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Columnista - 4 agosto, 2015

¿Do you speak english?

A pesar de la importancia que cada día toma el inglés en lo laboral, lo académico y hasta en la vida cotidiana de los supermercados que ofrecen productos importados, cuya literatura está en inglés, muchos en pleno siglo XXI siguen ahogados por el miedo a incursionar en una segunda lengua que cada día se hace […]

A pesar de la importancia que cada día toma el inglés en lo laboral, lo académico y hasta en la vida cotidiana de los supermercados que ofrecen productos importados, cuya literatura está en inglés, muchos en pleno siglo XXI siguen ahogados por el miedo a incursionar en una segunda lengua que cada día se hace necesaria.

Antes se creía que el inglés solo servía para amargarles la vida a los estudiantes que debían resistir la conjugación del verbo to be y otros verbos en todos sus tiempos, sin que realmente llegaran a aprender algo; pero hoy, el uso del inglés ha tenido un crecimiento vertiginoso en la nuevas generaciones que con facilidad lo incorporan a su acción comunicativa.

Quiérase o no, el aprendizaje de la lengua inglesa se ha vuelto una necesidad para los negocios, los viajes, para aplicar a algún trabajo y hasta para ir al cine y poder disfrutar una película sin perderse del manejo de la fotografía y los escenarios, por estar concentrados en entender la historia desde los subtítulos en español.

Pese a la importancia del inglés, muchos siguen declarándose derrotados a la hora de aprenderlo, argumentando que están demasiado mayores, amparándose en el dicho popular de que “loro viejo no da la pata” y por eso renuncian a la posibilidad de interactuar, por típico miedo, inseguridad o por parroquianismo, creyendo que intentar aprenderlo, es hacer el ridículo.

Hace unos días, un estudiante sufría ante el retraso de su grado por falta de manejo de la lengua inglesa, pues la universidad donde cursa sus estudios le exige una certificación de dominio del inglés para poderlo graduar como profesional del derecho. El joven se lamentaba de no haber tomado en serio el aprendizaje de esta segunda lengua y ahora padecía las consecuencias de su descuido.

Aprender el inglés pasó de ser una moda exclusiva de algunos, a ser una inexorable necesidad de todos. Lastimosamente los planes de bilingüismo desde las Secretarías de Educación municipal y departamental no han dado los resultados suficientes para trazar una meta a mediano y largo plazo que permita pensar en la idea de un Cesar bilingüe. Los colegios siguen careciendo de un buen nivel de enseñanza del inglés porque no hay el apoyo suficiente para que en las instituciones educativas exista un ambiente adecuado para el aprendizaje del inglés como segunda lengua.

Necesitamos un mayor compromiso de la institucionalidad para que nuestros estudiantes de básica, media y educación superior alcancen niveles competitivos que les ayuden acceder a buenas oportunidades, para mejorar sus condiciones de vida; y para que puedan entrar en sintonía con el proyecto nacional de hacer de Colombia la más educada de Latinoamérica.

@Oscararizadaza

Columnista
4 agosto, 2015

¿Do you speak english?

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Oscar Ariza Daza

A pesar de la importancia que cada día toma el inglés en lo laboral, lo académico y hasta en la vida cotidiana de los supermercados que ofrecen productos importados, cuya literatura está en inglés, muchos en pleno siglo XXI siguen ahogados por el miedo a incursionar en una segunda lengua que cada día se hace […]


A pesar de la importancia que cada día toma el inglés en lo laboral, lo académico y hasta en la vida cotidiana de los supermercados que ofrecen productos importados, cuya literatura está en inglés, muchos en pleno siglo XXI siguen ahogados por el miedo a incursionar en una segunda lengua que cada día se hace necesaria.

Antes se creía que el inglés solo servía para amargarles la vida a los estudiantes que debían resistir la conjugación del verbo to be y otros verbos en todos sus tiempos, sin que realmente llegaran a aprender algo; pero hoy, el uso del inglés ha tenido un crecimiento vertiginoso en la nuevas generaciones que con facilidad lo incorporan a su acción comunicativa.

Quiérase o no, el aprendizaje de la lengua inglesa se ha vuelto una necesidad para los negocios, los viajes, para aplicar a algún trabajo y hasta para ir al cine y poder disfrutar una película sin perderse del manejo de la fotografía y los escenarios, por estar concentrados en entender la historia desde los subtítulos en español.

Pese a la importancia del inglés, muchos siguen declarándose derrotados a la hora de aprenderlo, argumentando que están demasiado mayores, amparándose en el dicho popular de que “loro viejo no da la pata” y por eso renuncian a la posibilidad de interactuar, por típico miedo, inseguridad o por parroquianismo, creyendo que intentar aprenderlo, es hacer el ridículo.

Hace unos días, un estudiante sufría ante el retraso de su grado por falta de manejo de la lengua inglesa, pues la universidad donde cursa sus estudios le exige una certificación de dominio del inglés para poderlo graduar como profesional del derecho. El joven se lamentaba de no haber tomado en serio el aprendizaje de esta segunda lengua y ahora padecía las consecuencias de su descuido.

Aprender el inglés pasó de ser una moda exclusiva de algunos, a ser una inexorable necesidad de todos. Lastimosamente los planes de bilingüismo desde las Secretarías de Educación municipal y departamental no han dado los resultados suficientes para trazar una meta a mediano y largo plazo que permita pensar en la idea de un Cesar bilingüe. Los colegios siguen careciendo de un buen nivel de enseñanza del inglés porque no hay el apoyo suficiente para que en las instituciones educativas exista un ambiente adecuado para el aprendizaje del inglés como segunda lengua.

Necesitamos un mayor compromiso de la institucionalidad para que nuestros estudiantes de básica, media y educación superior alcancen niveles competitivos que les ayuden acceder a buenas oportunidades, para mejorar sus condiciones de vida; y para que puedan entrar en sintonía con el proyecto nacional de hacer de Colombia la más educada de Latinoamérica.

@Oscararizadaza