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Columnista - 12 enero, 2019

El panorama económico de 2019 (I)

Cabañuelas, cábalas, bola de cristal, pronósticos, etc. El ser humano, a través de toda la historia, siempre ha querido conocer el futuro, avizorarlo, adivinarlo, lo cual es imposible. Igual sucede en el campo de la economía y los negocios, los agentes económicos quieren saber qué va a pasar? ¿Qué nos depara la economía en este […]

Cabañuelas, cábalas, bola de cristal, pronósticos, etc. El ser humano, a través de toda la historia, siempre ha querido conocer el futuro, avizorarlo, adivinarlo, lo cual es imposible. Igual sucede en el campo de la economía y los negocios, los agentes económicos quieren saber qué va a pasar? ¿Qué nos depara la economía en este 2019?  

Algún fundamento debía tener la sabiduría popular cuando se guiaba por las cabañuelas. Ahora existen los meteorólogos y se tiene una mayor aproximación; por ejemplo, este año se espera un fenómeno del niño, es decir un año con menores niveles de lluvias y ese es un riesgo para la agricultura y la ganadería. Los consumidores lo sentirán con una menor oferta de alimentos y el consiguiente aumento de precios. Ese es un riesgo para la inflación en el país que cerró el año en 3,18 por ciento, una cifra que está dentro del rango meta de la Junta del Banco de la República. Aunque Colombia, mantiene una inflación bajo control, como ha sido su historia en las últimas dos décadas. No obstante, además del fenómeno del niño, está el aumento en el precio del dólar, que en los últimos meses se aproximó a los $3.200 y podría subir un poco más, en el resto del año, lo que afectará, sin lugar a dudas, algunos productos e insumos importados. 

En materia de crecimiento económico, es decir el aumento del PIB, se espera que 2019 sea mejor a lo que fue 2018. Se estima que terminamos con un crecimiento de 2,6%. El pronóstico entre los analistas, para 2019, es un crecimiento que estará entre un 3.0 y un 3.5%.  Este año, puede ayudar que se trata del último año de las administraciones de los actuales gobernadores y alcaldes y estos, como es tradicional, aceleran el gasto regional y local y esto ayuda a la demanda. 

Se trata, a la vez, del segundo año calendario de gobierno, y se espera que el Gobierno Duque ponga en marcha sus estímulos e instrumentos a los sectores a los cuales les apostarán en su plan de desarrollo Pacto por Colombia. Este es un reto del país en el corto y el mediano plazo, aumentar la tasa de crecimiento de su economía, con estas tasas no vamos poder reducir más la pobreza y generar el empleo que se necesita, ahora más con la migración venezolana.  

Una de las mayores fuentes de incertidumbre que tiene el país está relacionada con el tema del petróleo: la volatilidad de los precios de este, uno de los más importantes en la oferta exportable del país, hacen difícil pronosticar su cotización y su impacto en el crecimiento del PIB y en las finanzas públicas. Para la muestra un botón: entre Octubre 3 de 2018 y el 21 de Diciembre del mismo año bajó del US$86 a US$53 por barril. Una caída cercana al 30 por ciento; una barbaridad. Se espera un precio promedio de US$70- US$72, que sería bueno para el país. Por debajo de US$55 no es negocio…

El otro interrogante es que puede pasar con la guerra comercial EE.UU.-China y las tasas de interés en EEUU, que puede generar movimientos de capital y encarecimiento del financiamiento de países como Colombia.  En el frente interno, creo que Colombia debe superar el síndrome de Odebrecht, aclarar las reglas y crear las condiciones para reactivar la inversión en este sector fundamental para la movilidad, la logística y el crecimiento. El atraso del país en infraestructura, es una buena oportunidad para crecer: invertir en mejorar sus vías, abrir otras, mejorar sus puertos y trenes, fundamentalmente. 

Con base en todo lo anterior, 2019, en términos generales, se espera que sea mejor que 2018, pero no se puede cantar victoria y esperar que sea color de rosa. Hay riesgos internos y externos: la guerra comercial EEUU-China, el aumento en las tasas de interés, la crisis de Venezuela, entre otros factores, son obstáculos para que Colombia pueda crecer a unas mayores tasas, como todos deseamos y tanto necesitamos para consolidar los acuerdos post-conflicto y reducir el desempleo y la pobreza. Amanecerá y veremos, como se dice popularmente…

Columnista
12 enero, 2019

El panorama económico de 2019 (I)

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Mauricio García Villegas

Cabañuelas, cábalas, bola de cristal, pronósticos, etc. El ser humano, a través de toda la historia, siempre ha querido conocer el futuro, avizorarlo, adivinarlo, lo cual es imposible. Igual sucede en el campo de la economía y los negocios, los agentes económicos quieren saber qué va a pasar? ¿Qué nos depara la economía en este […]


Cabañuelas, cábalas, bola de cristal, pronósticos, etc. El ser humano, a través de toda la historia, siempre ha querido conocer el futuro, avizorarlo, adivinarlo, lo cual es imposible. Igual sucede en el campo de la economía y los negocios, los agentes económicos quieren saber qué va a pasar? ¿Qué nos depara la economía en este 2019?  

Algún fundamento debía tener la sabiduría popular cuando se guiaba por las cabañuelas. Ahora existen los meteorólogos y se tiene una mayor aproximación; por ejemplo, este año se espera un fenómeno del niño, es decir un año con menores niveles de lluvias y ese es un riesgo para la agricultura y la ganadería. Los consumidores lo sentirán con una menor oferta de alimentos y el consiguiente aumento de precios. Ese es un riesgo para la inflación en el país que cerró el año en 3,18 por ciento, una cifra que está dentro del rango meta de la Junta del Banco de la República. Aunque Colombia, mantiene una inflación bajo control, como ha sido su historia en las últimas dos décadas. No obstante, además del fenómeno del niño, está el aumento en el precio del dólar, que en los últimos meses se aproximó a los $3.200 y podría subir un poco más, en el resto del año, lo que afectará, sin lugar a dudas, algunos productos e insumos importados. 

En materia de crecimiento económico, es decir el aumento del PIB, se espera que 2019 sea mejor a lo que fue 2018. Se estima que terminamos con un crecimiento de 2,6%. El pronóstico entre los analistas, para 2019, es un crecimiento que estará entre un 3.0 y un 3.5%.  Este año, puede ayudar que se trata del último año de las administraciones de los actuales gobernadores y alcaldes y estos, como es tradicional, aceleran el gasto regional y local y esto ayuda a la demanda. 

Se trata, a la vez, del segundo año calendario de gobierno, y se espera que el Gobierno Duque ponga en marcha sus estímulos e instrumentos a los sectores a los cuales les apostarán en su plan de desarrollo Pacto por Colombia. Este es un reto del país en el corto y el mediano plazo, aumentar la tasa de crecimiento de su economía, con estas tasas no vamos poder reducir más la pobreza y generar el empleo que se necesita, ahora más con la migración venezolana.  

Una de las mayores fuentes de incertidumbre que tiene el país está relacionada con el tema del petróleo: la volatilidad de los precios de este, uno de los más importantes en la oferta exportable del país, hacen difícil pronosticar su cotización y su impacto en el crecimiento del PIB y en las finanzas públicas. Para la muestra un botón: entre Octubre 3 de 2018 y el 21 de Diciembre del mismo año bajó del US$86 a US$53 por barril. Una caída cercana al 30 por ciento; una barbaridad. Se espera un precio promedio de US$70- US$72, que sería bueno para el país. Por debajo de US$55 no es negocio…

El otro interrogante es que puede pasar con la guerra comercial EE.UU.-China y las tasas de interés en EEUU, que puede generar movimientos de capital y encarecimiento del financiamiento de países como Colombia.  En el frente interno, creo que Colombia debe superar el síndrome de Odebrecht, aclarar las reglas y crear las condiciones para reactivar la inversión en este sector fundamental para la movilidad, la logística y el crecimiento. El atraso del país en infraestructura, es una buena oportunidad para crecer: invertir en mejorar sus vías, abrir otras, mejorar sus puertos y trenes, fundamentalmente. 

Con base en todo lo anterior, 2019, en términos generales, se espera que sea mejor que 2018, pero no se puede cantar victoria y esperar que sea color de rosa. Hay riesgos internos y externos: la guerra comercial EEUU-China, el aumento en las tasas de interés, la crisis de Venezuela, entre otros factores, son obstáculos para que Colombia pueda crecer a unas mayores tasas, como todos deseamos y tanto necesitamos para consolidar los acuerdos post-conflicto y reducir el desempleo y la pobreza. Amanecerá y veremos, como se dice popularmente…