Publicidad
Categorías
Categorías
Columnista - 19 agosto, 2019

¿Discriminación en el fútbol?

Cuando votamos por la Asamblea Nacional Constituyente no alcanzamos a imaginarnos que la expedición y entrada en vigor de un nuevo ordenamiento constitucional suscitaría tantos y tan repentinos cambios en nuestra sociedad. Me refiero concretamente al artículo 13 Superior, que garantiza la igualdad ante la ley, y aboga por la no discriminación por razones, de […]

Cuando votamos por la Asamblea Nacional Constituyente no alcanzamos a imaginarnos que la expedición y entrada en vigor de un nuevo ordenamiento constitucional suscitaría tantos y tan repentinos cambios en nuestra sociedad. Me refiero concretamente al artículo 13 Superior, que garantiza la igualdad ante la ley, y aboga por la no discriminación por razones, de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica.

En ese orden de ideas, se regulan situaciones fácticas, que generan controversia y que requieren ser solucionadas de acuerdo con lo establecido en la Carta Magna. Me refiero concretamente a una de las pasiones que compartimos la mayoría de los colombianos, como es el fútbol, deporte que, nos ha dado a conocer mundialmente, y que se practica a toda lo largo y ancho de la geografía nacional, desde Punta Gallinas hasta el Trapecio Amazónico, y desde Arauca hasta el departamento de Nariño.

Pues bien, se generó controversia porque en un equipo de varones, una niña jugaba de arquera, las directivas la excluyeron con el argumento de que la FIFA, -ente regulador del fútbol mundial-, prohíbe que se conformen equipos mixtos, es decir de ambos sexos.

La afectada impetró, a través de su representante legal, acción de tutela porque consideró que se le vulneraban sus derechos fundamentales, y el caso fue a dar a la Corte Constitucional, quien resolvió la controversia amparando el derecho de la menor a no ser discriminada, refutando los argumentos que sustentaron tal determinación, pues en ningún momento la FIFA, establece prohibición alguna para la conformación de equipos mixtos. Este episodio pone en evidencia nuestro rezago cultural en esta materia. Recuerdo que cuando cursaba mi bachillerato, en el colegio Ateneo el Rosario, solo se recibían varones, tiempo después se optó por convertirse en mixto.

Ello generó en su momento mucha controversia, pero finalmente el proceso se decantó, al punto que después de varios años se empezó a ver como algo normal. Igual proceso se vivió en el colegio Colsafa de esta ciudad, pero a la inversa, es decir de ser un colegio exclusivo de niñas, pasó a ser mixto, y hoy eso es lo más normal del mundo.

Parece ser que tendremos que acostumbrarnos a ver el futbol, no solo como un deporte practicado por varones, o por damas, sino también por equipos conformados con individuos de ambos sexos, solo que para eso hay que tener mente abierta.

Si eso está, o no, conforme a los valores morales de usted amable lector(a), es otra discusión. Lo que no huelga decir es que los actos de exclusión fundados en las llamadas categorías engañosas, como, por ejemplo: “Los hijos son de la madre”, o “El fútbol es para hombres”, nos llevan a situaciones de inequidad e injusticia.

Nota de cierre: Nuestro municipio tiene un ente a quien se le ha delegado el tema del alumbrado público. Pregunto ¿No podrá crearse un ente que vele por el arbolado de nuestra ciudad? En aras de preservar accidentes, y preservar el medio ambiente. Una de nuestras fortalezas como ciudad, es la arborización, preocupémonos entonces por cuidar de nuestros árboles, antes de que sea demasiado tarde.

Columnista
19 agosto, 2019

¿Discriminación en el fútbol?

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Dario Arregoces

Cuando votamos por la Asamblea Nacional Constituyente no alcanzamos a imaginarnos que la expedición y entrada en vigor de un nuevo ordenamiento constitucional suscitaría tantos y tan repentinos cambios en nuestra sociedad. Me refiero concretamente al artículo 13 Superior, que garantiza la igualdad ante la ley, y aboga por la no discriminación por razones, de […]


Cuando votamos por la Asamblea Nacional Constituyente no alcanzamos a imaginarnos que la expedición y entrada en vigor de un nuevo ordenamiento constitucional suscitaría tantos y tan repentinos cambios en nuestra sociedad. Me refiero concretamente al artículo 13 Superior, que garantiza la igualdad ante la ley, y aboga por la no discriminación por razones, de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica.

En ese orden de ideas, se regulan situaciones fácticas, que generan controversia y que requieren ser solucionadas de acuerdo con lo establecido en la Carta Magna. Me refiero concretamente a una de las pasiones que compartimos la mayoría de los colombianos, como es el fútbol, deporte que, nos ha dado a conocer mundialmente, y que se practica a toda lo largo y ancho de la geografía nacional, desde Punta Gallinas hasta el Trapecio Amazónico, y desde Arauca hasta el departamento de Nariño.

Pues bien, se generó controversia porque en un equipo de varones, una niña jugaba de arquera, las directivas la excluyeron con el argumento de que la FIFA, -ente regulador del fútbol mundial-, prohíbe que se conformen equipos mixtos, es decir de ambos sexos.

La afectada impetró, a través de su representante legal, acción de tutela porque consideró que se le vulneraban sus derechos fundamentales, y el caso fue a dar a la Corte Constitucional, quien resolvió la controversia amparando el derecho de la menor a no ser discriminada, refutando los argumentos que sustentaron tal determinación, pues en ningún momento la FIFA, establece prohibición alguna para la conformación de equipos mixtos. Este episodio pone en evidencia nuestro rezago cultural en esta materia. Recuerdo que cuando cursaba mi bachillerato, en el colegio Ateneo el Rosario, solo se recibían varones, tiempo después se optó por convertirse en mixto.

Ello generó en su momento mucha controversia, pero finalmente el proceso se decantó, al punto que después de varios años se empezó a ver como algo normal. Igual proceso se vivió en el colegio Colsafa de esta ciudad, pero a la inversa, es decir de ser un colegio exclusivo de niñas, pasó a ser mixto, y hoy eso es lo más normal del mundo.

Parece ser que tendremos que acostumbrarnos a ver el futbol, no solo como un deporte practicado por varones, o por damas, sino también por equipos conformados con individuos de ambos sexos, solo que para eso hay que tener mente abierta.

Si eso está, o no, conforme a los valores morales de usted amable lector(a), es otra discusión. Lo que no huelga decir es que los actos de exclusión fundados en las llamadas categorías engañosas, como, por ejemplo: “Los hijos son de la madre”, o “El fútbol es para hombres”, nos llevan a situaciones de inequidad e injusticia.

Nota de cierre: Nuestro municipio tiene un ente a quien se le ha delegado el tema del alumbrado público. Pregunto ¿No podrá crearse un ente que vele por el arbolado de nuestra ciudad? En aras de preservar accidentes, y preservar el medio ambiente. Una de nuestras fortalezas como ciudad, es la arborización, preocupémonos entonces por cuidar de nuestros árboles, antes de que sea demasiado tarde.