La grandísima alegría de los colombianos por la clasificación directa al mundial de fútbol que se celebrará el año entrante en Rusia, me entusiasmó a escribir esta columna, como fiel testimonio de mí también enorme satisfacción ante el logro de nuestra selección de fútbol.

No es para menos, teniendo en cuenta lo difícil que sería conseguir la clasificación directa en el último partido de la eliminatoria, porque realmente solo quedaban dos cupos, a los cuales tenían opciones cinco equipos, todos dispuestos a clasificar aunque fuera a la disputa del cupo por repechaje.

El rival del equipo colombiano fue el peruano que venía ascendiendo en la clasificación sin perder en las últimas cinco fechas de la eliminatoria. El resultado de este partido era crucial para ambos equipos y a Colombia se le veía en desventaja por jugar como visitante y su mal desempeño en las jornadas pasadas, y, en caso de perder, su posibilidad de clasificar dependería del resultado de los partidos donde participaban sus otros contrincantes directos; es decir, Chile, Argentina y Paraguay.

Entre estos tres a quien le tocó lo más difícil fue a Chile, al jugar como visitante frente al puntero Brasil, ya clasificado y dispuesto a demostrar su jerarquía con sus titulares; en consecuencia, Chile cayó derrotada con marcador aplastante de tres a cero, quedando marginada del certamen ruso a pesar de ostentar el prestigio de bicampeón de América, títulos obtenidos en los dos últimos campeonatos, ganados ambos consecutivamente a Argentina con lanzamientos de penales y en la definición de la última de estas dos competiciones, el habilidoso Lionel Messi en uno de los penaltis pateó la pelota lejos de la portería custodiada por Claudio Bravo.

Paraguay como local perdió ante Venezuela, últimamente dirigida por el sorprendente Rafael Dudamel, exfutbolista profesional venezolano que se desempeñó como portero en toda su carrera, de grata recordación en nuestro país. Con la derrota Paraguay quedó por fuera del mundial Rusia 2018.

Argentina actuó como visitante contra Ecuador ya eliminado, además llegó con una artillería pesada comandada por Messi, quien en realidad desea participar en el mundial de Rusia, con el propósito de que Argentina sea el campeón, de lo contrario se desvanece su esperanza de que historialmente lo cataloguen como el mejor futbolista del mundo, ya que sus rivales ‘Pelé’ y Maradona han sido campeones mundiales, lo que el virtuoso Messi no ha podido conquistar, y que por su edad pareciera es su última oportunidad, porque si Argentina no es campeón, su calificativo como mejor futbolista del planeta tierra quedaría en entredicho.

La disputa entre Colombia y Perú fue continúa, en verdad fue de cuido por ambos contendientes, sin embargo, James Rodríguez, a los 20 minutos del segundo tiempo marcó el primer gol del partido cuando embocó la pelota en el arco del contrincante después de rebotar de los pies de Falcao cerca al área de gol. Lamentablemente, Perú empató faltando 10 minutos para terminar el juego, fue mediante el cobro de un tiro indirecto, falta pitada acertadamente por el árbitro brasilero, con gran actuación, ya que este árbitro deja jugar y es justo. Pero, Paolo Guerrero quien cobró la susodicha falta, ignora la orden del árbitro y tira directamente al arco de Daniel Ospina, quien toca la pelota sin desviarla del gol y por tanto la acción del insolente cobrador fue validada por el juez. Parece que el portero intenta evitar el gol al ver o creer que la pelota rozó la cabeza de James Rodríguez, quien brincó para atajarla, en todo caso un error que nos costó el empate.

Sufrimos porque creímos venir lo que nos sucedió con Paraguay, que en menos de cinco minutos nos ganó el partido que no debimos perder. Empate que a la postre puso a Colombia en el cuarto puesto con paso directo al mundial de Rusia y a Perú lo pone a disputar el repechaje con Nueva Zelanda.

Por José Romero Churio