Cerca de cuatrocientas familias que habitan en el barrio 25 de Diciembre de Valledupar localizado a un costado de la malla vial del aeropuerto ‘Alfonso López’, se acostumbraron al estruendoso ruido de los aviones que entran y salen diariamente. Después de treinta años, aprendieron a convivir con esta situación y cuando pasan las aeronaves es como si nada.
A lo que no han podido acostumbrarse los habitantes de este barrio, es a una serie de necesidades en materia de prestación de servicios públicos y de inseguridad, que los mantiene preocupados y pese a las solicitudes reiteradas a las autoridades locales, ha sido imposible que obtengan una respuesta favorable.
A esto se suma que la fuerza pública no hace presencia permanente y la única calle pavimentada, es una avenida ancha que da acceso al terminal aéreo, que inicia desde la calle 44, diagonal al hospitalito ‘Eduardo Arredondo Daza’ por donde circulan a diario centenares de vehículos.
Este sector está rodeado por una de las invasiones más grandes en Valledupar: Emmanuel, donde la mayoría de las casas son de tablas, cartones, tela sintética y zinc, entre otros materiales.
El 25 de diciembre cuenta con un solo colegio que alberga a más de mil estudiantes de básica primaria y con un solo parque de recreación, que aunque es pequeño, se encuentra habilitado con todos sus juegos, para el sano esparcimiento de los niños y jóvenes que a diario se divierten al lado de sus padres tanto en el día como en la noche, pese a los brotes de inseguridad que impera en la zona.
La presencia de vándalos y consumidores de sustancias alucinógenas que llegan desde otros sectores aledaños, hacen que sus habitantes se abstengan de salir a la calle, por temor a ser víctima de estos delincuentes.
Las fluctuaciones, o bajas en el servicio de energía, es otro de los inconvenientes que sus habitantes vienen afrontando, y a pesar de que los operarios de la empresa prestadora del servicio solucionan las deficiencias que se presentan, desconocen el arreglo de los electrodomésticos que se dañan por las fallas en el servicio.
Puntos de vista
Tomás Ovalle Vidal, residente. Por este sector, atracan mucho y es poca la presencia de la Policía Nacional, para que frene el accionar de los delincuentes que se pasean de un lado a otro.
Julio Ospino Amaya, residente. Estamos preocupados por el alto número de jóvenes que se dedican al ocio y a consumir drogas. Queremos que haya mayor presencia de las autoridades locales.
Sixta Alonso Maestre, residente. Queremos más obras en el sector, para que haya desarrollo y se mejoren las condiciones de vida de estas familias pobres.