Desde principios de este siglo, conceptos como el arte socialmente comprometido, el arte participativo y el arte comunitario han redefinido el papel del artista, alejándolo de la figura del creador aislado para posicionarlo como un facilitador de experiencias colectivas.
Los nuevos enfoques en investigación en arte nos invitan a replantear la práctica educativa e incorporar estrategias que posibiliten la construcción de sentido. Hoy, centraremos nuestra reflexión en cómo las tendencias contemporáneas en la investigación artística permiten generar cambios sociales.
Desde principios de este siglo, conceptos como el arte socialmente comprometido, el arte participativo y el arte comunitario han redefinido el papel del artista, alejándolo de la figura del creador aislado para posicionarlo como un facilitador de experiencias colectivas.
En el marco de la educación artística, por ejemplo, la dictada en la Facultad de Arte de la Universidad Popular del Cesar, estos enfoques adquieren una relevancia especial, ya que permiten que nuestros estudiantes comprendan el arte no solo como una expresión individual, sino como una herramienta de diálogo, empatía y acción. Así, la incorporación de proyectos colaborativos, intervenciones en el espacio público y propuestas interdisciplinarias pueden fortalecer en los estudiantes una conciencia crítica y una actitud propositiva frente a las problemáticas que afronta su comunidad.
En contextos más amplios, la colaboración con áreas como sociología, ecología o derechos humanos permite a los estudiantes analizar problemáticas locales (ejemplo, el desplazamiento forzado en el Cesar) mediante instalaciones multimedia o performances que visibilizan testimonios. Al priorizar en talleres donde los participantes co-diseñan narrativas visuales o sonoras, rompiendo la dicotomía docente-estudiante, logramos imponer nuevas narrativas pedagógicas que fomentan la consecución de los logros propuestos, por lo que desde la UPC buscamos establecer alianzas con organizaciones comunitarias que impacten en zonas marginadas donde nuestros estudiantes presenten proyectos que no solo embellezcan, sino que promuevan debates sobre memoria histórica e identidad cultural. Es a este tipo de transformación de nuestra realidad la que apuntamos.
El arte como agente de transformación social enfrenta, sin embargo, algunos desafíos. En la próxima entrega abordaré cuáles son éstos y cómo desde la UPC buscamos establecer estrategias para superarlos.
Por Yesid Acevedo Durán
Decano de Bellas Artes de la UPC
Desde principios de este siglo, conceptos como el arte socialmente comprometido, el arte participativo y el arte comunitario han redefinido el papel del artista, alejándolo de la figura del creador aislado para posicionarlo como un facilitador de experiencias colectivas.
Los nuevos enfoques en investigación en arte nos invitan a replantear la práctica educativa e incorporar estrategias que posibiliten la construcción de sentido. Hoy, centraremos nuestra reflexión en cómo las tendencias contemporáneas en la investigación artística permiten generar cambios sociales.
Desde principios de este siglo, conceptos como el arte socialmente comprometido, el arte participativo y el arte comunitario han redefinido el papel del artista, alejándolo de la figura del creador aislado para posicionarlo como un facilitador de experiencias colectivas.
En el marco de la educación artística, por ejemplo, la dictada en la Facultad de Arte de la Universidad Popular del Cesar, estos enfoques adquieren una relevancia especial, ya que permiten que nuestros estudiantes comprendan el arte no solo como una expresión individual, sino como una herramienta de diálogo, empatía y acción. Así, la incorporación de proyectos colaborativos, intervenciones en el espacio público y propuestas interdisciplinarias pueden fortalecer en los estudiantes una conciencia crítica y una actitud propositiva frente a las problemáticas que afronta su comunidad.
En contextos más amplios, la colaboración con áreas como sociología, ecología o derechos humanos permite a los estudiantes analizar problemáticas locales (ejemplo, el desplazamiento forzado en el Cesar) mediante instalaciones multimedia o performances que visibilizan testimonios. Al priorizar en talleres donde los participantes co-diseñan narrativas visuales o sonoras, rompiendo la dicotomía docente-estudiante, logramos imponer nuevas narrativas pedagógicas que fomentan la consecución de los logros propuestos, por lo que desde la UPC buscamos establecer alianzas con organizaciones comunitarias que impacten en zonas marginadas donde nuestros estudiantes presenten proyectos que no solo embellezcan, sino que promuevan debates sobre memoria histórica e identidad cultural. Es a este tipo de transformación de nuestra realidad la que apuntamos.
El arte como agente de transformación social enfrenta, sin embargo, algunos desafíos. En la próxima entrega abordaré cuáles son éstos y cómo desde la UPC buscamos establecer estrategias para superarlos.
Por Yesid Acevedo Durán
Decano de Bellas Artes de la UPC