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Editorial - 19 marzo, 2021

Echando globos y tirando al aire

Hay mucho político con ganas de llamar la atención. Le fluyen todo tipo de iluminadas propuestas en vista de que el clima político se va calentando; se aceleran los motores, se activa la gasolina y se inflan las llantas cuando a menos de 300 días parece que entraremos en una anticipada kilométrica y milimétrica campaña electoral.

Hay mucho político con ganas de llamar la atención. Le fluyen todo tipo de iluminadas propuestas en vista de que el clima político se va calentando; se aceleran los motores, se activa la gasolina y se inflan las llantas cuando a menos de 300 días parece que entraremos en una anticipada kilométrica y milimétrica campaña electoral.

Nadie quiere ceder frente al traspiés de los adversarios. Ha sucedido con la proposición que la senadora  María Fernanda Cabal hizo de flexibilizar la disposición de armas para la población, con el fin de que se defendiera, la que empezó a tener resistencias en el gobierno y su propio partido, en cabeza de Álvaro Uribe.

Los mismos que le salieron al paso al proyecto de Acto Legislativo, reformatorio de la Constitución Política,  de ampliar el periodo del presidente de la República, Iván Duque,  de los miembros del Congreso Nacional, gobernadores y alcaldes,  los altos magistrados, el registrador, entre otros funcionarios, que suscribieron más de 20 congresistas, entre ellos el coterráneo Eliécer Salazar, que salió temprano a la radio a dar explicaciones. En ambas situaciones han sido personas afectas al gobierno o francos zalameros, aupados por el delirante director de la Federación de Municipios, Gilberto Toro. Se ha insinuado que desde el gobierno se estaría promoviendo el lanzamiento de esos globos como elemento distractor y para ver de ellos qué quedaría como ganancia política. 

Lo tangible es que si esa ha sido la intención el efecto fue el de cambiar un tiro al aire por uno peor, al pie. Flaco favor le pueden hacer al gobierno y a sus aliados, desesperados o asustados por una futura eventual derrota, cuando,  al contrario,  alimentan el discurso de los opositores políticos. Respuesta que no se hizo esperar. ¡Papaya puesta, papaya ‘partía’!

Aunque Duque no ha dejado dudas de que va a gobernar hasta el 7 de agosto de 2022. No dudamos de su carácter y pensamiento democrático e institucional y que en ciertas materias el hecho de ser miembro de un partido no le impide tener en el gobierno posiciones que pueden ser diferentes. Parecería serlo respecto a la paz después de reunirse personalmente  con Rodrigo Londoño, Timochenko, presidente del partido de los Comunes y cabeza de la reincorporada Farc, lo cual no habría sido del agrado de su partido, el Centro Democrático. Tal cual se registra en una entrevista  de la presente edición de El País (España): “Preguntado. ¿Habla mucho con Uribe? Respuesta. “Hablamos. Él además sigue activo en política. Con él tengo una relación de amistad que valoro profundamente y eso quizás hace que el diálogo sea mucho más fluido que el que puedo tener con otros expresidentes.

Preguntado. Pues da la impresión de que se han ido separando y que él, por ejemplo, respecto a las conversaciones de paz, es mucho más belicoso que usted. Respuesta.  Tomás Jefferson decía que cuando muchas personas piensan igual, no hay mucho pensamiento teniendo lugar. La discrepancia respetuosa es muy importante en una sociedad, en un partido, en una empresa, en un periódico, porque es justamente esa diversidad de opiniones la que permite la confluencia de posiciones”.

Editorial
19 marzo, 2021

Echando globos y tirando al aire

Hay mucho político con ganas de llamar la atención. Le fluyen todo tipo de iluminadas propuestas en vista de que el clima político se va calentando; se aceleran los motores, se activa la gasolina y se inflan las llantas cuando a menos de 300 días parece que entraremos en una anticipada kilométrica y milimétrica campaña electoral.


Hay mucho político con ganas de llamar la atención. Le fluyen todo tipo de iluminadas propuestas en vista de que el clima político se va calentando; se aceleran los motores, se activa la gasolina y se inflan las llantas cuando a menos de 300 días parece que entraremos en una anticipada kilométrica y milimétrica campaña electoral.

Nadie quiere ceder frente al traspiés de los adversarios. Ha sucedido con la proposición que la senadora  María Fernanda Cabal hizo de flexibilizar la disposición de armas para la población, con el fin de que se defendiera, la que empezó a tener resistencias en el gobierno y su propio partido, en cabeza de Álvaro Uribe.

Los mismos que le salieron al paso al proyecto de Acto Legislativo, reformatorio de la Constitución Política,  de ampliar el periodo del presidente de la República, Iván Duque,  de los miembros del Congreso Nacional, gobernadores y alcaldes,  los altos magistrados, el registrador, entre otros funcionarios, que suscribieron más de 20 congresistas, entre ellos el coterráneo Eliécer Salazar, que salió temprano a la radio a dar explicaciones. En ambas situaciones han sido personas afectas al gobierno o francos zalameros, aupados por el delirante director de la Federación de Municipios, Gilberto Toro. Se ha insinuado que desde el gobierno se estaría promoviendo el lanzamiento de esos globos como elemento distractor y para ver de ellos qué quedaría como ganancia política. 

Lo tangible es que si esa ha sido la intención el efecto fue el de cambiar un tiro al aire por uno peor, al pie. Flaco favor le pueden hacer al gobierno y a sus aliados, desesperados o asustados por una futura eventual derrota, cuando,  al contrario,  alimentan el discurso de los opositores políticos. Respuesta que no se hizo esperar. ¡Papaya puesta, papaya ‘partía’!

Aunque Duque no ha dejado dudas de que va a gobernar hasta el 7 de agosto de 2022. No dudamos de su carácter y pensamiento democrático e institucional y que en ciertas materias el hecho de ser miembro de un partido no le impide tener en el gobierno posiciones que pueden ser diferentes. Parecería serlo respecto a la paz después de reunirse personalmente  con Rodrigo Londoño, Timochenko, presidente del partido de los Comunes y cabeza de la reincorporada Farc, lo cual no habría sido del agrado de su partido, el Centro Democrático. Tal cual se registra en una entrevista  de la presente edición de El País (España): “Preguntado. ¿Habla mucho con Uribe? Respuesta. “Hablamos. Él además sigue activo en política. Con él tengo una relación de amistad que valoro profundamente y eso quizás hace que el diálogo sea mucho más fluido que el que puedo tener con otros expresidentes.

Preguntado. Pues da la impresión de que se han ido separando y que él, por ejemplo, respecto a las conversaciones de paz, es mucho más belicoso que usted. Respuesta.  Tomás Jefferson decía que cuando muchas personas piensan igual, no hay mucho pensamiento teniendo lugar. La discrepancia respetuosa es muy importante en una sociedad, en un partido, en una empresa, en un periódico, porque es justamente esa diversidad de opiniones la que permite la confluencia de posiciones”.