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Columnista - 3 diciembre, 2011

El modelo de ciudad según los jóvenes

VALLEDUPAR COMO VAMOS Por: José Geregorio Calderón La encuesta de percepción ciudadana sobre la evolución de indicadores de calidad de vida socializada el pasado mes de septiembre, incluyó una indagación sobre las cualidades que les gustaría encontrar en el próximo alcalde y los problemas a los que debe dedicarse por entero a solucionarlos. Destacable,  la […]

VALLEDUPAR COMO VAMOS

Por: José Geregorio Calderón

La encuesta de percepción ciudadana sobre la evolución de indicadores de calidad de vida socializada el pasado mes de septiembre, incluyó una indagación sobre las cualidades que les gustaría encontrar en el próximo alcalde y los problemas a los que debe dedicarse por entero a solucionarlos. Destacable,  la coincidencia que el grupo poblacional de la tercera edad, los adultos maduros y los jóvenes entre los 18 a 25 años, expresen que el desempleo es el principal problema que se debe solucionar. Hay problemas de calidad en educación y servicios de salud, a los cuales también se les debe atender y con reingeniería financiera, técnica y social, pero estos temas lo miraremos más adelante.
Retomaré el sentir de los jóvenes, porque en los diferentes eventos de socialización estos grupos exigen que este el modelo de ciudad que debe empezar a construirse desde el primero de enero del 2012 es el que brinde las estrategias necesarias para generar en la ciudad y el  municipio una oferta de empleo digno con seguridad social y que esté revestido de sostenibilidad. Comienza a cuestionarse el hecho que en 12 años la ciudad se llenó de universidades, institutos técnicos y tecnológicos, procesos formativos virtuales y otros que sin importar su carácter privado o público han creado una oferta especializada para el empleo, mas no para generar las capacidades individuales y asociativas del empresario innovador.
Siempre ha existido el debate de aprovechar la ciudad como punto neurálgico de las dos grandes zonas carboníferas a cielo abierto, para erigirnos como centro proveedor de servicios, mano de obra y bienes alimenticios para estas grandes empresas extractoras, pero la realidad es otra: nos hemos constituidos en centro de intermediación, subyugando las iniciativas de valor, por las cadenas de comercio y servicios altamente especializadas, que no dejan una sana reinversión de capital humano y financiero a la ciudad. Hemos dado el salto de las grandes urbes con problemas de prestación integral de servicios públicos para llenarnos de altos costos de transacción, que nos restan competitividad ante las otras ciudades de la costa Caribe y del país. Las concesiones y el sistema operante de transporte y movilidad  nos están asfixiando en un espiral de costos indeseable en nuestra carrera de ser atractivos para los emprendedores nuevos y las empresas ya consolidadas.
La ciudad productiva y la función social de la ciudad rara vez han sido conciliables, el crecimiento urbanístico impulsado por actores privados de amplio poder como es la confluencia del sector financiero hipotecario, la industria del cemento y materiales para construcción así como la necesidad de vivienda, han convergido para que la ciudad no sea inclusiva, genere escenarios propios de generación de valor como los procesos industriales y retornemos a un exitoso fenómeno de creación de empresas dirigidas a la atención de nichos de mercado poco explotados desde lo local.
El índice de desempleo juvenil es del 26% en toda América Latina, sin ser nosotros la excepción, por el contrario somos los peores en la región, mientras que la Tasa de Actividad Emprendedora TEA en Colombia es del 20% y en nuestra región alcanza el 4% hay mucho por hacer por cubrir 12 puntos y eso sin contar las preocupaciones de los adultos y los viejos que también sienten su preocupación por encontrar empleo.

Columnista
3 diciembre, 2011

El modelo de ciudad según los jóvenes

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Gregorio Díaz Calderón

VALLEDUPAR COMO VAMOS Por: José Geregorio Calderón La encuesta de percepción ciudadana sobre la evolución de indicadores de calidad de vida socializada el pasado mes de septiembre, incluyó una indagación sobre las cualidades que les gustaría encontrar en el próximo alcalde y los problemas a los que debe dedicarse por entero a solucionarlos. Destacable,  la […]


VALLEDUPAR COMO VAMOS

Por: José Geregorio Calderón

La encuesta de percepción ciudadana sobre la evolución de indicadores de calidad de vida socializada el pasado mes de septiembre, incluyó una indagación sobre las cualidades que les gustaría encontrar en el próximo alcalde y los problemas a los que debe dedicarse por entero a solucionarlos. Destacable,  la coincidencia que el grupo poblacional de la tercera edad, los adultos maduros y los jóvenes entre los 18 a 25 años, expresen que el desempleo es el principal problema que se debe solucionar. Hay problemas de calidad en educación y servicios de salud, a los cuales también se les debe atender y con reingeniería financiera, técnica y social, pero estos temas lo miraremos más adelante.
Retomaré el sentir de los jóvenes, porque en los diferentes eventos de socialización estos grupos exigen que este el modelo de ciudad que debe empezar a construirse desde el primero de enero del 2012 es el que brinde las estrategias necesarias para generar en la ciudad y el  municipio una oferta de empleo digno con seguridad social y que esté revestido de sostenibilidad. Comienza a cuestionarse el hecho que en 12 años la ciudad se llenó de universidades, institutos técnicos y tecnológicos, procesos formativos virtuales y otros que sin importar su carácter privado o público han creado una oferta especializada para el empleo, mas no para generar las capacidades individuales y asociativas del empresario innovador.
Siempre ha existido el debate de aprovechar la ciudad como punto neurálgico de las dos grandes zonas carboníferas a cielo abierto, para erigirnos como centro proveedor de servicios, mano de obra y bienes alimenticios para estas grandes empresas extractoras, pero la realidad es otra: nos hemos constituidos en centro de intermediación, subyugando las iniciativas de valor, por las cadenas de comercio y servicios altamente especializadas, que no dejan una sana reinversión de capital humano y financiero a la ciudad. Hemos dado el salto de las grandes urbes con problemas de prestación integral de servicios públicos para llenarnos de altos costos de transacción, que nos restan competitividad ante las otras ciudades de la costa Caribe y del país. Las concesiones y el sistema operante de transporte y movilidad  nos están asfixiando en un espiral de costos indeseable en nuestra carrera de ser atractivos para los emprendedores nuevos y las empresas ya consolidadas.
La ciudad productiva y la función social de la ciudad rara vez han sido conciliables, el crecimiento urbanístico impulsado por actores privados de amplio poder como es la confluencia del sector financiero hipotecario, la industria del cemento y materiales para construcción así como la necesidad de vivienda, han convergido para que la ciudad no sea inclusiva, genere escenarios propios de generación de valor como los procesos industriales y retornemos a un exitoso fenómeno de creación de empresas dirigidas a la atención de nichos de mercado poco explotados desde lo local.
El índice de desempleo juvenil es del 26% en toda América Latina, sin ser nosotros la excepción, por el contrario somos los peores en la región, mientras que la Tasa de Actividad Emprendedora TEA en Colombia es del 20% y en nuestra región alcanza el 4% hay mucho por hacer por cubrir 12 puntos y eso sin contar las preocupaciones de los adultos y los viejos que también sienten su preocupación por encontrar empleo.