No echemos al olvido los temas de las tarteadas, de las estudiantes prepagos, de los pastillas alucinógenas, de los licores a menores y finalmente la distribución de drogas, son hechos que deben ser denunciados.

Aquí en Valledupar, no es un secreto todo esto, que está sucediendo y que ha sido denunciado muchas veces por el diario El Pilón. Muchos jovencitos son adictos, agréguenles a esto la venta de licores a menores. La droga está más presente en la vida de muchas familias de estratos bajo y altos. Sin darse cuenta, muchas de ellas han permitido que las drogas entren a sus hogares porque no han trabajado suficientemente la estabilidad y fuerza de la familia.

Seguimos dominados por luchas de poder entre los padres, que llevan discordia, conflictos y separaciones. Seguimos en mano de la torpeza emocional, la cual nos impide expresar bien el amor. Esto vuelve vulnerable a nuestros hijos a cualquier cosa inclusive a la droga.

Inicialmente, un joven prueba la droga por curiosidad; por experimentar y arriesgar que son conductas propias del adolescente. Es fácil iniciarse porque al principio los desinhibe, les quita temores y les da una falsa seguridad. Lo difícil viene después, cuando se depende de la droga para vivir. Los jóvenes se sienten invencibles y creen que ellos podrán controlar este consumo aparentemente inocente, pero terriblemente peligroso a la larga. Sólo aquél que ha vivido la narcodependencia sabe el sufrimiento que esto implica. El adicto es un enfermo grave. No creo que nadie quiera eso para sus hijos. Criar bien, tener presencia, dar testimonio en nuestra vida, apoyar en los momentos difíciles, enseñar el manejo de las emociones y sobre todo, tolerar las diferencias, son algunas de las fórmulas que nos permiten vislumbrar un futuro sano para nuestros hijos. Por eso, en el seno de la familia debemos dar la pelea. El Gobierno debe enfrentar estos problemas con algunas estrategias normativas como cursos de prevención al menor que consuma alcohol en presencia de sus padres.

El control de las drogas se viene ejerciendo por parte de la Policía en cabeza de nuestro eficiente y distinguido comandante del Departamento de la Policía Cesar coronel Lácides Ramos Blanco. El balance ha sido hasta ahora positivo. Con relación a la lucha contra el narcotráfico, la Policía ha venido realizando allanamientos en viviendas y establecimientos públicos que han permitido la captura de varios facinerosos por el delito de tráfico de estupefacientes y la incautación de clorhidrato de cocaína, marihuana, bazuco, base de coca y éxtasis, entre otros.

Y como es mi costumbre, trataré otros temitas: La semana pasada, más exactamente el 31 de mayo, a las 4:30 en el Teatrino se inauguraron las obras de ampliación, adecuación de autos para postgrados y obras de urbanismo de la Universidad Popular del Cesar, obras realizadas por la Gobernación del Departamento del Cesar. La inauguró el señor Gobernador Franco Ovalle Angarita. Hicieron presencia destacadas personalidades, entre ellas, el Rector de la UPC Enrique Meza Daza, Jaime Murgas Arzuaga, José Alberto Herazo Molina, Federico Martínez, entre otros.

En estos últimos días se destacan: el señor Gobernador Franco Ovalle Angarita, el coronel Lácides Ramos Blanco y Enrique Meza Daza rector de la UPC.

Se rajaron: como de costumbre el Tránsito por el desorden de la ciudad en movilidad, el director de Espacio Público, sigue la invasión de vendedores ambulantes y estacionarios sobre los andenes y calzadas de la Carrera 7 (Calle del Cesar) y calles aledañas. ¿Hasta cuándo? Al señor Director debe darle pena con el Alcalde, pues las críticas las recibe él. Por eso lo tiene a usted para que corrija esas anomalías.

Postdata: mis felicitaciones para la amiga Geonellys quien recibió el título de Fisioterapeuta. Título que le confiere el Ministerio de Educación por intermedio de la UDES. Es hija del exsenador Óscar Gómez Britto y Nellis Peñaloza. Felicitaciones.