El vertiginoso avance de la modernización tecnológica de los medios de comunicación social, especialmente las redes, propias del mundo virtual, han atrapado en gran porcentaje la conciencia de los seres humanos: niños, jóvenes, incluso adultos. Si bien es cierto que las redes nos muestran el mundo al instante; también es cierto que ese facilismo de […]
El vertiginoso avance de la modernización tecnológica de los medios de comunicación social, especialmente las redes, propias del mundo virtual, han atrapado en gran porcentaje la conciencia de los seres humanos: niños, jóvenes, incluso adultos.
Si bien es cierto que las redes nos muestran el mundo al instante; también es cierto que ese facilismo de darlo casi todo, es nocivo, obstruye y de qué manera el potencial investigativo de los jóvenes. Esto conlleva a que el menor lo tiene todo en sus manos, abreviado, explicado; coartando la creatividad, el ingenio, la suspicacia y limita la capacidad analítica. Antes era fácil ver a una persona leyendo un libro, bien por decisión propia o estudiantes averiguando trabajos de investigación; hoy no, hoy el mundo virtual lo ofrece casi todo ¿Será esto bueno? La inmediatez, innovación y modernismo no es malo; lo malo es la forma como se está robotizando el ser humano; se está perdiendo el dialogo; los jóvenes ya no interactúan, son unos auténticos esclavos de las redes. Se han perdido los contertulios, las buenas charlas, el dialogo ameno; es como si existiese un nuevo hombre o mujer electrónico (a).
Hay un facilismo extremo. Por eso hoy es difícil encontrar en una corporación pública, integrantes que manejen la oratoria; si no hay lectura esta no aparecerá.
Las redes sociales como su nombre lo dicen, atrapan, seducen, inducen, esclavizan y convierten al ser humano en pasivo. El ser humano dejó la lectura y lo atrapó la parte gráfica, las imágenes en movimiento. Padres de familia, docentes y estudiantes en las diferentes instituciones educativas, deben avanzar dentro de un proceso de organización académica e intelectual, que prepare al colectivo en la ejecución de actos que tengan sintonía con su misión de ser; en este caso la educación; es decir, crear escenarios que permitan una mejor dinámica de civismo y cultura dentro y fuera de la comunidad. Esas reflexiones priorizan el abordaje de un análisis crítico de mayor concientización. En este sentido se requiere construir los valores primarios como motores de progreso, para que no sean desviados hacia manifestaciones indebidas y perversas que descontextualizan los principios éticos y valores morales en un abrir y cerrar de ojos.
Estamos de acuerdo que a menores de 14 años no se les permita el uso de celulares de alta gama y computadores con acceso a internet; salvo que estén asesorados por tutores o sus padres. Muchas familias afectadas, han manifestado cambios de comportamiento en la actitud de los niños y adolescentes por este uso. Nos preguntamos. ¿Qué no harán niños (as) a espaldas de sus padres, sobre todo en horas de la noche, observando material pornográfico?
Progenitores que no corrijan oportunamente, mañana lo lamentarán.
Cerrando, quiero resaltar el hecho que padres e hijos se dan abrazos en casa, luego de semanas de no comunicarse. ¿Qué pasó? Se había ido la señal de internet.
Por Jairo Franco Salas
El vertiginoso avance de la modernización tecnológica de los medios de comunicación social, especialmente las redes, propias del mundo virtual, han atrapado en gran porcentaje la conciencia de los seres humanos: niños, jóvenes, incluso adultos. Si bien es cierto que las redes nos muestran el mundo al instante; también es cierto que ese facilismo de […]
El vertiginoso avance de la modernización tecnológica de los medios de comunicación social, especialmente las redes, propias del mundo virtual, han atrapado en gran porcentaje la conciencia de los seres humanos: niños, jóvenes, incluso adultos.
Si bien es cierto que las redes nos muestran el mundo al instante; también es cierto que ese facilismo de darlo casi todo, es nocivo, obstruye y de qué manera el potencial investigativo de los jóvenes. Esto conlleva a que el menor lo tiene todo en sus manos, abreviado, explicado; coartando la creatividad, el ingenio, la suspicacia y limita la capacidad analítica. Antes era fácil ver a una persona leyendo un libro, bien por decisión propia o estudiantes averiguando trabajos de investigación; hoy no, hoy el mundo virtual lo ofrece casi todo ¿Será esto bueno? La inmediatez, innovación y modernismo no es malo; lo malo es la forma como se está robotizando el ser humano; se está perdiendo el dialogo; los jóvenes ya no interactúan, son unos auténticos esclavos de las redes. Se han perdido los contertulios, las buenas charlas, el dialogo ameno; es como si existiese un nuevo hombre o mujer electrónico (a).
Hay un facilismo extremo. Por eso hoy es difícil encontrar en una corporación pública, integrantes que manejen la oratoria; si no hay lectura esta no aparecerá.
Las redes sociales como su nombre lo dicen, atrapan, seducen, inducen, esclavizan y convierten al ser humano en pasivo. El ser humano dejó la lectura y lo atrapó la parte gráfica, las imágenes en movimiento. Padres de familia, docentes y estudiantes en las diferentes instituciones educativas, deben avanzar dentro de un proceso de organización académica e intelectual, que prepare al colectivo en la ejecución de actos que tengan sintonía con su misión de ser; en este caso la educación; es decir, crear escenarios que permitan una mejor dinámica de civismo y cultura dentro y fuera de la comunidad. Esas reflexiones priorizan el abordaje de un análisis crítico de mayor concientización. En este sentido se requiere construir los valores primarios como motores de progreso, para que no sean desviados hacia manifestaciones indebidas y perversas que descontextualizan los principios éticos y valores morales en un abrir y cerrar de ojos.
Estamos de acuerdo que a menores de 14 años no se les permita el uso de celulares de alta gama y computadores con acceso a internet; salvo que estén asesorados por tutores o sus padres. Muchas familias afectadas, han manifestado cambios de comportamiento en la actitud de los niños y adolescentes por este uso. Nos preguntamos. ¿Qué no harán niños (as) a espaldas de sus padres, sobre todo en horas de la noche, observando material pornográfico?
Progenitores que no corrijan oportunamente, mañana lo lamentarán.
Cerrando, quiero resaltar el hecho que padres e hijos se dan abrazos en casa, luego de semanas de no comunicarse. ¿Qué pasó? Se había ido la señal de internet.
Por Jairo Franco Salas