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Editorial - 24 febrero, 2020

Dialogar es defender la paz

Se cumplieron 18 meses del gobierno Duque y este optó, tomando distancia de los sectores radicales de su partido que pedían llevar a la hoguera los acuerdos de paz, por hacerle ajustes e implementar el desarrollo social y económico del territorio.

Se cumplieron 18 meses del gobierno Duque y este optó, tomando distancia de los sectores radicales de su partido que pedían llevar a la hoguera los acuerdos de paz, por hacerle ajustes e implementar el desarrollo social y económico del territorio.

Respecto a los ajustes, que se propusieron como objeciones presidenciales a la ley reglamentando la JEP, fracasó su gobierno, pero en cuanto a la implementación lo cierto es que habiéndose diseñado la Consejería de Estabilización, se la ha jugado por perseverar con instrumentos como los del Catastro Multipropósito, la focalizacion de los 170 municipios PDET y la formulación de sus planes, Obras por Impuestos y adelantado importantes inversiones.

Es en el campo del manejo político que el Gobierno no ha acertado. Lo vimos en las fracasadas objeciones, pero no quedó ahí.

En lugar de no involucrarse en la acción judicial frente a los sectores mas radicales de las Farc, cuando ya se sentían traicionados por el Estado (al endilgarle incumplimiento, juntos a Santos, Duque y al fiscal), adoptó una estrategia de amedrentarlos, y, sin que desconozcamos sus pecados, terminaron alzándose nuevamente en armas.

¿Hubiéramos evitado el crecimiento de las disidencias de las Farc de haber tendido algún puente el gobierno Duque? Nos quedaremos sin saberlo, pero queda claro que no mostró el mayor interés en detener ese tránsito a la guerra.

Paralelamente se volvía el más duro aliado regional de la política de bloqueo que encabezó Trump contra el gobierno venezolano de Maduro, haciendo la apuesta fallida de que al dictador le quedaban pocos días. Y el Estado venezolano ha terminado, según los organismos de seguridad, sirviendo de retaguardia a las disidencias y al ELN, al cual tampoco se le abrió un ápice de diálogo, después de su gran error de atentar contra la Escuela de Cadetes General Santander en Bogotá.

Apoyamos sin dudas los esfuerzos del gobierno Duque en la implementación, en el aspecto de desarrollo de los municipios PDET; a la Consejería, y su crucial Agencia de Renovación del Territorio, ART, que ofrece una oportunidad histórica de transformación y redención de la ruralidad. También el apoyo a los ETCR de Pondores y de Tierra Grata, en Guajira y Cesar y la personal atención del consejero Archila a sus bases y dirigentes, como Joaquin Gomez y Abelardo Caicedo.

Paradójicamente somos vecinos de Venezuela y los disidentes Santrich y Marquez fueron los comandantes del Bloque Caribe. Con todo, en 4 años desde que las Farc declararon un cese unilateral, aun antes de firmar los acuerdos, no se registra una sola actividad sediciosa de esta organización en Guajira y Cesar.

Lo que se hace en lo regional debería hacerse en lo nacional: hablar con las cabezas de mayor nivel de la Farc, aquellos que han dado demostración de jugársela por la paz enfrentando a la encarnizada disidencia; hay que rodearlos, con mayor razón cuando cientos de reincorporados han sido asesinados. La organización pluripartidista ‘Defendamos La Paz’, al cumplir un año, como lo afirmó el exministro Juan Fernando Cristo, en visita el pasado viernes a EL PILON, se lo recordó al renuente Gobierno.

Editorial
24 febrero, 2020

Dialogar es defender la paz

Se cumplieron 18 meses del gobierno Duque y este optó, tomando distancia de los sectores radicales de su partido que pedían llevar a la hoguera los acuerdos de paz, por hacerle ajustes e implementar el desarrollo social y económico del territorio.


Se cumplieron 18 meses del gobierno Duque y este optó, tomando distancia de los sectores radicales de su partido que pedían llevar a la hoguera los acuerdos de paz, por hacerle ajustes e implementar el desarrollo social y económico del territorio.

Respecto a los ajustes, que se propusieron como objeciones presidenciales a la ley reglamentando la JEP, fracasó su gobierno, pero en cuanto a la implementación lo cierto es que habiéndose diseñado la Consejería de Estabilización, se la ha jugado por perseverar con instrumentos como los del Catastro Multipropósito, la focalizacion de los 170 municipios PDET y la formulación de sus planes, Obras por Impuestos y adelantado importantes inversiones.

Es en el campo del manejo político que el Gobierno no ha acertado. Lo vimos en las fracasadas objeciones, pero no quedó ahí.

En lugar de no involucrarse en la acción judicial frente a los sectores mas radicales de las Farc, cuando ya se sentían traicionados por el Estado (al endilgarle incumplimiento, juntos a Santos, Duque y al fiscal), adoptó una estrategia de amedrentarlos, y, sin que desconozcamos sus pecados, terminaron alzándose nuevamente en armas.

¿Hubiéramos evitado el crecimiento de las disidencias de las Farc de haber tendido algún puente el gobierno Duque? Nos quedaremos sin saberlo, pero queda claro que no mostró el mayor interés en detener ese tránsito a la guerra.

Paralelamente se volvía el más duro aliado regional de la política de bloqueo que encabezó Trump contra el gobierno venezolano de Maduro, haciendo la apuesta fallida de que al dictador le quedaban pocos días. Y el Estado venezolano ha terminado, según los organismos de seguridad, sirviendo de retaguardia a las disidencias y al ELN, al cual tampoco se le abrió un ápice de diálogo, después de su gran error de atentar contra la Escuela de Cadetes General Santander en Bogotá.

Apoyamos sin dudas los esfuerzos del gobierno Duque en la implementación, en el aspecto de desarrollo de los municipios PDET; a la Consejería, y su crucial Agencia de Renovación del Territorio, ART, que ofrece una oportunidad histórica de transformación y redención de la ruralidad. También el apoyo a los ETCR de Pondores y de Tierra Grata, en Guajira y Cesar y la personal atención del consejero Archila a sus bases y dirigentes, como Joaquin Gomez y Abelardo Caicedo.

Paradójicamente somos vecinos de Venezuela y los disidentes Santrich y Marquez fueron los comandantes del Bloque Caribe. Con todo, en 4 años desde que las Farc declararon un cese unilateral, aun antes de firmar los acuerdos, no se registra una sola actividad sediciosa de esta organización en Guajira y Cesar.

Lo que se hace en lo regional debería hacerse en lo nacional: hablar con las cabezas de mayor nivel de la Farc, aquellos que han dado demostración de jugársela por la paz enfrentando a la encarnizada disidencia; hay que rodearlos, con mayor razón cuando cientos de reincorporados han sido asesinados. La organización pluripartidista ‘Defendamos La Paz’, al cumplir un año, como lo afirmó el exministro Juan Fernando Cristo, en visita el pasado viernes a EL PILON, se lo recordó al renuente Gobierno.