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Columnista - 21 febrero, 2018

Derecha o izquierda

Me gustan estos días en los que en cada rincón de nuestra tierra, solo se habla de un tema: el político, en especial la elección de Presidente. Muchos son los candidatos que tuvieron el valor de poner su nombre a consideración de los colombianos, cosa que merece reconocimiento, independientemente del partido al cual representan. En […]

Me gustan estos días en los que en cada rincón de nuestra tierra, solo se habla de un tema: el político, en especial la elección de Presidente. Muchos son los candidatos que tuvieron el valor de poner su nombre a consideración de los colombianos, cosa que merece reconocimiento, independientemente del partido al cual representan.

En la historia de Colombia -con temor a equivocarme-, me atrevería a decir que las próximas elecciones a Presidente van a estar enmarcadas entre un representante de la derecha y otro de la izquierda, la segunda alineada prácticamente en un solo candidato, que desde ya sueña con lograr el poder en el país, la primera aún con sus tantas divisiones como acostumbra a tener, todavía no se organiza para elegir a un solo candidato, esperemos que del 11 de marzo en adelante el sistema lo defina.

Como el tema es crucial para el país, debemos todos con derecho a votar, conocer con profundidad y serenidad quienes serían los dos que se enfrentarían finalmente, desde esta columna los invito para que se tomen un tiempo y estudien, desde el origen de la vida de cada uno hasta el presente, ¿quiénes son? ¿Y por qué votar por ellos? Son dos sugerencias claves que no deben desistir de hacerse. De igual manera, salir a votar en absoluta calma, sin ningún sesgo, mirando siempre a quien más le convenga al país y no a usted.

Demos una mirada rápida a la izquierda representada por un candidato fuerte, un tipo que se disfraza de político y vende al pueblo humo, en su hoja de vida se destaca un perfil como ex M19, exsenador y exalcalde de Bogotá, en el cual para infortunio de él, le descubrieron su incapacidad gerencial, lo destacable fue su paso por el Senado, allí mostró sus habilidades como orador y para mi concepto, ha debido quedarse allí toda su vida. Trasladándome hacia el otro lado, como lo es la derecha, solo hay uno quien podría darle el debate al candidato de izquierda, y ¿por qué? Por su experiencia en lo público y no hay cosa que venda más a un candidato que hablar con hechos y el posible sí que los tiene, mientras la izquierda inicia sus discursos palabreros con un vamos hacer, lo contrario ocurre con la derecha, éste habla en tiempo real mostrando toda su ejecución y se suma su capacidad gerencial.

Finalmente, sólo quiero advertirles que no podemos seguir aprobando la vieja práctica electoral -un discurso de lo que el pueblo quiere escuchar-, ésta es bien efectiva, pero cuando viene llena de odios es mejor hacerse el sordo, analicemos bien cada una de las propuestas, miremos al país hoy e imaginemos el futuro en caso de triunfo de la derecha o la izquierda y no nos dejemos llevar por los impulsos que generan las emociones, después no habrá chance para el arrepentimiento.

Columnista
21 febrero, 2018

Derecha o izquierda

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Carlos Eduardo Muñoz Perez

Me gustan estos días en los que en cada rincón de nuestra tierra, solo se habla de un tema: el político, en especial la elección de Presidente. Muchos son los candidatos que tuvieron el valor de poner su nombre a consideración de los colombianos, cosa que merece reconocimiento, independientemente del partido al cual representan. En […]


Me gustan estos días en los que en cada rincón de nuestra tierra, solo se habla de un tema: el político, en especial la elección de Presidente. Muchos son los candidatos que tuvieron el valor de poner su nombre a consideración de los colombianos, cosa que merece reconocimiento, independientemente del partido al cual representan.

En la historia de Colombia -con temor a equivocarme-, me atrevería a decir que las próximas elecciones a Presidente van a estar enmarcadas entre un representante de la derecha y otro de la izquierda, la segunda alineada prácticamente en un solo candidato, que desde ya sueña con lograr el poder en el país, la primera aún con sus tantas divisiones como acostumbra a tener, todavía no se organiza para elegir a un solo candidato, esperemos que del 11 de marzo en adelante el sistema lo defina.

Como el tema es crucial para el país, debemos todos con derecho a votar, conocer con profundidad y serenidad quienes serían los dos que se enfrentarían finalmente, desde esta columna los invito para que se tomen un tiempo y estudien, desde el origen de la vida de cada uno hasta el presente, ¿quiénes son? ¿Y por qué votar por ellos? Son dos sugerencias claves que no deben desistir de hacerse. De igual manera, salir a votar en absoluta calma, sin ningún sesgo, mirando siempre a quien más le convenga al país y no a usted.

Demos una mirada rápida a la izquierda representada por un candidato fuerte, un tipo que se disfraza de político y vende al pueblo humo, en su hoja de vida se destaca un perfil como ex M19, exsenador y exalcalde de Bogotá, en el cual para infortunio de él, le descubrieron su incapacidad gerencial, lo destacable fue su paso por el Senado, allí mostró sus habilidades como orador y para mi concepto, ha debido quedarse allí toda su vida. Trasladándome hacia el otro lado, como lo es la derecha, solo hay uno quien podría darle el debate al candidato de izquierda, y ¿por qué? Por su experiencia en lo público y no hay cosa que venda más a un candidato que hablar con hechos y el posible sí que los tiene, mientras la izquierda inicia sus discursos palabreros con un vamos hacer, lo contrario ocurre con la derecha, éste habla en tiempo real mostrando toda su ejecución y se suma su capacidad gerencial.

Finalmente, sólo quiero advertirles que no podemos seguir aprobando la vieja práctica electoral -un discurso de lo que el pueblo quiere escuchar-, ésta es bien efectiva, pero cuando viene llena de odios es mejor hacerse el sordo, analicemos bien cada una de las propuestas, miremos al país hoy e imaginemos el futuro en caso de triunfo de la derecha o la izquierda y no nos dejemos llevar por los impulsos que generan las emociones, después no habrá chance para el arrepentimiento.