Por Basilio Padilla
Le quiero recordar al señor Gobernador la promesa que todos los candidatos a la gobernación hicimos en la ardua campaña pasada y esta fue la de preservar este sistema de becas para los más de 14.000 estudiantes que se benefician de esta ayuda. Creo que fue uno de los únicos temas en que todos coincidíamos y lo discutimos bastante en los más de seis debates que tuvimos. La discusión entonces era como mantener el flujo de recursos en caso de que las regalías no se hicieran efectivas. Recuerdo haber discutido estos temas con los funcionarios de la UPC que manejan este sistema y ellos se preocupaban porque los recursos no llegaban a tiempo y a veces eran insuficientes. El sistema de créditos se utiliza en países desarrollados, donde los estudiantes una vez que finalizan sus estudios prácticamente tienen trabajos garantizados.
Debo agregar que el Sr. Gobernador está en pleno derecho cuando una de las preocupaciones es que cuando algún estudiante abandona sus estudios, estos recursos que hubiese haber sido aprovechado por otra persona se pierdan, ya que sería difícil recuperarlos. Yo personalmente estudie la medicina en los E.U., con un sistema de crédito que comencé a pagar después de 8 años de estudio y especialidad. Había un interés bajo de 2%. Debo aclarar que existe un sistema “paralelo” de becas que daba la Universidad misma y créditos para todos los estudiantes que lo necesitaran en una alianza “bancos-gobierno”. Es decir prestamos emitidos por los bancos y garantizados por el gobierno. La diferencia es importante porque en esta forma los estudiantes de familias pobres y estratos más bajos se benefician de las becas y los de estratos altos de los préstamos.
A los estudiantes que recibían las becas en la mayoría de las veces el gobierno les exigía algún sistema de trabajo comunitario como por ejemplo a los médicos 6 meses de trabajos en las clínicas; a los abogados igualmente 6 meses de bufetes jurídicos de ayuda a los pobres, etc. Mi punto y mi análisis es que el sistema si se puede mejorar y modernizar, sin perjudicar la urgente necesidad de los estudiantes a futuro.
Siendo que el objetivo principal es la cobertura universal de la educación, tal como lo es en salud, se deduce entonces que hay que encontrar los métodos para que a nadie le falte una educación profesional o técnica. Incluidos aquí también los miles de jóvenes que pagan el servicio militar y luego no tienen la posibilidad de educación.
Es decir el estímulo del gobierno para estos jóvenes debe ser el de garantizarles la educación una vez que ellos paguen su servicio militar y aun antes. Para esto deben existir convenios claros con las universidades y que no se trate de 2 o más años, sino de 6 meses de servicio a la comunidad.
El sistema de codeudor, definitivamente no debe ser parte de ninguno de estos sistemas, ya que muy pocos encontraran quien les avale este tipo de deuda. Habiendo expuesto estos puntos mi recomendación seria continuar con el sistema como esta en estos momentos y luego organizar un grupo de estudio con participación de las universidades, estudiantes, gobierno departamental y reorganizar el sistema a futuro.
Los bancos, con sus altos niveles de ganancias también deben regresar a la comunidad parte de estas ganancias, creando sistemas de ayuda. Esto les mejoraría la imagen en las regiones, donde tanto se benefician con los ahorros y actividades de todos aquellos que a diario hacen las largas colas en sus instituciones.