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Columnista - 31 agosto, 2020

El Juglar que humilló a la Fundación

La Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, otra vez en el ojo del huracán, esta vez por las declaraciones, cargadas de carácter y dignidad, del juglar y primer Rey Infantil del evento, Óscar Negrete Zuleta, quien se fue lanza en ristre contra dicha organización por la inactiva atención en la pandemia. “No han sido capaces […]

La Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, otra vez en el ojo del huracán, esta vez por las declaraciones, cargadas de carácter y dignidad, del juglar y primer Rey Infantil del evento, Óscar Negrete Zuleta, quien se fue lanza en ristre contra dicha organización por la inactiva atención en la pandemia. “No han sido capaces de darnos ni una papeletica de comino y, ahora, nos quieren buscar para que hagamos festival virtual, no seamos idiotas”.

Lo que grita Negrete, desconsolado y angustiado, es una realidad que todos conocemos en Valledupar, pero que muchos por miedo no son capaces de denunciar, sobre todo músicos y periodistas quienes le han servido de cómplices a la FFLV, que durante 15 años se enriqueció a costa de concursantes, casi todos en la miseria. Es injusto que ahora los busquen como si nada hubiese pasado, de esos $10.000 millones que se ganaban anualmente, según denuncia Negrete, hubiesen sacado algo, pero no; la arrogancia y la soberbia, como siempre se han manejado, no se los permitió y ahora quieren seguir ganando con tickets y patrocinios de la alcaldía, Ministerio de Cultura, Claro, Águila, Tigo, Éxito etc.

La pandemia también les dio una lección, sobre todo al Mono Montero miembro de la Fundación, quien se jactaba y decía que Valledupar se acababa si no hacía Festival; no se hizo y el año entrante tampoco se hará ¿Y qué pasó? Es un golpe duro que nos duele a todos, porque todos nos beneficiamos del festival, pero la vida sigue y muestra lo incierta que es; que hay que reinventarse y más cuando el modelo de negocio que a ellos les gustaba cambió, hay que volver a lo folclórico, porque las grandes multitudes se acabaron, al menos por tres años más.

Hoy la Fundación, que no guardó un peso porque todo se lo repartían entre los mismos, está desfinanciada, incluso debe arriendos de su nueva sede, es financieramente inviable hacia el futuro y es muy complicado así, recuperar un evento que quedó tan golpeado con un parque abandonado que requerirá mucha inversión.  

Debieron ser inteligentes y liderar con entidades ofíciales y patrocinadores una teletón para esos músicos, pero ni eso, que falta de humanidad y cuando la emergencia está pasando, salen con un cínico y destemplado comunicado de prensa asegurando que sí van a ayudar; claro, después que Negrete les dejó caer La gota fría. Me imagino que el paso a seguir es atacar al maestro Negrete con el mismo refrito: “ese es un resentido social, está loco, es un alcohólico que quería ser Rey, es un mal acordeonero, es enemigo de la Fundación porque quería ser miembro y no pudo, lo que quería era boletas para palco” y demás idioteces que repiten sobre cada persona que tiene el valor de enfrentarlos; o tratan de silenciarlo como hizo el sinvergüenza de Tomás Darío Gutiérrez, quien llamó a Negrete para intimidarlo y decirle que se callara, no le da ni pena, un señor que casi acaba la cultura de Valledupar en alianza con Tuto Uhía y el exconcejal José Gómez. Le hago un llamado de reflexión a la FFLV para que se reconcilie con Valledupar, vienen de varias caídas; la pérdida del parque, luego un festival malo y ahora la pandemia que pone en riesgo su existencia. Si no se acercan a esos juglares que representan al pueblo, se acaban, como pasó con el Reinado Nacional de la Belleza, que quedó en manos del prepotente de Raimundo Ángulo y terminó perdiéndolo. Muchos aplausos para este juglar que demostró lo que es un hombre valeroso que le da una gran lección a la cantidad de lambones que pululan en nuestra ciudad.

Columnista
31 agosto, 2020

El Juglar que humilló a la Fundación

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jacobo Solano Cerchiaro

La Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, otra vez en el ojo del huracán, esta vez por las declaraciones, cargadas de carácter y dignidad, del juglar y primer Rey Infantil del evento, Óscar Negrete Zuleta, quien se fue lanza en ristre contra dicha organización por la inactiva atención en la pandemia. “No han sido capaces […]


La Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, otra vez en el ojo del huracán, esta vez por las declaraciones, cargadas de carácter y dignidad, del juglar y primer Rey Infantil del evento, Óscar Negrete Zuleta, quien se fue lanza en ristre contra dicha organización por la inactiva atención en la pandemia. “No han sido capaces de darnos ni una papeletica de comino y, ahora, nos quieren buscar para que hagamos festival virtual, no seamos idiotas”.

Lo que grita Negrete, desconsolado y angustiado, es una realidad que todos conocemos en Valledupar, pero que muchos por miedo no son capaces de denunciar, sobre todo músicos y periodistas quienes le han servido de cómplices a la FFLV, que durante 15 años se enriqueció a costa de concursantes, casi todos en la miseria. Es injusto que ahora los busquen como si nada hubiese pasado, de esos $10.000 millones que se ganaban anualmente, según denuncia Negrete, hubiesen sacado algo, pero no; la arrogancia y la soberbia, como siempre se han manejado, no se los permitió y ahora quieren seguir ganando con tickets y patrocinios de la alcaldía, Ministerio de Cultura, Claro, Águila, Tigo, Éxito etc.

La pandemia también les dio una lección, sobre todo al Mono Montero miembro de la Fundación, quien se jactaba y decía que Valledupar se acababa si no hacía Festival; no se hizo y el año entrante tampoco se hará ¿Y qué pasó? Es un golpe duro que nos duele a todos, porque todos nos beneficiamos del festival, pero la vida sigue y muestra lo incierta que es; que hay que reinventarse y más cuando el modelo de negocio que a ellos les gustaba cambió, hay que volver a lo folclórico, porque las grandes multitudes se acabaron, al menos por tres años más.

Hoy la Fundación, que no guardó un peso porque todo se lo repartían entre los mismos, está desfinanciada, incluso debe arriendos de su nueva sede, es financieramente inviable hacia el futuro y es muy complicado así, recuperar un evento que quedó tan golpeado con un parque abandonado que requerirá mucha inversión.  

Debieron ser inteligentes y liderar con entidades ofíciales y patrocinadores una teletón para esos músicos, pero ni eso, que falta de humanidad y cuando la emergencia está pasando, salen con un cínico y destemplado comunicado de prensa asegurando que sí van a ayudar; claro, después que Negrete les dejó caer La gota fría. Me imagino que el paso a seguir es atacar al maestro Negrete con el mismo refrito: “ese es un resentido social, está loco, es un alcohólico que quería ser Rey, es un mal acordeonero, es enemigo de la Fundación porque quería ser miembro y no pudo, lo que quería era boletas para palco” y demás idioteces que repiten sobre cada persona que tiene el valor de enfrentarlos; o tratan de silenciarlo como hizo el sinvergüenza de Tomás Darío Gutiérrez, quien llamó a Negrete para intimidarlo y decirle que se callara, no le da ni pena, un señor que casi acaba la cultura de Valledupar en alianza con Tuto Uhía y el exconcejal José Gómez. Le hago un llamado de reflexión a la FFLV para que se reconcilie con Valledupar, vienen de varias caídas; la pérdida del parque, luego un festival malo y ahora la pandemia que pone en riesgo su existencia. Si no se acercan a esos juglares que representan al pueblo, se acaban, como pasó con el Reinado Nacional de la Belleza, que quedó en manos del prepotente de Raimundo Ángulo y terminó perdiéndolo. Muchos aplausos para este juglar que demostró lo que es un hombre valeroso que le da una gran lección a la cantidad de lambones que pululan en nuestra ciudad.