Desde el lunes ocho del presente mes la Dirección Territorial Cesar del Ministerio de Trabajo quedó vacante, puesto que Antonio Junieles Araújo, quien desempeñaba este cargo desde hace tres años presentó la carta de renuncia el pasado 28 de julio, la cual le fue aceptada hace dos días.
“La vida es de ciclos y sentía desde hace rato que mí ciclo en Mintrabajo había terminado. Es hora de explorar otras áreas de mi profesión (abogado), me vincularé a la academia como docente universitario y haré lo que me apasiona: litigar. No descarto lo público participando en concursos de méritos como el de director del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF”, manifestó el jurista, especialista en derecho contencioso administrativo.
Balance
Entre las acciones que resalta de su gestión están: avanzar en la formalización laboral de más de 2.500 relaciones laborales que estuvieron tercerizados como 225 trabajadores de Palmas del Cesar, 70 de Palmeras de la Costa, 57 de Palma Oleoflores y 85 en Palma Montecarlo y 200 en Palma Sicarare, en el sector palmicultor; 390 en la clínica Médicos Limitada y 331 en la clínica Laura Daniela, en el sector salud; 310 en Comfacesar y 318 en Aseo del Norte, en el sector servicios; 100 en DPA y 237 en Lácteos del Cesar, en el sector industrial.
“Estos trabajadores nunca gozaron de las mínimas garantías de sus derechos, pues estaban por cooperativas, empresas de servicios temporales o por contrato sindical. Ahora se suscribieron con contratos de trabajo a término fijo e indefinido, directamente con la empresa a la que le venían sirviendo”, indicó.
Asimismo Junieles Araújo brindó por primera vez asistencia técnica a los entes territoriales para la construcción de sus planes de desarrollo, logrando que se incluyera un eje de política pública de trabajo decente, que involucra erradicación de trabajo infantil, mejoras de condiciones laborales y registro de vacantes.
Lo que quedó pendiente
De acuerdo con el abogado, entre los retos que debe asumir el nuevo director Territorial de Mintrabajo está fortalecer la política de formalización laboral, teniendo en cuenta que el Cesar supera la media nacional con cerca del 78%. “Se requiere de una intervención dinámica de sectores como la construcción, comercio y agricultura”, explicó.
Para Junieles Araújo es necesario que el Estado fije mayores recursos para los inspectores de trabajo para realizar las visitas de inspección, porque “el presupuesto asignado por parte del nivel central a las direcciones territoriales es ínfima y esa es una debilidad fuerte del sistema de vigilancia, inspección y control en materia de cumplimiento de norma laboral”.
Otro de los proyectos que quedó pendiente es terminar la construcción del acuerdo de voluntades para la promoción del empleo digno en la Concesión vial Cesar-Guajira.
Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN