Publicidad
Categorías
Categorías
Editorial - 16 enero, 2021

EL PILÓN y la democracia

Somos un periódico, producto y marca propiedad de una sociedad privada comercial de unas decenas de accionistas locales que no asume posición política de carácter partidista y electoral, pero propugna por la libertad de prensa con responsabilidad, y la democracia.

Somos un periódico, producto y marca propiedad  de una sociedad privada comercial de unas decenas de accionistas  locales que no asume posición política de carácter partidista y  electoral,  pero propugna por la libertad de prensa con responsabilidad, y la democracia. 

En 2010, siendo director Carlos Alberto Maestre adoptamos unas políticas editoriales que inicia: “EL PILÓN es un periódico con clara vocación regional, defensor del pluralismo, de la tolerancia, del derecho de las minorías, de la libertad individual y del libre desarrollo empresarial. Es receptivo de todas las tendencias, salvo de las que se sirven de la violencia y demás comportamientos delincuenciales para obtener sus fines”.

En el aspecto ‘político-institucional’ nos declaramos en ese momento como constitucionalistas:

EL PILÓN denunciará los hechos que menoscaben los principios básicos de la democracia liberal y social, entendiéndose ésta como un sistema en donde hay alternancia de gobierno, se practica el sufragio libre, se respetan los derechos de las minorías y la libertad del individuo, en donde existe una división clara entre los poderes ejecutivo, legislativo y judicial y se orienta la acción gubernamental a la búsqueda de la equidad social” (sección: líneas generales de contenido).

¿Eso en qué se traduce siendo un periódico regional que aborda cualquier tema por fuera en la medida en que tenga un impacto en nuestra vida regional y local?

Un hecho reciente nos ilustra sobre nuestros principios, filosóficamente liberales, no partidistas. Lo sucedido en Estados Unidos en el  asalto a su capitolio. Nos apoyamos en Humberto de La Calle, el abogado constitucionalista y no el político, que en el Espectador el 10 de enero dio ‘Gracias a Trump’, al afirmar que el 6 de enero fue “un día positivo para la democracia en Estados Unidos y el mundo”.

“Más eficaces que las letanías generalizadas de quienes se oponen a su visión populista serán las fotos del abordaje simiesco del Capitolio, el tarzán colgando de una enorme puerta en el hemiciclo, el monigote presidiendo y el sietemachos con las patas puestas en el escritorio de Pelosi. Es la mejor muestra, en tiempos de redes enloquecidas, de que se cocinaba y sigue, aunque ahora con la estufa en bajoun ataque certero a la democracia entendida como tolerancia, convivencia, separación de poderes y respeto al Estado de derecho”.

“(…) El efecto será mundial. Es un respiro, pero no el fin de la confrontación. Acá, en estos andurriales, servirá para entender mejor lo que venía o vienepierna arriba. Es un freno a la franja lunática porque muestra que bajo supuestas banderas patrioteras (y,  fuera de texto agregamos, populistas)   hay una inspiración antidemocrática. La exacerbación de las pasiones, la creación de fantasmas para infundir miedo, la manipulación de la verdad, la disolución del equilibrio de poderes…”.

Dice que  la mejor historia por contar es la de la democracia pues hay que evitar “la desaparición del relato liberal, aquel que ha iluminado por siglos el destino de una humanidad genuinamente democrática”.  

Editorial
16 enero, 2021

EL PILÓN y la democracia

Somos un periódico, producto y marca propiedad de una sociedad privada comercial de unas decenas de accionistas locales que no asume posición política de carácter partidista y electoral, pero propugna por la libertad de prensa con responsabilidad, y la democracia.


Somos un periódico, producto y marca propiedad  de una sociedad privada comercial de unas decenas de accionistas  locales que no asume posición política de carácter partidista y  electoral,  pero propugna por la libertad de prensa con responsabilidad, y la democracia. 

En 2010, siendo director Carlos Alberto Maestre adoptamos unas políticas editoriales que inicia: “EL PILÓN es un periódico con clara vocación regional, defensor del pluralismo, de la tolerancia, del derecho de las minorías, de la libertad individual y del libre desarrollo empresarial. Es receptivo de todas las tendencias, salvo de las que se sirven de la violencia y demás comportamientos delincuenciales para obtener sus fines”.

En el aspecto ‘político-institucional’ nos declaramos en ese momento como constitucionalistas:

EL PILÓN denunciará los hechos que menoscaben los principios básicos de la democracia liberal y social, entendiéndose ésta como un sistema en donde hay alternancia de gobierno, se practica el sufragio libre, se respetan los derechos de las minorías y la libertad del individuo, en donde existe una división clara entre los poderes ejecutivo, legislativo y judicial y se orienta la acción gubernamental a la búsqueda de la equidad social” (sección: líneas generales de contenido).

¿Eso en qué se traduce siendo un periódico regional que aborda cualquier tema por fuera en la medida en que tenga un impacto en nuestra vida regional y local?

Un hecho reciente nos ilustra sobre nuestros principios, filosóficamente liberales, no partidistas. Lo sucedido en Estados Unidos en el  asalto a su capitolio. Nos apoyamos en Humberto de La Calle, el abogado constitucionalista y no el político, que en el Espectador el 10 de enero dio ‘Gracias a Trump’, al afirmar que el 6 de enero fue “un día positivo para la democracia en Estados Unidos y el mundo”.

“Más eficaces que las letanías generalizadas de quienes se oponen a su visión populista serán las fotos del abordaje simiesco del Capitolio, el tarzán colgando de una enorme puerta en el hemiciclo, el monigote presidiendo y el sietemachos con las patas puestas en el escritorio de Pelosi. Es la mejor muestra, en tiempos de redes enloquecidas, de que se cocinaba y sigue, aunque ahora con la estufa en bajoun ataque certero a la democracia entendida como tolerancia, convivencia, separación de poderes y respeto al Estado de derecho”.

“(…) El efecto será mundial. Es un respiro, pero no el fin de la confrontación. Acá, en estos andurriales, servirá para entender mejor lo que venía o vienepierna arriba. Es un freno a la franja lunática porque muestra que bajo supuestas banderas patrioteras (y,  fuera de texto agregamos, populistas)   hay una inspiración antidemocrática. La exacerbación de las pasiones, la creación de fantasmas para infundir miedo, la manipulación de la verdad, la disolución del equilibrio de poderes…”.

Dice que  la mejor historia por contar es la de la democracia pues hay que evitar “la desaparición del relato liberal, aquel que ha iluminado por siglos el destino de una humanidad genuinamente democrática”.