Por: HERNÁN ARAUJO CASTRO
Presidente del Fondo Ganadero del Cesar
Por estos días la modificación parcial al “PLAN DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL (P.O.T.)” de Valledupar, se encuentra en el trámite de análisis y aprobación por parte del Concejo Municipal, si es aprobado o no por los señores concejales actuales, podrá ser sancionado por el Alcalde antes de finalizar el año.

Actualizar las normas que regulan el desarrollo de la ciudad es una necesidad inobjetable e inaplazable para rescatar el orden en su crecimiento, el cual se encuentra afectado.

Es necesario crecer en altura en las construcciones, buscando una urbe menos extensa y el uso racional de los servicios públicos; es importante ajustar el uso del suelo para permitir la llegada de nuevas empresas y empleos formales; es importante tener normas y reglas claras para tener una ciudad ordenada y vivible sin sobresaltos.

Conocido el contenido de la modificación al POT, surgen inquietudes sobre realidades que existen y que no se pueden desconocer por parte de los señores Concejales y el señor Alcalde, las cuales consideramos importante sopesar en el proceso de análisis que se está dando.

Una de ellas es la existencia, en la parte norte de la ciudad, de tres áreas cuyo suelos se encuentran clasificados en uso industrial actualmente y que cambiarán a uso comercial,  una vez aprobado el nuevo POT, circunstancia que llevará ala reubicación de las siguientes entidades: la planta de Coca cola, que hoy se utiliza solo como depósito; la antigua ELECTROCESAR, lote hoy sub-utilizado, con proyectos interesantes que no se han hecho realidad y la actual planta de DPA, ligada al desarrollo de Valledupar hace 47 años, cuyo aporte se ha pretendido desconocer, por parte de sectores conformados por nuevos habitantes de la ciudad, cuyas opiniones se mueven motivadas más por el interés personal que por el beneficio general.

Se está promoviendo la reubicación de lo que existe para propiciar la instalación en este sector de reconocidos almacenes de cadena, o la construcción de nuevos hoteles, edificios de apartamentos, centro de convenciones y otros, nos parece interesante y posible en el futuro, pero también esnecesario considerar antes de la aprobación del nuevo POT y el posible traslado a sitio indefinido y poco claro, la realidad de lo que representa DPA, en la economía regional.

Es oportuno resaltar su presencia en nuestro municipio y las cifras económicas vinculadas a su desempeño: DPA, beneficia cada día a más de 1.200 proveedores, pequeños ganaderos en su mayoría; compra el 21% de la leche producida en el Cesar, compras que representan anualmente a la economía departamental, la suma de $85.500 millones por este solo concepto; genera 250 empleos directos y 5.000 indirectos; paga anualmente al municipio de VALLEDUPAR, por concepto de impuestos, una suma superior a los $2.000 millones; estas son algunas de las cifras de hoy y aquí.

Ante esta circunstancia, invito a los ganaderos, a la prensa, a los concejales y al señor alcalde a reflexionar sobre los siguientes interrogantes:

¿En qué tiempo se dará el traslado de DPA, una vez aprobado el nuevo POT?, ¿Qué tan fácil es la reubicación de este tipo de plantas?, ¿Cuánto es el  costo del traslado y quien lo asume?, ¿Es posible reubicarla sin parar la compra de leche?, ¿Se puede reubicar dentro del mismo municipio, sin la amenaza de mejores condiciones ofrecidas por otros municipios o región?, ¿Qué pasaría con los empleados actuales, si decide trasladarse fuera de nuestro municipio?, ¿Qué efecto tendrá en la economía regional, el posible traslado de dicha planta?.

Señor Alcalde, con voluntad política y concertación con todos los actores vinculados, es posible ver en el futuro un bonito desarrollo urbanístico en este sector de la ciudad, sin necesidad de afectar a un sector importante de la comunidad.