El mercado de la carne atraviesa un crítico escenario en el Cesar. Los ganaderos, los comerciantes y por ende los consumidores son todos afectados. Los primeros tienen como su principal enemigo a los efectos climáticos –el fenómeno de El Niño-, que no deja arribar el negocio, los segundos deben enfrentarse al contrabando de carne y los terceros a la ‘viveza’ de unos cuantos que venden carne en mal estado.
En Valledupar es común que las autoridades informen que encontraron carne en mal estado que estaba en la venta en negocios, ni las sanciones, ni cierres o sellamientos de locales comerciales han podido detener esta mala práctica entre el comercio en general. Es lamentable que la ciudadanía sea engañada de esa manera y se ponga en riesgo la salud de las personas que ingenuamente compran y consumen la carne en mal estado.
Aunque las autoridades han dado muestras de atención al problema, se necesitan controles más rigurosos que eviten que esa carne sacrificada en pésimas condiciones higiénicas, que proviene de animales incluso enfermos, llegue a la mesa de los hogares vallenatos.
EL PILÓN se une al llamado que han hecho las autoridades de salud a los consumidores de carne para que compren en sitios autorizados. No pretendemos hacer publicidad o propagando a esos negocios, sino contribuir a que exista mayor cuidado a la hora de comprar carne, especialmente en esta región donde cultural e históricamente se ha consumido este producto que proviene del campo.
Además, y haciendo eco al llamado del presidente de Fedegan, Félix Lafaurie, es importante tener en cuenta que mucha carne que se consume en la región es de contrabando del vecino país. Ayer el líder gremial se refirió a la situación que se presenta en Norte de Santander, donde a pesar del cierre de la frontera, sigue entrando carne de contrabando del vecino país.
“El tema no es solo la quiebra de los frigoríficos y los riesgos para la salud humana. Un solo animal infectado de fiebre aftosa que ingrese de contrabando, puede dar al traste con los esfuerzos de los ganaderos y del Gobierno durante más de quince años para lograr una certificación sanitaria que hoy nos permitiría exportar a los principales mercados del mundo”. Esta consideración es muy válida en la región, especialmente ahora que la carne del Cesar se va a mercados internacionales.