Con un niño en brazos, acalorada y al pie de la puerta de acceso al recinto en donde funciona el Sisbén en Valledupar, permaneció ayer durante varias horas, Katia Jiménez, una joven de escasos recursos, quien desde las 5:00 de la mañana llegó hasta el sitio para realizar el respectivo proceso para que su pequeño pudiera ingresar a la base de datos de la entidad y así acceder a los beneficios que otorga el Gobierno Nacional a las personas de escasos recursos.
Y aunque era evidente el esfuerzo esta habitante de la invasión Tierra Prometida, así como de otras personas provenientes de diferentes puntos de la ciudad, que aguantaron el inclemente sol en las afueras de las oficinas del Sisbén y tuvieron que devolverse a sus viviendas sin realizar los trámites pertinentes debido a que, según la información dada por los funcionarios, el personal que actualmente labora en el sitio es escaso.
La situación también perjudica a los residentes de la zona rural de la localidad, quienes de igual manera no obtienen respuestas positivas por parte de los funcionarios del Sisbén y retornan a sus casas, cabizbajo y enojados.
Al parecer, el problema radica en que varios empleados se quedaron sin contrato y por ello, la prestación del servicio es insuficiente. Situación que impide que tanto vulnerables, personas con problemas de salud y hasta estudiantes universitarios estén afectados.
“Tengo horas de esperar un turno y lo que me dicen es que tengo que regresar el lunes para que me puedan atender”, aclaró Katia Jiménez.
Por su parte, Katia Villazón, manifestó que su hermano, quien sufre de Hepatitis B, está padeciendo por que no ha podido reclamar la carta del Sisbén debido a que la funcionaria encargada de entregar el documento respectivo se encuentra ausente. Hecho que involucra el no poder ingresar a un centro médico y por ende reclamar sus medicamentos.
Existe desinformación por parte del Sisbén.
Otra de las quejas de los usuarios tiene que ver con la desinformación de la entidad hacia la ciudadanía, debido a que, según los afectados, ésta no informa sobre la falencia que se presenta, sino “que lo hacen esperar por horas a una o dos personas son las que atienden a tanta gente”.
Puntos de Vista:
Adolfo Bornachera- usuario del Sisbén
“Este es un paseo de la muerte, porque le dicen venga en 15 días, luego en un mes y se muere uno esperando el tiempo. Ya llevo varias veces viniendo y no me atienden. Lo peor es que no hay empleados por que se les venció el contrato”
Diana Martínez – estudiante de Derecho
“Estoy muy afectada por que el retraso de la atención implica el comienzo de semestre, porque no me puedo matricular hasta no renovar mis papeles”
Por MERLIN DUARTE