Después de la incursión armada y del despojo, en 2012 la comunidad de El Toco inició el proceso de restitución con la Unidad de Restitución de Tierras, sin embargo, actualmente surgen algunas inquietudes acerca de la manera en que viene avanzando el proceso y el sentido reflejado en algunas de las sentencias proferidas desde el año 2013.

Es así como a través de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento, y el movimiento holandés por la paz – PAX Holanda, en compañía de la Asociación Comunitaria de Parceleros de El Toco (Asocomparto) hacen un llamado a las autoridades competentes sobre las inquietudes que han surgido frente a los procesos de restitución de tierras que se encuentran en curso.

Desde el inicio del proceso se han proferido seis sentencias de restitución a través de las cuales los jueces se han pronunciado en 12 casos de restitución. “Siendo absolutamente respetuosos de las motivaciones que han llevado a los jueces de restitución a fallar en este sentido, queremos manifestar que para la comunidad el alto número de decisiones de compensación ha generado preocupaciones en la medida en que, gracias al entramado colectivo su principal pretensión es la restitución de todos los parceleros de Asocomparto en el predio El Toco, y no una restitución dispersa y atomizada en predios diferentes, que agrava las rupturas y los daños colectivos ocasionados en el marco del conflicto armado”, así lo expresa PAX Holanda en un comunicado.

Su preocupación está relacionada con los casos en los que se ha decidido la restitución para los integrantes de Asocomparto, aseguran que las medidas de posrestitución se han implementado de manera lenta y desarticulada, lo que ha ido en contravía de las posibilidades de los integrantes de la comunidad de retornar a sus tierras con condiciones dignas y sostenibles.

“Instamos a que los fallos venideros tengan en cuenta las preocupaciones planteadas por la comunidad de parceleros en múltiples instancias y oportunidades y el proceso de restitución pueda responder efectivamente a la dimensión comunitaria del caso y al espíritu de reparación integral establecido en la Ley”, expresan.

Entre abril y mayo de 1997 se presentaron dos incursiones y una masacre por parte de grupos armados paramilitares, lo que llevó a que los parceleros de El Toco se desplazaran masivamente para proteger sus vidas.

Andreina Bandera / EL PILÓN
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