Estadísticamente no sabemos cómo estamos si no nos comparamos con alguien similar bajo el mismo estándar. A priori algunos dirán que estamos bien, otros dirán lo contrario, pero mientras no se haga la medición comparada, no lo sabremos. La incidencia de una pandemia se mide en millones o por cien mil habitantes o en porcentajes o en cualquier otro indicador convenido. Una pandemia tiene dos elementos básicos, la tasa de contaminación y la de muertes por contagiados.
El primero es de tipo mecánico y su tasa de propagación está sujeta a controles nacionales e internacionales como cercos o cuarentenas; también influye la cultura, civismo y disciplina de los nacionales. Son más propensos a altos contagios los países que tienen mayores volúmenes de pasajeros nacionales e internacionales. El segundo, que es el más importante, obedece para su control, a la capacidad clínica y médica instalada, a la mística y al compromiso del equipo humano que ha de controlar al paciente. Se supone que los países más desarrollados podrían tener mayor capacidad de control de la enfermedad pero lo que hemos visto no es de mucha lógica.
Países como EE.UU, Francia, Reino Unido, Italia y España, no han sido los mejores ni en las tasas de contagios ni en letalidades. En América, México es el campeón en letalidad, 11.7 %; le siguen Canadá con 8 %, Guatemala 4.15 % y EE.UU 4 %. Es curioso que Nicaragua y Costa Rica tengan tasas de letalidad de 0.39 %. Según la U. de Johns Hopkins, expresado en muertes por millón de habitantes, Bélgica es el líder con 85.6, seguida por EE.UU con 41.2; en este ranking de 19 países también se encuentran Chile, Ecuador, Perú y Panamá con 20.7. Colombia no figura allí pero tiene una letalidad en ese indicador de 10.5.
Estas cifras todas se hacen con corte a 12/07. En esto son muchas las cosas que hay por investigar; p.ej., Suecia tiene una letalidad 2.6 veces la de Noruega, dos regiones similares étnica, cultural y científicamente; Rusia con casi ochocientos mil contagios, tiene una letalidad de 1.6 %. La de Colombia, país tercermundista, es 3.7 %, inferior a la de la mayoría de los países de la Comunidad Europea. La tasa de contagio mundial promedia es 0.164 % y la de muertes sobre los contagiados 4.4 %; estamos por debajo de la media mundial. Pero no es para festejar, la situación es crítica e impredecible.
Y, ¿cómo andamos en el Cesar y Valledupar? A la fecha citada, en el departamento se habían contagiado 1.505 personas, esto es, el 0.125 % y en Valledupar 969 que representan el 0.18 % de su población. Respecto a la letalidad, ambos entes tienen una letalidad del 2.2 %, inferior a la media nacional. Las cosas no son color de rosas como las ve el gobierno pero no tan malas como diría la crítica. A las regiones, en promedio, les ha ido mejor que a la nación, las políticas nacionales han sido más economicistas que sanitarias, mucho discurso y poca creatividad; ahora se le quiere endilgar la responsabilidad a las regiones, es como lavarse las manos. No se debe pontificar, el alcalde de Cali ha hecho una propuesta clínica no descartable.