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Editorial - 5 enero, 2018

Demora en PAE y transporte, se repite la historia

No ha sido posible que las secretarias de educación del Cesar y Valledupar sincronicen las contrataciones de transporte y alimentación con el calendario escolar. Siempre quedan días de clases sin cobertura de estos servicios esenciales para la permanencia de los jóvenes en el sistema educativo. El 23 de enero de 2017 iniciaron las clases en […]

No ha sido posible que las secretarias de educación del Cesar y Valledupar sincronicen las contrataciones de transporte y alimentación con el calendario escolar. Siempre quedan días de clases sin cobertura de estos servicios esenciales para la permanencia de los jóvenes en el sistema educativo.

El 23 de enero de 2017 iniciaron las clases en las instituciones educativas oficiales del país, pero los estudiantes en el departamento del Cesar debieron esperar por lo menos tres semanas más para contar los servicios de alimentación y transporte.

Desde el año pasado se optó por hacer licitación pública para seleccionar al operador de alimentación, y el Concejo de Valledupar aprobó vigencias futuras, pero de nada sirvió porque los tiempos del proceso contractual se extendieron hasta mediados de febrero. Y todo indica a que este año sucederá lo mismo.

Aunque los ordenadores del gasto precisan que los primeros días de clases no asisten todos los estudiantes o que no está el consolidado total del Simat (Sistema Integrado de Matrícula). Sin embargo, consideramos que esto no es excusa, porque los menores que sí hacen el esfuerzo por acudir a los salones desde el primer día del calendario académico padecen al no contar con transporte y los suplementos alimenticios.

Pese al escándalo han generado los malos manejos del PAE a nivel nacional, nada pasa en los entes de control para garantizar que este servicio sea de calidad y se suministre durante todo el periodo escolar.

Mientras no exista una alimentación sana y balanceada los alumnos pueden presentar deficiencias en cuanto a su rendimiento, por lo que también hay responsabilidad de los padres de familia que deben ayudar a complementar la dieta de los menores, teniendo en cuenta que lo que se ofrece en los colegios solo es un suplemento alimenticio.

El año pasado el PAE en el Cesar quedó desfinanciado antes de terminar el primer semestre, afectando a alrededor de 150 mil estudiantes. Las cuentas en materia de educación nunca son claras ni justas, siempre queda faltando, y los más afectados son los estudiantes, que año tras años padecen por lo mismo.

A la fecha la Secretaría de Educación de Valledupar solo ha podido definir el aseo y servicios generales de las instituciones educativas, pero siguen en espera el PAE y el transporte para las zonas rurales.

Para empeorar el panorama, si no se soluciona la falta de pago de las primas de antigüedad al magisterio en la capital cesarense, lo más probable es que las clases no inicien el 5 de febrero como está previsto. El sindicato de los educadores advirtió que si no se realiza el pago pendiente podría iniciarse una asamblea permanente que retrasaría el calendario.

Esperamos que las negociaciones con el magisterio se hagan con la suficiente antelación para que se logre un acuerdo, porque con las contrataciones de los servicios complementarios lo más probable es que se repita la historia de todos los años.

Editorial
5 enero, 2018

Demora en PAE y transporte, se repite la historia

No ha sido posible que las secretarias de educación del Cesar y Valledupar sincronicen las contrataciones de transporte y alimentación con el calendario escolar. Siempre quedan días de clases sin cobertura de estos servicios esenciales para la permanencia de los jóvenes en el sistema educativo. El 23 de enero de 2017 iniciaron las clases en […]


No ha sido posible que las secretarias de educación del Cesar y Valledupar sincronicen las contrataciones de transporte y alimentación con el calendario escolar. Siempre quedan días de clases sin cobertura de estos servicios esenciales para la permanencia de los jóvenes en el sistema educativo.

El 23 de enero de 2017 iniciaron las clases en las instituciones educativas oficiales del país, pero los estudiantes en el departamento del Cesar debieron esperar por lo menos tres semanas más para contar los servicios de alimentación y transporte.

Desde el año pasado se optó por hacer licitación pública para seleccionar al operador de alimentación, y el Concejo de Valledupar aprobó vigencias futuras, pero de nada sirvió porque los tiempos del proceso contractual se extendieron hasta mediados de febrero. Y todo indica a que este año sucederá lo mismo.

Aunque los ordenadores del gasto precisan que los primeros días de clases no asisten todos los estudiantes o que no está el consolidado total del Simat (Sistema Integrado de Matrícula). Sin embargo, consideramos que esto no es excusa, porque los menores que sí hacen el esfuerzo por acudir a los salones desde el primer día del calendario académico padecen al no contar con transporte y los suplementos alimenticios.

Pese al escándalo han generado los malos manejos del PAE a nivel nacional, nada pasa en los entes de control para garantizar que este servicio sea de calidad y se suministre durante todo el periodo escolar.

Mientras no exista una alimentación sana y balanceada los alumnos pueden presentar deficiencias en cuanto a su rendimiento, por lo que también hay responsabilidad de los padres de familia que deben ayudar a complementar la dieta de los menores, teniendo en cuenta que lo que se ofrece en los colegios solo es un suplemento alimenticio.

El año pasado el PAE en el Cesar quedó desfinanciado antes de terminar el primer semestre, afectando a alrededor de 150 mil estudiantes. Las cuentas en materia de educación nunca son claras ni justas, siempre queda faltando, y los más afectados son los estudiantes, que año tras años padecen por lo mismo.

A la fecha la Secretaría de Educación de Valledupar solo ha podido definir el aseo y servicios generales de las instituciones educativas, pero siguen en espera el PAE y el transporte para las zonas rurales.

Para empeorar el panorama, si no se soluciona la falta de pago de las primas de antigüedad al magisterio en la capital cesarense, lo más probable es que las clases no inicien el 5 de febrero como está previsto. El sindicato de los educadores advirtió que si no se realiza el pago pendiente podría iniciarse una asamblea permanente que retrasaría el calendario.

Esperamos que las negociaciones con el magisterio se hagan con la suficiente antelación para que se logre un acuerdo, porque con las contrataciones de los servicios complementarios lo más probable es que se repita la historia de todos los años.