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Columnista - 11 octubre, 2018

Dilemas de cocinero

Muchos de ustedes sabrán que soy cocinero e investigador culinario, esto me lleva a complacer gustos de comensales, la mayoría muy exigentes,  lo que preparo a veces no es de mi predilección, sino para satisfacer dichos gustos, solo tengo vedado cocinar animales de monte, en vía de extinción. Últimamente me he visto inmerso en ciertos […]

Muchos de ustedes sabrán que soy cocinero e investigador culinario, esto me lleva a complacer gustos de comensales, la mayoría muy exigentes,  lo que preparo a veces no es de mi predilección, sino para satisfacer dichos gustos, solo tengo vedado cocinar animales de monte, en vía de extinción. Últimamente me he visto inmerso en ciertos dilemas, pues mi especialidad son los asados y todo lo que a la parrilla concierne, pero recientemente y muy a pesar de ser un “carnivoro” por excelencia, he venido como tratando de comer menos carne, primero porque debido a una cirugía bariátrica de hace algunos años, se me dificulta digerirla,segundo porque estoy totalmente en desacuerdo con el maltrato animal, y tercero porque recientemente he visto algunas imágenes  crueles de vacunos victima del abigeato, en donde incluso algunos animales prácticamente han sido descuartizados vivos y en donde notoriamente se nota que no es para comercialización, sino para satisfacer su deseo de comer carne, pues incluso a uno, solo le extrajeron el lomo fino (que como todos saben es la parte más suave) dejando tirado el resto del animal, eso me ha llevado a pensar, que si esas personas en vez de matar cruelmente una res, desperdiciando así su carne habiendo tanta gente muriéndose de hambre, para solo satisfacer sus ansias de comerla, ¿no es más fácil pedir para una bolsita de frijoles? Que fácilmente la remplaza, o en su defecto “tomar prestados” unos granos de alguna mata cercana, en vez de sacrificar desalmadamente a un ser vivo, pecando doblemente matando y robando, pues he visto casos en que incluso les cortan los tendones al animal para que este caiga y no trate de huir. Es en estos momentos en donde uno como cocinero se pregunta, si es bueno comer carne, y tras mucho pensar, llego a la conclusión de que se puede hacer moderadamente, pero comprando carne de animales sacrificados sin ningún tipo de maltrato, y no hacerlo constante y abundantemente, sino másbien moderadamente tratando de balancear los alimentos,que tengan los mismos valores nutritivos y que no sean cárnicos, así también se les da la oportunidad a otras empresas de comercializar sus productos, se me hace muy doloroso eso de degollar corderos y cerdos, de torcerle el pescuezo a pollos, habiendo otros sistemas de sacrificio menos traumáticos en donde tanto el animal como quienes presencian estas actividades sufren menos. Recientemente en un evento campestre en donde el menu era a base de cordero,me toco prácticamente rogarle a las personas encargadas del sacrificio de los animales, que no los degollara, para mis esos segundos de balido mientras el animal se desangra se me hacen eternos y muy dolorosos, le pedí el favor que mas bien les diera un golpe certero dejándolos totalmente inconscientes y luego si proceder a lo siguiente, a futuro ya he decidido en mi contrato establecer que recibo los animales listos para preparar, y no verme en la obligación de pasar por esa situación que para mí en estos momentos, se me hace incomoda. A algunos se le hará hasta ridículo, perouno con el tiempo va aprendiendo a respetar la vida y a todo ser viviente, máxime cuando uno mismo es un sobrevivientey Dios le está regalando una segunda oportunidad.

Por: Julio Mario Celedón

Columnista
11 octubre, 2018

Dilemas de cocinero

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Julio Mario Celedon

Muchos de ustedes sabrán que soy cocinero e investigador culinario, esto me lleva a complacer gustos de comensales, la mayoría muy exigentes,  lo que preparo a veces no es de mi predilección, sino para satisfacer dichos gustos, solo tengo vedado cocinar animales de monte, en vía de extinción. Últimamente me he visto inmerso en ciertos […]


Muchos de ustedes sabrán que soy cocinero e investigador culinario, esto me lleva a complacer gustos de comensales, la mayoría muy exigentes,  lo que preparo a veces no es de mi predilección, sino para satisfacer dichos gustos, solo tengo vedado cocinar animales de monte, en vía de extinción. Últimamente me he visto inmerso en ciertos dilemas, pues mi especialidad son los asados y todo lo que a la parrilla concierne, pero recientemente y muy a pesar de ser un “carnivoro” por excelencia, he venido como tratando de comer menos carne, primero porque debido a una cirugía bariátrica de hace algunos años, se me dificulta digerirla,segundo porque estoy totalmente en desacuerdo con el maltrato animal, y tercero porque recientemente he visto algunas imágenes  crueles de vacunos victima del abigeato, en donde incluso algunos animales prácticamente han sido descuartizados vivos y en donde notoriamente se nota que no es para comercialización, sino para satisfacer su deseo de comer carne, pues incluso a uno, solo le extrajeron el lomo fino (que como todos saben es la parte más suave) dejando tirado el resto del animal, eso me ha llevado a pensar, que si esas personas en vez de matar cruelmente una res, desperdiciando así su carne habiendo tanta gente muriéndose de hambre, para solo satisfacer sus ansias de comerla, ¿no es más fácil pedir para una bolsita de frijoles? Que fácilmente la remplaza, o en su defecto “tomar prestados” unos granos de alguna mata cercana, en vez de sacrificar desalmadamente a un ser vivo, pecando doblemente matando y robando, pues he visto casos en que incluso les cortan los tendones al animal para que este caiga y no trate de huir. Es en estos momentos en donde uno como cocinero se pregunta, si es bueno comer carne, y tras mucho pensar, llego a la conclusión de que se puede hacer moderadamente, pero comprando carne de animales sacrificados sin ningún tipo de maltrato, y no hacerlo constante y abundantemente, sino másbien moderadamente tratando de balancear los alimentos,que tengan los mismos valores nutritivos y que no sean cárnicos, así también se les da la oportunidad a otras empresas de comercializar sus productos, se me hace muy doloroso eso de degollar corderos y cerdos, de torcerle el pescuezo a pollos, habiendo otros sistemas de sacrificio menos traumáticos en donde tanto el animal como quienes presencian estas actividades sufren menos. Recientemente en un evento campestre en donde el menu era a base de cordero,me toco prácticamente rogarle a las personas encargadas del sacrificio de los animales, que no los degollara, para mis esos segundos de balido mientras el animal se desangra se me hacen eternos y muy dolorosos, le pedí el favor que mas bien les diera un golpe certero dejándolos totalmente inconscientes y luego si proceder a lo siguiente, a futuro ya he decidido en mi contrato establecer que recibo los animales listos para preparar, y no verme en la obligación de pasar por esa situación que para mí en estos momentos, se me hace incomoda. A algunos se le hará hasta ridículo, perouno con el tiempo va aprendiendo a respetar la vida y a todo ser viviente, máxime cuando uno mismo es un sobrevivientey Dios le está regalando una segunda oportunidad.

Por: Julio Mario Celedón