“Con la renuncia de Jaime González a la candidatura de la alcaldía de Valledupar, pierde el debate a un hombre honesto, preparado y decente… pa’lante Jaime, con fuerza y convicción”.
Inicio esta nota abriendo comillas, para resaltar las palabras del periodista Carlos Cadena Beleño, director del programa ‘La verdad y punto’ que se emite por la emisora Radio Guatapurí; quien a través de un twitter conceptuó sobre el caso de Jaime.
No pudo ser dicho de mejor forma la síntesis de una situación que nos ha dolido de manera especial.
Es frustrante, de verdad lo es, hacer un análisis y concluir que las mafias, los dueños de los miles de millones de pesos, son los dueños absolutos del poder político y los únicos que pueden aprobar nombres o reconvenir programas de gobiernos para alcaldías, gobernaciones y presidencia. Desde luego pasando por los aspirantes al Congreso de la República, a las asambleas y concejos municipales.
Al paso que vamos hasta para los concejos se necesitará la aprobación de estos desmadrados. Los ediles y presidentes de la jac también terminarán en esa atarraya.
Es patético ver cómo se argumentan cosas en contra de unos y otros; y se insultan entre candidatos a las corporaciones públicas, pero, además, estas situaciones se trasladan a los seguidores de manera desalmada. Desplazaron los insultos al debate de ideas.
Y nos hundimos en discusiones de ideales ajenos o superfluos, a veces desconociendo su esencia su valor de fondo, y mientras eso sucede, pues a eso nos conducen, otros sencillamente cuadran componendas; ofrecen espejitos para quedarse con el oro. Nos roban de manera descarada y feroz.
Hipotecan el fisco del municipio y montan al que más garantía les brinde para recuperar multiplicado lo que invierten, como un mercado impuro y descalificador.
Pragmatismo o ineficiencia, es sobre estos pilares sobre los cuales se debe basar el análisis de la gestión pública y sopesar allí la capacidad que debe tener el escogido, a quien nosotros debemos apoyar por ese aforo de gestión, de honestidad, de consensos y resultados. No por otra cosa,
Jaime González Mejía, nuestro excelso candidato, de mis afectos y entrañable cercanía al corazón, un hombre probo; tuvo la gallardía, el valor civil, la suficiente entereza, para decirle no a esos corruptos y prefirió someterse al escarnio público, al juicio indolente de los fanáticos, de los que se venden al mejor postor por un tamal, o una teja. O de aquellos que se crean con mejor hoja de vida que el resto de la humanidad.
La gente se radicaliza y eso los lleva a sentir más poder, me monto en el bus ganador, porque eso me hace sentir importante: gané. más allá del poder de la razón.
Pero debemos hablar de la meritocracia, como la esencia de que todos nos merecemos la oportunidad, vengas de donde vengas, valdrá más esa capacidad y el esfuerzo por el bien común que los nombres de los poderosos en tu lista de contactos; eso es, no es otra cosa, la cara opuesta del nepotismo, vapuleada tanto la primera como exaltada la segunda.
Tomo las banderas de la ideología de Jaime y te digo a ti, que tienes el poder de decidir con el voto, el mayor obstáculo de un pobre para dejar de serlo, no es el empresario que deriva su riqueza de la ética, sino el político corrupto a expensas de su sacrificio. Te queremos Jaime, Dios contigo. Sólo Eso.
Por: Eduardo Santos Ortega Vergara.