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Diseñadores colombianos abren nuevos mercados en Europa a través de Tenerife

(EFE).- Los diseñadores colombianos Natalia Botero y Juan Pablo Socarras buscan con su participación en la Feria Internacional de la Moda de Tenerife, que se celebra desde hoy y hasta el 2 de abril, abrir nuevos mercados en Europa.

Para Juan Pablo Socarras, la moda es la forma de vincular los productos y generar mejor calidad de vida y afirmó, en declaraciones a EFE, que no vende productos, sino “historias hechas a mano”.

El diseñador ha llevado a España, con su marca homónima, su nueva colección inspirada en la artesanía colombiana, en los bolsos tradicionales de la tribu indígena colombiana Wayuu y las hamacas típicas de su país.

Los Wayuu, que viven en el norte de Colombia, son para el diseñador, una comunidad ancestral que con sus mochilas y sus productos artesanales cuentan historias.

Socarras ha trabajado durante seis años para la organización gubernamental Artesanía de Colombia, donde se encargó de mostrar la artesanía de su país por pasarelas de todo el mundo.

Esta pasión por la artesanía también se encuentra en su firma y para el diseñador “detrás de cada producto hay una persona, una mujer o un hombre colombiano, que ha elaborado el producto. Hay una historia, una comunidad, algo más”.

Ambos diseñadores coinciden en su interés por la artesanía y toda la línea de Natalia Botero está hecha a mano, y sus productos han pasado por artesanos, tanto en el tejido como en el proceso de teñido.

Su colección “Sumergido en el infinito” está hecha en tejido de Macramé y trata de “el recorrido desde que empezamos siendo agua y terminamos inmateriales en el infinito”, señaló Botero.

Comenzó pronto a diseñar y desde pequeña se involucró en el mundo de la moda, donde aprendió patronaje, diseño y confección, y más adelante estudió Diseño de Moda en La Universidad Colegiatura Colombiana, en Medellín.

Es una “apasionada” de la confección y la artesanía, lo que ha hecho que sus prendas sean artesanas, y afirmó que le gusta poder contar una historia detrás de cada prenda, que en su marca pasa por 17 manos artesanas.

Ambos diseñadores también coinciden en su responsabilidad y consciencia social y cada uno de ellos tiene una fundación con la que trabajan con distintos colectivos en peligro de exclusión social.

Socorres explicó que desde su fundación trabaja con mujeres desplazadas, afrodescendientes, reinsertadas y con artesanos de Colombia.

Para Botero, “cuando uno tiene un compromiso social todo tiene mucho más sentido” e indicó que desde el corte de los sesgos y el acto de tejer, pasando por el proceso de ensamblaje y construcción en la fábrica hasta el teñido, las prendas pasan por madres cabeza de familia y personas con discapacidad.

Ambos diseñadores llegaron a Canarias por primera vez y consideraron que supone una gran oportunidad, tanto de abrir nuevos mercados, como en el caso de Socarras de inspirarse.

Categories: Farándula
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