Un panorama poco alentador debido a que los ebanistas son empíricos, las empresas y microempresas dedicadas a este tema no cuentan con planes de negocio y no saben hablar inglés para poder conquistar mercados internacionales hacia donde quieren exportar, encontró en Valledupar el experto Senior Experten Service, Marinus Meijer, un alemán que se encuentra en la ciudad dictando talleres por invitación de Asomec.

Según dijo, en Valledupar no existe un buen sistema de educación que forme a los ebanistas, sino que las personas llegan a los talleres de ebanistería y allí aprenden de manera empírica.

“Si tu miras en todo el mundo y quieres ser exitoso en el futuro, lo primero que tienes que hacer es innovar en el diseño y en la parte de los productos, el problema principal que veo acá es que las personas no tienen ni dinero ni conocimiento para lograr ese éxito”, dijo Meijer.

El experto alemán explicó que para ser exitosos, el microempesario y empresario deben concentrarse en hacer solamente una clase de muebles, del cual tiene que estar seguro que hay un mercado para éste y después encontrar una manera de hacer el producto mucho mejor y promoverlo, pero en el caso de Valledupar también observó que las personas no invierten en avisos publicitarios para identificar el negocio y mucho menos en publicidad para darse a conocer.

“He visto que estas compañías (micro y empresarios) no tienen logos, signos, ni avisos, ni nada, la promoción la hacen de boca a boca, de cliente a cliente, entonces solo pueden llegar a un mercado pequeño por referencia de otra persona”, mencionó.

Entre las recomendaciones que dio el experto para que los ebanistas mejoren es que se concentren en un solo producto y mejoren la calidad.

Sin embargo, resaltó de Colombia que da la impresión que está entrando a un estado de transición de ser un país pobre como normalmente se conoce a estar pasando a un país más rico, de media clase.

De igual modo, se impresionó de ver cómo hay empresas con buenos equipos, con buena calidad; pero otras que no tienen cómo soportar la competencia.

Sandra Santiago B.
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