dinastía Zuleta Díaz.

Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
carlos.jimenez@elpilon.com.co