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Editorial - 11 junio, 2021

En Boquerón esperan más que promesas

La principal conclusión de la audiencia citada este jueves por el representante Cristián José Moreno fue que los compromisos establecidos con el corregimiento de Boquerón, del municipio de La Jagua de Ibirico, el pasado 16 de febrero, quedaron en el papel, o en palabras, realmente. Poco o nulo fue el seguimiento que se le hizo […]

La principal conclusión de la audiencia citada este jueves por el representante Cristián José Moreno fue que los compromisos establecidos con el corregimiento de Boquerón, del municipio de La Jagua de Ibirico, el pasado 16 de febrero, quedaron en el papel, o en palabras, realmente. Poco o nulo fue el seguimiento que se le hizo a las promesas que firmaron  las autoridades. 

Ese día caluroso de febrero,  como nunca en los últimos 10 años, a excepción de épocas de campaña electoral, camionetas  y funcionarios públicos recorrieron las calles polvorientas del corregimiento minero. En ese encuentro entendieron los habitantes  que en Boquerón no habría reasentamiento, sino que el futuro de 400 familias estaba en esa tierra otrora afectada por la explotación minera de carbón. 

Entonces inició la espera para que cada una de las promesas que ese día se anunciaron con bombos y que además conquistaron aplausos, llegaran al corregimiento. Pero no fue así. En Boquerón, el discurso no pasó a la acción. 

Por eso, intentando que la audiencia de este jueves no quede en palabras, se firmó un acta de compromisos con actividades para cada una de las autoridades. El primer paso, y quizás el más fundamental, será materializar el Plan de Manejo Socioeconómico  de Boquerón, que consiste en la inversión que deben realizar Prodeco, Drummond y CNR en la comunidad como retribución a todos estos años de explotación de carbón.

Esto es clave para sacar a esta población de la pobreza. Para evitar que sigan pasando hambre. Por eso, confiamos en que Prodeco, primeramente, dentro de la responsabilidad social, presentará un programa de inversión acorde con las necesidades de este territorio; confiamos, además, en que la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, ANLA, calificará y aprobará con rigor el plan de Manejo Socioeconómico que demanda Boquerón. 

Estamos hablando del futuro de casi 500 familias, la mayoría sin trabajo, pasando hambre, sin empleo, buscando que le retribuyan diez años de olvido y condena. 

Pero no, toda la responsabilidad no está sobre el sector privado. La deuda del sector público es aún más grande. Por eso preocupa que desde el mes de febrero no se haya hecho ninguna reunión para acordar y materializar todo lo que se prometió. ¿Qué pasó? ¿Todo quedó en discursos?

Insistimos, ojalá, confiamos, que esta audiencia sea una segunda oportunidad para las autoridades nacionales, departamental y municipal para cumplirle a Boquerón. Bajo su responsabilidad está la materialización de la estrategia ‘Boquerón avanza y emprende’, la cual consiste en una serie de inversiones y políticas de diferentes entidades en favor de las comunidades del corregimiento.

Durante el evento, el alcalde de La Jagua de Ibirico, Ovelio Jiménez, dio una noticia que esperanza y podría ser el primer paso para que Boquerón ingrese al siglo XXI: la construcción del acueducto y alcantarillado, una inversión de casi $9.000 millones, financiada por el Ocad Paz. Ojalá, esperamos, logre materializarse este proyecto que está en fase 3.

Deben aunar esfuerzos todos los sectores, sin distinciones, para que Boquerón no esté condenado a 100 años de pobreza y abandono. 10 ya fueron demasiados.

Editorial
11 junio, 2021

En Boquerón esperan más que promesas

La principal conclusión de la audiencia citada este jueves por el representante Cristián José Moreno fue que los compromisos establecidos con el corregimiento de Boquerón, del municipio de La Jagua de Ibirico, el pasado 16 de febrero, quedaron en el papel, o en palabras, realmente. Poco o nulo fue el seguimiento que se le hizo […]


La principal conclusión de la audiencia citada este jueves por el representante Cristián José Moreno fue que los compromisos establecidos con el corregimiento de Boquerón, del municipio de La Jagua de Ibirico, el pasado 16 de febrero, quedaron en el papel, o en palabras, realmente. Poco o nulo fue el seguimiento que se le hizo a las promesas que firmaron  las autoridades. 

Ese día caluroso de febrero,  como nunca en los últimos 10 años, a excepción de épocas de campaña electoral, camionetas  y funcionarios públicos recorrieron las calles polvorientas del corregimiento minero. En ese encuentro entendieron los habitantes  que en Boquerón no habría reasentamiento, sino que el futuro de 400 familias estaba en esa tierra otrora afectada por la explotación minera de carbón. 

Entonces inició la espera para que cada una de las promesas que ese día se anunciaron con bombos y que además conquistaron aplausos, llegaran al corregimiento. Pero no fue así. En Boquerón, el discurso no pasó a la acción. 

Por eso, intentando que la audiencia de este jueves no quede en palabras, se firmó un acta de compromisos con actividades para cada una de las autoridades. El primer paso, y quizás el más fundamental, será materializar el Plan de Manejo Socioeconómico  de Boquerón, que consiste en la inversión que deben realizar Prodeco, Drummond y CNR en la comunidad como retribución a todos estos años de explotación de carbón.

Esto es clave para sacar a esta población de la pobreza. Para evitar que sigan pasando hambre. Por eso, confiamos en que Prodeco, primeramente, dentro de la responsabilidad social, presentará un programa de inversión acorde con las necesidades de este territorio; confiamos, además, en que la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, ANLA, calificará y aprobará con rigor el plan de Manejo Socioeconómico que demanda Boquerón. 

Estamos hablando del futuro de casi 500 familias, la mayoría sin trabajo, pasando hambre, sin empleo, buscando que le retribuyan diez años de olvido y condena. 

Pero no, toda la responsabilidad no está sobre el sector privado. La deuda del sector público es aún más grande. Por eso preocupa que desde el mes de febrero no se haya hecho ninguna reunión para acordar y materializar todo lo que se prometió. ¿Qué pasó? ¿Todo quedó en discursos?

Insistimos, ojalá, confiamos, que esta audiencia sea una segunda oportunidad para las autoridades nacionales, departamental y municipal para cumplirle a Boquerón. Bajo su responsabilidad está la materialización de la estrategia ‘Boquerón avanza y emprende’, la cual consiste en una serie de inversiones y políticas de diferentes entidades en favor de las comunidades del corregimiento.

Durante el evento, el alcalde de La Jagua de Ibirico, Ovelio Jiménez, dio una noticia que esperanza y podría ser el primer paso para que Boquerón ingrese al siglo XXI: la construcción del acueducto y alcantarillado, una inversión de casi $9.000 millones, financiada por el Ocad Paz. Ojalá, esperamos, logre materializarse este proyecto que está en fase 3.

Deben aunar esfuerzos todos los sectores, sin distinciones, para que Boquerón no esté condenado a 100 años de pobreza y abandono. 10 ya fueron demasiados.