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Informes Especiales - 27 enero, 2017

En Codazzi, invadieron lote contaminado con plaguicidas

Más de 200 familias habitan en un lote que tiene 1.900 metros cúbicos de suelos contaminados con químicos que eran utilizados para los cultivos de algodón. Los invasores están en riesgo porque los terrenos no pueden ser habitables, según el Ministerio de Ambiente.

Un incesante olor a químico nos recibió, al pasar el portón metálico, las familias que estaban escarbando el suelo para luego clavar troncos que sirven como base para los ranchos, murmuraron y se preguntaron sobre los extraños que llegaban al predio de las antiguas instalaciones del Colegio Antonio Galo Lafaurie, donde hoy hay un asentamiento humano ilegal con más de 200 familias.

El predio está invadido de veneno. La tierra quedó contaminada desde que las empresas productoras de algodón, dejaron enterrados barriles repletos de químicos al interior de los cerca de 1.900 metros cuadrados del terreno, que tienen 1.925 centímetros cúbicos de Dicloro Diifenil Tricloroetano y Toxafeno, según información plasmada en el informe de Consolidación del Inventario Nacional de Plaguicidas, COP, hecho por el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial.

Los líderes de la invasión, quienes no quisieron revelar su identidad por temor a que las autoridades policivas y administrativas tomen represalias en su contra, replican en coro que no sienten contaminación, a pesar de que con simplemente respirar se sientan olores tóxicos en el ambiente.

Niños, madres cabezas de hogar y hasta ancianos, invadieron dos predios en Codazzi, uno de ellos está cargado con plaguicida que quedó enterrado desde la bonanza algodonera. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.

Salones de clases destruidos, huecos por todas partes del suelo, árboles de cañaguates que con sus flores adornan el agreste territorio que ha sido golpeado por el olvido estatal y las malas prácticas ambientales como quemas, son el escenario que encontró EL PILÓN en este sitio. Bajo la fuerte temperatura del mediodía, la polisombra y la tela, son el refugio para las madres que junto a sus hijos piden un pedazo de tierra para construir una vivienda.

En Villa Yuri, como llaman a la invasión, los terrenos tienen seis metros de ancho por 10 metros de largo, donde sencillamente el arquitecto Edgar Cárdenas Martínez, dice que podrían construirse una sala – comedor, una cocina, dos habitaciones y un baño.

En total el Cesar tiene 2.044 metros cúbicos de suelo contaminado con COP, entre los municipios de Agustín Codazzi (1.983) y El Copey (61). EL PILÓN / Joaquín Ramírez.

“Nadie ha llegado del municipio a este predio, nosotros lo limpiamos de la maleza que tenía, con machete, hacha, pala y pico. Contratamos a un topógrafo para que midiera los predios, así es que aquí todos somos líderes”, dijo una madre cabeza de hogar.

Al costado derecho del predio invadido, que pertenece al Municipio de Agustín Codazzi, está ubicado Villa Veneno o 5 de diciembre, sitio que también fue invadido hace más de 12 años y que alberga más de 1.000 familias en la actualidad.

“Los herbicidas que se utilizaban para el algodón quedaron aquí; la bonanza algodonera inició en 1965 y terminó por allá en 1990, más o menos 25 años. Aquí si hay veneno, eso es real, pero a la gente de Villa Veneno no le ha pasado nada, nadie se ha muerto, así que esperemos en este sitio no pase nada”, declaró José Reyes, un hombre nacido en San Diego, pueblo vecino de Codazzi, a donde llegó hace 50 años.

En el informe de Consolidación del Inventario Nacional de Plaguicidas, COP, hecho por el Ministerio de Ambiente, quedó establecido que en el predio invadido por familias que dicen ser desplazadas, víctimas de la violencia y de escasos recursos, existe presencia de sustancias que representan alto riesgo para la salud y el ambiente, entre las cuales se encuentran nueve plaguicidas organoclorados, dadas sus características de toxicidad, estabilidad y persistencia.

El objetivo de este inventario fue actualizar y consolidar la información relacionada con las existencias en el país de los plaguicidas COP (Aldrín, Dieldrín, Endrin, Clordano, Heptacloro, Hexaclorobenceno, Mirex, Toxafeno y DDT).

En esta investigación se confirmó la presencia de suelo contaminado en los departamentos de Cesar (el cual posee la mayor cantidad), Bolívar, Tolima y Atlántico. La ubicación de estos sitios coincide con las zonas algodoneras del país.

En total el Cesar tiene 2.044 metros cúbicos de suelo contaminado con COP, entre los municipios de Agustín Codazzi (1.983) y El Copey (61).

El manejo del cultivo de algodón fue el más complejo en el país, razón por la cual se constituyó en el principal consumidor de plaguicidas tipo COP en la década de los ochenta. El fenómeno de proliferación de plagas en este cultivo se agravó por el manejo que algunos agricultores dieron al cultivo, al no destruir al final de la cosecha los residuos denominados socas, las cuales facilitaban que las plagas se albergaran allí y se mantuvieran hasta la cosecha siguiente, cuando nuevamente atacaban.

Villa Coral, esta invasión nació hace 10 días y se ubica en el terreno donde funcionaba la Corporación Algadonera del Litoral. Más de 400 familias habitan el predio de propiedad de un particular de Codazzi. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.

Los insectos-plaga del cultivo del algodón son: Agrotis ipsilon o gusano tierrero, Spodoptera o gusano cogollero y tierrero, Feltia o gusano tierrero, Sacadodes pyralis o gusano rosado colombiano, Pectinophora gossipyella o gusano alambre, Heliothis virescens o gusano bellotero, Anthonomus grandis o picudo del algodonero, y Trichoplusia ni o gusano medidor.
Existe contaminación: Corpocesar

El director de la Corporación Autónoma Regional del Cesar (Corpocesar), Kaleb Villalobos Brochel, advirtió que en Agustín Codazzi y El Copey, por ser zonas algodoneras, funcionaron en algunos lugares la Federación de Algodoneros.

“En ese lote que está en mención en Codazzi, la Corporación Autónoma con estudios que ha realizado ha encontrado canecas con plaguicidas, eso hizo que nos pronunciáramos y vía resolución se le notificó a la Alcaldía de Codazzi que estos predios no eran aptos para la vida humana, es decir, no son útiles para establecer allí urbanizaciones, ni colegios y mucho menos centros asistenciales”, declaró Villalobos Brochel.

Para Corpocesar, en el predio ubicado en el antiguo Itagro, ubicado a la salida que va desde Codazzi hasta el corregimiento de Casacará, existen riesgos de adquirir contaminación ya sea respiratoria o vía terrestre.

“Para saber si en estos momentos se pueden establecer asentamientos humanos, habría que actualizar estudios, pero mientras no suceda la posición nuestra es que las personas no pueden estar allí porque corren riesgo de que existan problemas de salud pública, incluso riesgo de envenenamiento, especialmente poblaciones más vulnerables como niños y personas de la tercera edad”, agregó Villalobos Brochel.

El funcionario le hizo un llamado al alcalde Luis Peñalosa, para que utilice el Plan de Ordenamiento Territorial como instrumento, así como los pronunciamientos de la corporación, para persuadir a las comunidades que no pueden habitar esa parte del municipio.

La otra invasión

Agustín Codazzi es un municipio ubicado en el centro del Cesar, tiene 54 barrios formalmente constituidos y habitan cerca de 90 mil personas, pero tiene cuatro invasiones: La Guitarra, Villa Veneno, Villa Yuri y Villa Coral, esta última nació hace 10 días en toda la carrera 30 con carrera 16 (porque pasa de lado a lado la carretera principal que comunica a Codazzi con el interior del país) y se ubica en el terreno donde funcionaba la Corporación Algadonera del Litoral.

Wendys Marín Quintero, líder del lugar, explicó a EL PILÓN que la intención de las cerca de 400 familias que invadieron el lugar, solicitan vivienda digna.

Este hombre discapacitado cava sobre los suelos contaminados del antiguo Itagro, donde más de 200 familias invadieron el predio que pertenece al municipio de Codazzi. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.

“Tenemos cuatro administraciones desde el doctor Tomás ‘El Negro’ Ovalle hasta el señor Luis Peñalosa, y no tenemos una vivienda para vivir. Estamos invadiendo para que la administración nos ayude. Aquí hay madres cabezas de hogar, familias desplazadas por la violencia y pertenecemos a la Red Unidos. Pedimos que si no pueden negociar estos predios, que haya una reubicación real, no como nos mandó a decir el señor alcalde que llenáramos unas carpetas para aspirar a un subsidio de vivienda, donde ya están regaladas”, declaró Marín Quintero.

 

La mujer sostuvo que en ese predio no existe riesgo de contraer enfermedades por plaguicidas.

“Hubo un desalojo por el representante de la dueña (del predio), que llegó con unos policías para que fuéramos a negociar, pero no salieron con nada. Este es un predio privado, las antiguas instalaciones del Itagora es público. Hacemos un llamado a la alcaldía para que solucione los subsidios de vivienda, porque estamos cansados de pagar arriendo”, acotó la líder comunitaria.
Este sitio cuenta con más de nueve hectáreas, las personas decidieron tomar un área de seis metros de ancho por 10 y hasta 15 metros de largo.

Cuando EL PILÓN llegó al predio, tres personas que dicen ser líderes tomaron un motocarro y huyeron con rumbo desconocido; después un hombre de tez morena, escondiendo su rostro, quiso intimidar con amenazas el cubrimiento que se hacía.

Es un negocio: alcalde

El alcalde Luis Peñaloza Fuente dijo que los invasores tienen un negocio, donde cercan los predios y después salen a venderlos entre $200.000 y $400.000 pesos. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.

El alcalde de Agustín Codazzi, Luis Peñaloza Fuentes, rechazó la invasión a los terrenos propiedad del municipio como es el del antiguo Itagro, y otro privado, donde funcionaba la Corporación Algodonera del Litora.

“Nosotros estamos haciendo lo que la ley nos faculta, ya instalamos las respectivas denuncias y próximamente deben darse unas capturas porque tenemos identificados a las personas que se han dedicado a esta clase de hechos ilícitos en el municipio”, dijo el mandatario.

Peñaloza Fuentes advirtió que en las instalaciones del antiguo Itagro, existen problemas de órganos fosforados, porque en el lugar funcionó Cenalgodón y hay químicos enterrados.

“La gente no entiende eso, sobretodo dicen que necesitan la vivienda y no es así, entre otras cosas preocupado porque ha llegado una ola de venezolanos que dicen ser colombianos y han generado todo esto”, puntualizó el burgomaestre.

Sobre las inversiones en el sector vivienda, el mandatario municipal declaró que entregará cerca de 1.000 viviendas gratis, para la población codacense.

“Ya se firmó el proyecto de las 200 viviendas por un monto de $10.000 millones inicialmente, aspiramos que este año se firmen las Vipas que son $15.000 millones y el próximo año, lleguen las otras 200 viviendas gratis por otros $10.000 millones y ver cómo implementamos unas que donará el señor Carlos Murgas, para las personas que no tienen casa en Codazzi”, señaló Peñaloza Fuentes.

Después de la bonanza algodonera

En la época dorada del algodón en Codazzi, denominada la ‘Capital Agro energética’ de Colombia, eran sembradas unas 70.000 hectáreas y la producción. Con la llegada de la apertura económica, el cambio climático, la violencia y las plagas, comenzó a disminuir la siembra. Ahora quedan alrededor de 400 hectáreas para la siembra.

La Central Algodonera, Cenalgodón, de la cual quedan las ruinas en Codazzi, funcionaba con cuatro desmotadoras, una báscula, y se generaban 125 empleos directos. Se requerían tres jornaleros por hectárea, lo que para la época demandaba unas 210 mil personas.

Entre 1991 y 1992 los productores perdieron más de $20.000 millones debido a las insuficientes medidas del gobierno para enfrentar la sequía del fenómeno de El Niño, la apertura de la economía, el recrudecimiento de la violencia y la aparición de cultivos ilegales a pocos kilómetros de allí, en la serranía de Perijá.

Cenalgodón cerró las desmotadoras en Valledupar, Bosconia, El Copey y Codazzi. Uno de esas productores perjudicados fue el acordeonero y compositor, Emiliano Zuleta Díaz, quien unos años antes se había retirado de la agrupación que conformaba con su hermano, Tomás Alfonso ‘Poncho’ Zuleta.

En Villa Yuri, ubicada sobre el antiguo Itagro, los predios invadidos tienen longitud de seis metros de ancho por 10 metros de largo y pueden construirse una sala – comedor, una cocina, dos habitaciones y un baño.

El alcalde de Codazzi, Luis Peñaloza Fuentes, declaró que entregará cerca de 1.000 viviendas gratis, para la población vulnerable.

Cenalgodón cerró las desmotadoras en Valledupar, Bosconia, El Copey y Codazzi. Uno de esas productores perjudicados fue el acordeonero y compositor, Emiliano Zuleta Díaz.

“En ese lote que está en mención en Codazzi, la Corporación Autónoma con estudios que ha realizado ha encontrado canecas con plaguicidas, eso hizo que nos pronunciáramos y vía resolución se le notificó a la alcaldía de Codazzi que estos predios no eran aptos para la vida humana”: Kaleb Villalobos.

“Aquí si hay veneno, eso es real, pero a la gente de Villa Veneno no le ha pasado nada, nadie se ha muerto, así que esperemos en este sitio no pase nada”: José Reyes.

Por Carlos Mario Jiménez
[email protected]

Informes Especiales
27 enero, 2017

En Codazzi, invadieron lote contaminado con plaguicidas

Más de 200 familias habitan en un lote que tiene 1.900 metros cúbicos de suelos contaminados con químicos que eran utilizados para los cultivos de algodón. Los invasores están en riesgo porque los terrenos no pueden ser habitables, según el Ministerio de Ambiente.


Un incesante olor a químico nos recibió, al pasar el portón metálico, las familias que estaban escarbando el suelo para luego clavar troncos que sirven como base para los ranchos, murmuraron y se preguntaron sobre los extraños que llegaban al predio de las antiguas instalaciones del Colegio Antonio Galo Lafaurie, donde hoy hay un asentamiento humano ilegal con más de 200 familias.

El predio está invadido de veneno. La tierra quedó contaminada desde que las empresas productoras de algodón, dejaron enterrados barriles repletos de químicos al interior de los cerca de 1.900 metros cuadrados del terreno, que tienen 1.925 centímetros cúbicos de Dicloro Diifenil Tricloroetano y Toxafeno, según información plasmada en el informe de Consolidación del Inventario Nacional de Plaguicidas, COP, hecho por el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial.

Los líderes de la invasión, quienes no quisieron revelar su identidad por temor a que las autoridades policivas y administrativas tomen represalias en su contra, replican en coro que no sienten contaminación, a pesar de que con simplemente respirar se sientan olores tóxicos en el ambiente.

Niños, madres cabezas de hogar y hasta ancianos, invadieron dos predios en Codazzi, uno de ellos está cargado con plaguicida que quedó enterrado desde la bonanza algodonera. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.

Salones de clases destruidos, huecos por todas partes del suelo, árboles de cañaguates que con sus flores adornan el agreste territorio que ha sido golpeado por el olvido estatal y las malas prácticas ambientales como quemas, son el escenario que encontró EL PILÓN en este sitio. Bajo la fuerte temperatura del mediodía, la polisombra y la tela, son el refugio para las madres que junto a sus hijos piden un pedazo de tierra para construir una vivienda.

En Villa Yuri, como llaman a la invasión, los terrenos tienen seis metros de ancho por 10 metros de largo, donde sencillamente el arquitecto Edgar Cárdenas Martínez, dice que podrían construirse una sala – comedor, una cocina, dos habitaciones y un baño.

En total el Cesar tiene 2.044 metros cúbicos de suelo contaminado con COP, entre los municipios de Agustín Codazzi (1.983) y El Copey (61). EL PILÓN / Joaquín Ramírez.

“Nadie ha llegado del municipio a este predio, nosotros lo limpiamos de la maleza que tenía, con machete, hacha, pala y pico. Contratamos a un topógrafo para que midiera los predios, así es que aquí todos somos líderes”, dijo una madre cabeza de hogar.

Al costado derecho del predio invadido, que pertenece al Municipio de Agustín Codazzi, está ubicado Villa Veneno o 5 de diciembre, sitio que también fue invadido hace más de 12 años y que alberga más de 1.000 familias en la actualidad.

“Los herbicidas que se utilizaban para el algodón quedaron aquí; la bonanza algodonera inició en 1965 y terminó por allá en 1990, más o menos 25 años. Aquí si hay veneno, eso es real, pero a la gente de Villa Veneno no le ha pasado nada, nadie se ha muerto, así que esperemos en este sitio no pase nada”, declaró José Reyes, un hombre nacido en San Diego, pueblo vecino de Codazzi, a donde llegó hace 50 años.

En el informe de Consolidación del Inventario Nacional de Plaguicidas, COP, hecho por el Ministerio de Ambiente, quedó establecido que en el predio invadido por familias que dicen ser desplazadas, víctimas de la violencia y de escasos recursos, existe presencia de sustancias que representan alto riesgo para la salud y el ambiente, entre las cuales se encuentran nueve plaguicidas organoclorados, dadas sus características de toxicidad, estabilidad y persistencia.

El objetivo de este inventario fue actualizar y consolidar la información relacionada con las existencias en el país de los plaguicidas COP (Aldrín, Dieldrín, Endrin, Clordano, Heptacloro, Hexaclorobenceno, Mirex, Toxafeno y DDT).

En esta investigación se confirmó la presencia de suelo contaminado en los departamentos de Cesar (el cual posee la mayor cantidad), Bolívar, Tolima y Atlántico. La ubicación de estos sitios coincide con las zonas algodoneras del país.

En total el Cesar tiene 2.044 metros cúbicos de suelo contaminado con COP, entre los municipios de Agustín Codazzi (1.983) y El Copey (61).

El manejo del cultivo de algodón fue el más complejo en el país, razón por la cual se constituyó en el principal consumidor de plaguicidas tipo COP en la década de los ochenta. El fenómeno de proliferación de plagas en este cultivo se agravó por el manejo que algunos agricultores dieron al cultivo, al no destruir al final de la cosecha los residuos denominados socas, las cuales facilitaban que las plagas se albergaran allí y se mantuvieran hasta la cosecha siguiente, cuando nuevamente atacaban.

Villa Coral, esta invasión nació hace 10 días y se ubica en el terreno donde funcionaba la Corporación Algadonera del Litoral. Más de 400 familias habitan el predio de propiedad de un particular de Codazzi. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.

Los insectos-plaga del cultivo del algodón son: Agrotis ipsilon o gusano tierrero, Spodoptera o gusano cogollero y tierrero, Feltia o gusano tierrero, Sacadodes pyralis o gusano rosado colombiano, Pectinophora gossipyella o gusano alambre, Heliothis virescens o gusano bellotero, Anthonomus grandis o picudo del algodonero, y Trichoplusia ni o gusano medidor.
Existe contaminación: Corpocesar

El director de la Corporación Autónoma Regional del Cesar (Corpocesar), Kaleb Villalobos Brochel, advirtió que en Agustín Codazzi y El Copey, por ser zonas algodoneras, funcionaron en algunos lugares la Federación de Algodoneros.

“En ese lote que está en mención en Codazzi, la Corporación Autónoma con estudios que ha realizado ha encontrado canecas con plaguicidas, eso hizo que nos pronunciáramos y vía resolución se le notificó a la Alcaldía de Codazzi que estos predios no eran aptos para la vida humana, es decir, no son útiles para establecer allí urbanizaciones, ni colegios y mucho menos centros asistenciales”, declaró Villalobos Brochel.

Para Corpocesar, en el predio ubicado en el antiguo Itagro, ubicado a la salida que va desde Codazzi hasta el corregimiento de Casacará, existen riesgos de adquirir contaminación ya sea respiratoria o vía terrestre.

“Para saber si en estos momentos se pueden establecer asentamientos humanos, habría que actualizar estudios, pero mientras no suceda la posición nuestra es que las personas no pueden estar allí porque corren riesgo de que existan problemas de salud pública, incluso riesgo de envenenamiento, especialmente poblaciones más vulnerables como niños y personas de la tercera edad”, agregó Villalobos Brochel.

El funcionario le hizo un llamado al alcalde Luis Peñalosa, para que utilice el Plan de Ordenamiento Territorial como instrumento, así como los pronunciamientos de la corporación, para persuadir a las comunidades que no pueden habitar esa parte del municipio.

La otra invasión

Agustín Codazzi es un municipio ubicado en el centro del Cesar, tiene 54 barrios formalmente constituidos y habitan cerca de 90 mil personas, pero tiene cuatro invasiones: La Guitarra, Villa Veneno, Villa Yuri y Villa Coral, esta última nació hace 10 días en toda la carrera 30 con carrera 16 (porque pasa de lado a lado la carretera principal que comunica a Codazzi con el interior del país) y se ubica en el terreno donde funcionaba la Corporación Algadonera del Litoral.

Wendys Marín Quintero, líder del lugar, explicó a EL PILÓN que la intención de las cerca de 400 familias que invadieron el lugar, solicitan vivienda digna.

Este hombre discapacitado cava sobre los suelos contaminados del antiguo Itagro, donde más de 200 familias invadieron el predio que pertenece al municipio de Codazzi. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.

“Tenemos cuatro administraciones desde el doctor Tomás ‘El Negro’ Ovalle hasta el señor Luis Peñalosa, y no tenemos una vivienda para vivir. Estamos invadiendo para que la administración nos ayude. Aquí hay madres cabezas de hogar, familias desplazadas por la violencia y pertenecemos a la Red Unidos. Pedimos que si no pueden negociar estos predios, que haya una reubicación real, no como nos mandó a decir el señor alcalde que llenáramos unas carpetas para aspirar a un subsidio de vivienda, donde ya están regaladas”, declaró Marín Quintero.

 

La mujer sostuvo que en ese predio no existe riesgo de contraer enfermedades por plaguicidas.

“Hubo un desalojo por el representante de la dueña (del predio), que llegó con unos policías para que fuéramos a negociar, pero no salieron con nada. Este es un predio privado, las antiguas instalaciones del Itagora es público. Hacemos un llamado a la alcaldía para que solucione los subsidios de vivienda, porque estamos cansados de pagar arriendo”, acotó la líder comunitaria.
Este sitio cuenta con más de nueve hectáreas, las personas decidieron tomar un área de seis metros de ancho por 10 y hasta 15 metros de largo.

Cuando EL PILÓN llegó al predio, tres personas que dicen ser líderes tomaron un motocarro y huyeron con rumbo desconocido; después un hombre de tez morena, escondiendo su rostro, quiso intimidar con amenazas el cubrimiento que se hacía.

Es un negocio: alcalde

El alcalde Luis Peñaloza Fuente dijo que los invasores tienen un negocio, donde cercan los predios y después salen a venderlos entre $200.000 y $400.000 pesos. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.

El alcalde de Agustín Codazzi, Luis Peñaloza Fuentes, rechazó la invasión a los terrenos propiedad del municipio como es el del antiguo Itagro, y otro privado, donde funcionaba la Corporación Algodonera del Litora.

“Nosotros estamos haciendo lo que la ley nos faculta, ya instalamos las respectivas denuncias y próximamente deben darse unas capturas porque tenemos identificados a las personas que se han dedicado a esta clase de hechos ilícitos en el municipio”, dijo el mandatario.

Peñaloza Fuentes advirtió que en las instalaciones del antiguo Itagro, existen problemas de órganos fosforados, porque en el lugar funcionó Cenalgodón y hay químicos enterrados.

“La gente no entiende eso, sobretodo dicen que necesitan la vivienda y no es así, entre otras cosas preocupado porque ha llegado una ola de venezolanos que dicen ser colombianos y han generado todo esto”, puntualizó el burgomaestre.

Sobre las inversiones en el sector vivienda, el mandatario municipal declaró que entregará cerca de 1.000 viviendas gratis, para la población codacense.

“Ya se firmó el proyecto de las 200 viviendas por un monto de $10.000 millones inicialmente, aspiramos que este año se firmen las Vipas que son $15.000 millones y el próximo año, lleguen las otras 200 viviendas gratis por otros $10.000 millones y ver cómo implementamos unas que donará el señor Carlos Murgas, para las personas que no tienen casa en Codazzi”, señaló Peñaloza Fuentes.

Después de la bonanza algodonera

En la época dorada del algodón en Codazzi, denominada la ‘Capital Agro energética’ de Colombia, eran sembradas unas 70.000 hectáreas y la producción. Con la llegada de la apertura económica, el cambio climático, la violencia y las plagas, comenzó a disminuir la siembra. Ahora quedan alrededor de 400 hectáreas para la siembra.

La Central Algodonera, Cenalgodón, de la cual quedan las ruinas en Codazzi, funcionaba con cuatro desmotadoras, una báscula, y se generaban 125 empleos directos. Se requerían tres jornaleros por hectárea, lo que para la época demandaba unas 210 mil personas.

Entre 1991 y 1992 los productores perdieron más de $20.000 millones debido a las insuficientes medidas del gobierno para enfrentar la sequía del fenómeno de El Niño, la apertura de la economía, el recrudecimiento de la violencia y la aparición de cultivos ilegales a pocos kilómetros de allí, en la serranía de Perijá.

Cenalgodón cerró las desmotadoras en Valledupar, Bosconia, El Copey y Codazzi. Uno de esas productores perjudicados fue el acordeonero y compositor, Emiliano Zuleta Díaz, quien unos años antes se había retirado de la agrupación que conformaba con su hermano, Tomás Alfonso ‘Poncho’ Zuleta.

En Villa Yuri, ubicada sobre el antiguo Itagro, los predios invadidos tienen longitud de seis metros de ancho por 10 metros de largo y pueden construirse una sala – comedor, una cocina, dos habitaciones y un baño.

El alcalde de Codazzi, Luis Peñaloza Fuentes, declaró que entregará cerca de 1.000 viviendas gratis, para la población vulnerable.

Cenalgodón cerró las desmotadoras en Valledupar, Bosconia, El Copey y Codazzi. Uno de esas productores perjudicados fue el acordeonero y compositor, Emiliano Zuleta Díaz.

“En ese lote que está en mención en Codazzi, la Corporación Autónoma con estudios que ha realizado ha encontrado canecas con plaguicidas, eso hizo que nos pronunciáramos y vía resolución se le notificó a la alcaldía de Codazzi que estos predios no eran aptos para la vida humana”: Kaleb Villalobos.

“Aquí si hay veneno, eso es real, pero a la gente de Villa Veneno no le ha pasado nada, nadie se ha muerto, así que esperemos en este sitio no pase nada”: José Reyes.

Por Carlos Mario Jiménez
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