Este miércoles 7 de mayo con la primera fumata correspondiente al cónclave, inició la elección más misteriosa y secreta del mundo que ha sido registrada en novelas, cuentos y hasta en el cine.  En la primera votación se emitió humo negro, lo que significa que no ha habido un consenso entre los 133 cardenales que desde la Capilla Sixtina elegirán al 267º sucesor de San Pedro, el cual definirá el futuro de la Iglesia y de 1.400 millones de católicos.

El cónclave inició con la misa ‘Pro Eligiendo Pontífice’ que comenzó a las 3 a. m. (hora Colombia), 10 a. m. (hora de Ciudad del Vaticano), la cual marcó el comienzo del proceso de elección del próximo papa.Después de esta homilía, los cardenales se encerraron en la Capilla Sixtina a las 9:30 a. m. (hora Colombia), 4:30 p. m. (hora Ciudad del Vaticano).

En esta elección, Colombia participa con el voto del cardenal Luis José Rueda, arzobispo de Bogotá, quien por primera vez hace presencia en el cónclave. Con esto Colombia completa siete participaciones en este evento que ha reunido a cardenales de 70 países. 

Siendo este el cónclave con mayor número de participantes que jamás se haya celebrado. Hasta ahora el récord de participantes era de 115 electores (en 2005 y 2013). Además, nunca habían participado purpurados de tantos países. El cónclave con mayor variedad hasta ahora era el de 2005, en el que votaron ‘príncipes de la iglesia’ de 52 naciones.

¿Quién preside la elección?

El responsable de presidir todo el proceso de elección es el cardenal italiano, Pietro Parolin, como senior del Colegio de cardenales. A él le corresponde guiar las oraciones y preguntar al candidato que sea elegido papa si acepta la elección.

¿Quiénes participan?

En el cónclave pueden entrar sólo los cardenales menores de 80 años, que son los electores. El resto de purpurados no serán informados de la marcha de los escrutinios y lo seguirán desde el exterior. Los electores provienen de 70 países distintos, frente a los 48 que participaron en la elección de Francisco en 2013. 

Europa sigue siendo el continente más representado, con 53 cardenales, seguida por Asia (23), África (18), Sudamérica (17), Norteamérica (16), Centroamérica (4) y Oceanía (4). Entre las nacionalidades, los italianos conforman el grupo más numeroso, con 17 representantes, seguidos por Estados Unidos, con 10, y Brasil, con 7.

La papeleta 

Una vez iniciadas las deliberaciones, se aplica la fórmula ‘Extra omnes’, (todos fuera’) ordenando el desalojo en la Capilla Sixtina de cualquier persona ajena al proceso. En ese momento, los cardenales quedan encerrados ‘cum clave’ (bajo llave), sin celulares, dispositivos electrónicos y sin ninguna conexión con el mundo más allá de los muros del Vaticano.

Cada votación se realiza mediante una papeleta en la que los cardenales escriben en latín las palabras ‘Eligo in Summum Pontificem’ (‘Elijo como Sumo Pontífice’) y el nombre de su candidato. Estas papeletas son recogidas y luego quemadas, generando la fumata, (humo), negro si no hay consenso y blanco si ‘Habemus Papam’. El humo sale de la chimenea de la capilla.

El primer día se informó que solo habría una sola votación y, en los días posteriores, se celebrarán hasta cuatro votaciones diarias, divididas entre la mañana y la tarde.

¿Cómo se hace el recuento de votos?

Lo realizan tres cardenales escrutadores elegidos por sorteo. Una vez que todos los electores hayan votado, el primer escrutador agita varias veces la urna para mezclar las papeletas. A continuación, el tercer escrutador cuenta las papeletas, extrayéndolas de manera visible una a una de la urna y colocándolas en otro recipiente vacío, ya preparado para ello. Si el número de las papeletas no corresponde al número de los electores, se queman todas y se procede inmediatamente a una segunda votación, sin abrir ninguna.

Durante el recuento, el primer cardenal abre la papeleta, mira el nombre que hay escrito y luego la pasa al segundo. El segundo la lee y la pasa al tercero; y el tercer escrutador lee el nombre en voz alta para que lo escuchen todos los electores.

Para confirmar que un voto ha sido contado, se usa una aguja e hilo para atravesar la papeleta por el centro. Al final, todas las papeletas contadas quedan cosidas en ese hilo. Una vez concluido el recuento, en todo caso, lo revisan otros tres cardenales diferentes, elegidos también por sorteo.

¿Cuánto tiempo tienen los cardenales para elegir un nuevo papa?

No existen plazos. Sin embargo, si después de tres días de votaciones no se ha elegido a ninguno, éstas se suspenden por un día, para dar paso a una pausa de oración, de libre coloquio entre los votantes y de una breve exhortación espiritual hecha por el primer cardenal del orden de los diáconos, Dominique Mamberti. En este caso, harían la pausa este domingo 11 de mayo.

Si después de otros siete escrutinios (total, 19-20 votaciones), el martes 13 por la tarde, aún no hubieran elegido un papa, se hace otra pausa de oración, de coloquio, e imparte una exhortación el primer cardenal del orden de los presbíteros, Vinko Puljić. Entonces, podrán volver a votar el miércoles por la tarde.

Si después de otros siete escrutinios (total acumulado, 26-27 votaciones) el viernes próximo 16 de mayo no hubieran alcanzado a un resultado positivo, comienza otra pausa de oración, de coloquio y de exhortación, en la que el primer cardenal del orden de los obispos, Pietro Parolin, hace una predicación sobre la delicadeza del momento que están atravesando.

Si después de otras siete votaciones no hay resultado, y ya estaríamos en el domingo 18 o lunes 19 de mayo, Benedicto XVI estableció que se dedique un día completo a la oración, a la reflexión y al diálogo, y que a partir de entonces, el martes 21 de mayo, en las sucesivas votaciones, se deban elegir sólo entre los dos candidatos que en la última elección hayan tenido más votos, y que no podrán votar.

¿Cuántos votos se necesitan para ser elegido papa?

Para ser elegido papa se necesitan al menos dos tercios de los votos de los participantes. Cómo participan 133, el total de votos necesarios serían 89.

¿Por qué se encierran en la Capilla Sixtina?

Juan Pablo II estableció que el cónclave se debía realizar en la Capilla Sixtina para que los frescos de Miguel Ángel les recuerden a los cardenales que Dios les pedirá cuentas del nombre que pongan en la papeleta. La elección del lugar permite que los cardenales voten aislados y sin peligro de intromisiones.

Por Namieh Baute Barrios