Publicidad
Categorías
Categorías
General - 4 enero, 2016

Corregimientos del norte sin agua, ni vías

El gobierno del alcalde Augusto Daniel Ramírez Uhía tiene la oportunidad de devolverle la importancia a los corregimientos de Valledupar, hoy están en estado crítico.

Esta es la vía que conecta a los corregimientos de Guacoche y Guacochito, no todos los vehículos pueden transitar por la zona debido al mal estado de la carretera. EL PILÓN / Jaider Santana.
Esta es la vía que conecta a los corregimientos de Guacoche y Guacochito, no todos los vehículos pueden transitar por la zona debido al mal estado de la carretera. EL PILÓN / Jaider Santana.
Boton Wpp

Un panorama crítico es el de los corregimientos del norte de Valledupar, especialmente El Jabo, Guacoche y Guacochito, en materia de vías, servicios públicos y seguridad; la principal problemática en estas tres poblaciones es la falta de agua, seguido por el precario estado de las vías y ahora se suma el robo de ganado en algunas fincas.

Valledupar tiene un potencial interesante en la zona corregimental, este es el quinto municipio de Colombia con mayor extensión territorial con 4.493 kilómetros cuadrados, compartidos en 25 corregimientos y 102 veredas, diferentes fuentes hídricas aunque hoy cuentan con poco caudal, y todos los pisos térmicos. Sin embargo, en los últimos años el gobierno municipal apartó la mayoría de inversiones en estos territorios.

Argemiro Quiroz, líder en Guacoche, aseguró que el alcalde Augusto Ramírez Uhía y el gobernador Francisco Ovalle Angarita se comprometieron en campaña a intervenir estos corregimientos.

“En el último gobierno no cumplieron con el deber que tenía con esta zona rural, no se logró conectar plenamente a Guachochito, Guacoche y El Jabo con Valledupar, esa vía principalmente en época de invierno es intransitable.

Esta es una queja constante a través de oficios, medios de comunicación y no pasó nada”, declaró Quiroz.

Es tan complicada la situación en las tres poblaciones, que diariamente los habitantes deben llevar desde la capital del Cesar el agua en canecas y abastecerse en grandes cantidades porque de lo contrario no pueden sobrevivir.

Son unas cuatro mil personas que piden con urgencia la intervención del gobierno local y así tener mejor conexión con Valledupar. “La principal actividad ahora de estos corregimientos es el material de arrastre, el 90 % de las construcciones en Valledupar se hacen con arena del río Cesar extraída por Guacoche y Guacochito, entonces es una vía que genera desarrollo y progreso a la ciudad; en el ámbito productivo y agrícola, nos ha dado duro la falta de agua. Le pedimos al gobernador que a través de pozos profundos mejore a los pequeños productores de estas comunidades”, explicó Argemiro Quiroz.

Se repite la historia
Esta situación es repetible todos los años, los corregimientos son un paraíso, un alma pasiva frente a tanto caos vehicular y zozobra que se vive en la capital del Cesar, pero problemas de saneamiento básico son los encargados de quitarle parte de esa calma a los residentes de las poblaciones. En Guacoche, Los Corazones, Río Seco, Patillal, Badillo, Las Raíces, el agua cuando llega es para uso doméstico, regar las plantas y cultivos, de otro modo no puede ser utilizada, simplemente porque no hay plantas de tratamientos que garanticen el resultado de un buen líquido.

En el norte de Valledupar recibían el agua producto de un acueducto regional, hace varios años quedaron sin la prestación de este servicio y por causa del intenso verano la reducción del caudal en los ríos Badillo y Río Seco ha hecho más grave la crisis.

Los únicos que llevan agua a estas poblaciones son los voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Valledupar, por medio de carros cisternas surten con el preciado líquido a la comunidad en algunos días de la semana.

En Los Corazones, sus habitantes cancelan dos mil pesos mensuales y compran los químicos e insumos para la planta de tratamiento.

Por Carlos Mario Jiménez
[email protected]

 

General
4 enero, 2016

Corregimientos del norte sin agua, ni vías

El gobierno del alcalde Augusto Daniel Ramírez Uhía tiene la oportunidad de devolverle la importancia a los corregimientos de Valledupar, hoy están en estado crítico.


Esta es la vía que conecta a los corregimientos de Guacoche y Guacochito, no todos los vehículos pueden transitar por la zona debido al mal estado de la carretera. EL PILÓN / Jaider Santana.
Esta es la vía que conecta a los corregimientos de Guacoche y Guacochito, no todos los vehículos pueden transitar por la zona debido al mal estado de la carretera. EL PILÓN / Jaider Santana.
Boton Wpp

Un panorama crítico es el de los corregimientos del norte de Valledupar, especialmente El Jabo, Guacoche y Guacochito, en materia de vías, servicios públicos y seguridad; la principal problemática en estas tres poblaciones es la falta de agua, seguido por el precario estado de las vías y ahora se suma el robo de ganado en algunas fincas.

Valledupar tiene un potencial interesante en la zona corregimental, este es el quinto municipio de Colombia con mayor extensión territorial con 4.493 kilómetros cuadrados, compartidos en 25 corregimientos y 102 veredas, diferentes fuentes hídricas aunque hoy cuentan con poco caudal, y todos los pisos térmicos. Sin embargo, en los últimos años el gobierno municipal apartó la mayoría de inversiones en estos territorios.

Argemiro Quiroz, líder en Guacoche, aseguró que el alcalde Augusto Ramírez Uhía y el gobernador Francisco Ovalle Angarita se comprometieron en campaña a intervenir estos corregimientos.

“En el último gobierno no cumplieron con el deber que tenía con esta zona rural, no se logró conectar plenamente a Guachochito, Guacoche y El Jabo con Valledupar, esa vía principalmente en época de invierno es intransitable.

Esta es una queja constante a través de oficios, medios de comunicación y no pasó nada”, declaró Quiroz.

Es tan complicada la situación en las tres poblaciones, que diariamente los habitantes deben llevar desde la capital del Cesar el agua en canecas y abastecerse en grandes cantidades porque de lo contrario no pueden sobrevivir.

Son unas cuatro mil personas que piden con urgencia la intervención del gobierno local y así tener mejor conexión con Valledupar. “La principal actividad ahora de estos corregimientos es el material de arrastre, el 90 % de las construcciones en Valledupar se hacen con arena del río Cesar extraída por Guacoche y Guacochito, entonces es una vía que genera desarrollo y progreso a la ciudad; en el ámbito productivo y agrícola, nos ha dado duro la falta de agua. Le pedimos al gobernador que a través de pozos profundos mejore a los pequeños productores de estas comunidades”, explicó Argemiro Quiroz.

Se repite la historia
Esta situación es repetible todos los años, los corregimientos son un paraíso, un alma pasiva frente a tanto caos vehicular y zozobra que se vive en la capital del Cesar, pero problemas de saneamiento básico son los encargados de quitarle parte de esa calma a los residentes de las poblaciones. En Guacoche, Los Corazones, Río Seco, Patillal, Badillo, Las Raíces, el agua cuando llega es para uso doméstico, regar las plantas y cultivos, de otro modo no puede ser utilizada, simplemente porque no hay plantas de tratamientos que garanticen el resultado de un buen líquido.

En el norte de Valledupar recibían el agua producto de un acueducto regional, hace varios años quedaron sin la prestación de este servicio y por causa del intenso verano la reducción del caudal en los ríos Badillo y Río Seco ha hecho más grave la crisis.

Los únicos que llevan agua a estas poblaciones son los voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Valledupar, por medio de carros cisternas surten con el preciado líquido a la comunidad en algunos días de la semana.

En Los Corazones, sus habitantes cancelan dos mil pesos mensuales y compran los químicos e insumos para la planta de tratamiento.

Por Carlos Mario Jiménez
[email protected]