El aporte a la paz del que podemos hablar en medio de tantos altibajos del proceso iniciado en La Habana y firmado en Colombia es la que representan, específicamente, los excombatientes que viven en la vereda Pondores, del corregimiento de Conejo, jurisdicción de Fonseca – La Guajira, y de los que habitan en San José de Oriente, jurisdicción de La Paz, Cesar.
Debemos revisar cada tanto el termómetro de un proceso al que le llueve de todo. Esta vez fue el exjefe de negociaciones, Iván Márquez, quien en un video de 12 minutos 12 segundos utiliza por lo menos la mitad para reprochar el actuar del presidente Iván Duque Márquez, al que señala de haber traicionado el Acuerdo de Paz. “Incurrimos en varios errores, como el de pactar la dejación de armas antes de asegurar el acuerdo de reincorporación política, económica y social de los guerrilleros”, dice Márquez en algunos de los partes más dicientes del video.
El pronunciamiento ha generado todo tipo de reacciones: opinión pública, Gobierno, opositores del proceso, promotores de él, entre otros, han dicho de todo ante lo que han considerado escandalosas declaraciones, y más teniendo en cuenta el desconocido pero latente número de excombatientes que podrían unirse a la disidencia de las Farc.
Pero no parece ocurrir en los Espacios Territoriales de Reincorporación y Normalización que hay en el Cesar y La Guajira, en donde se presentan, para la tranquilidad de todos, dos de los ocho procesos positivos de transición a la vida civil productiva que hay en la actualidad. De 26 ETCR que nacieron desde hace dos años hoy solo quedan 23, y 8 de ellos se mantienen poblados y produciendo. Los nuestros están incluidos.
Algunos de los antiguos combatientes rasos se llevaron a sus familias a Pondores, por esto hay alrededor de 320 personas según ha manifestado la Misión de Observación de la ONU; en su momento llegaron 270 exguerrilleros. Lo mismo ocurrió con el ETCR de San José de Oriente, en donde la cifra inicial era de 260 excombatientes y hoy pasa de 320 personas que hacen una nueva vida en la zona rural, cabe destacar.
De esto EL PILÓN ha informado en varias ocasiones y hoy el panorama sigue igual pese a las declaraciones del líder Márquez transmitidas en video. En Colombia existen 320 proyectos productivos, por iniciativa de los excombatientes, que han podido materializar con apoyo de cooperación internacional y entidades como la ACR. La supervisión de la Misión – ONU ha sido clave. De manera que la paz, o el aporte a la construcción de paz que se ha gestado en esos lugares, sigue intacta, pues no parecen modificar su propósito y menos a sabiendas de lo productivos que pueden llegar a ser: en Pondores, la cooperativa Coompazcol produce alimentos como yuca y plátano, y suministra la cosecha para el Programa de Alimentación Escolar en algunas escuelas de La Guajira, a través del Programa Mundial de Alimentos; tienen proyectos de ecoturismo, ebanistería, modistería, entre otros.
Según vemos, y pese a todas las dificultades, no fue un error dejar las armas.