Vestidos con camisas blancas, portando el rosario y empujando una enorme cruz de madera, cientos de personas recorrieron las calles de Valledupar en la ‘Peregrinación Mariana’ que partió sobre las seis de la tarde desde la parroquia Inmaculada Concepción, ubicada en la plaza Alfonso López y finalizó en la parroquia Santa María Madre y Reina de la Paz.
En un ambiente de oración, la ciudadanía que se unió a esa caminata recorrió la carrera séptima hasta la calle 11. Seguidamente la procesión continuó su ruta sin alteraciones al orden público por la carrera novena hasta la glorieta Pedazo de Acordeón en dirección a la parroquia Santa María Madre y Reina de la Paz, en donde los peregrinos fueron recibidos con una eucaristía precedida por el obispo Óscar José Vélez Isaza.
En ese sentido, en esta caminata en la que participaron niños, jóvenes y adultos mayores, se vivió un espacio de meditación en los que sus participantes le dieron las gracias a Dios por los favores concebidos en el 2024 y pidieron su acompañamiento para el 2025.
Al respecto, Gabriela Bolaño, madre de familia y peregrina, comentó que se unió a la caminata porque es una actividad que “permite una comunión con Dios” en un estado íntimo. “Caminar detrás de la cruz es ir al encuentro del señor, es buscarlo con cada paso. No importa el cansancio, es seguir en esa lucha. Como ciudad debemos unirnos para buscar más a Dios y alejar los males”, aseveró Bolaño.
La peregrinación de más de tres kilómetros fue un espacio de reconciliación espiritual en esta temporada navideña, época familiar, de reflexión para muchos y para los católicos que celebran el nacimiento del niño Jesús el próximo 25 de diciembre.