Transportar un pasajero en los buses del SIVA cuesta alrededor de $7.100 pesos, pero los pasajeros sólo pagan $2.900 pesos porque la Gobernación y la Alcaldía aportan al Fondo Tarifario.
La crisis financiera y operativa del Sistema Integrado de Transporte de Valledupar (SIVA) persiste. A pesar de que la salida de Katrizza Morelli y la llegada de Jaime González a la gerencia le dieron un nuevo enfoque a la gestión y comunicación institucional, el sistema no ha logrado alcanzar la meta de pasajeros necesaria para garantizar su sostenibilidad económica.
Esa fue la conclusión del debate de control político realizado al gerente del SIVA en el Concejo de Valledupar.
La nueva administración se ha visto obligada a mantener las medidas implementadas desde 2024 para reducir costos operativos: suspender el servicio los domingos y festivos, y recortar una hora diaria de operación. Estas decisiones afectan la calidad del servicio y responden a un hecho central: el SIVA sigue operando en déficit, incluso con los aportes obligatorios de la Gobernación del Cesar y la Alcaldía de Valledupar al Fondo de Estabilización Tarifaria.
“Para operar todos los días se necesitan $18.000 millones. Las entidades dijeron que solo podían aportar $12.000 millones, y por eso se mantuvieron las medidas del 2024. No se prestan servicios los domingos y festivos porque cuesta el doble. La entidad se ahorra $3.300 millones al no operar esos días”, explicó el gerente Jaime González.
En 2022 llegaron a Valledupar 130 buses provenientes de Italia para poner en marcha el sistema, aunque el documento Conpes preveía una flota de 184 vehículos (174 operativos y 10 en reserva). Con el paso del tiempo, los buses comenzaron a presentar fallas mecánicas, y actualmente están en circulación entre 60 y 80.
Esta disminución de vehículos ha impedido alcanzar otros dos objetivos clave. Primero, ofrecer una frecuencia de entre 5 y 8 minutos entre rutas (actualmente pueden esperar un bus por hasta 30 minutos) y transportar los 29.000 pasajeros diarios requeridos para el equilibrio financiero. Hoy el sistema apenas moviliza alrededor de 10.000 pasajeros por día.
Para Jaime Gonzalez, también afecta la duración de la ruta los imprevistos que surgen en la vía. “El operador y el SIVA cuentan con un centro de control y tecnología que permite supervisar dónde están los buses. Los buses se despachan cada 9 o 12 minutos. ¿Qué pasa? Nosotros no tenemos carril exclusivo para el sistema de transporte. ¿Cómo garantizo que en el camino no tendrá ningún inconveniente o cierres viales? Eso afecta la programación de los buses”, señaló Gonzalez.
Transportar un pasajero en los buses del SIVA cuesta alrededor de $7.100 pesos, pero los pasajeros sólo pagan $2.900 pesos porque la Gobernación y la Alcaldía aportan al Fondo Tarifario. Pero esto no ha sido suficiente para cerrar el déficit.
Según la información pública, en el 2024, la operación de los buses del SIVA costó $22.122 millones, y por tarifa solo recaudaron $8.060 millones. La diferencia fue subsidiada por el departamento y el municipio. Aún así quedó un déficit de $2.400 millones. Para cubrirlo, el SIVA tuvo que utilizar recursos originalmente destinados a la compra de nuevos buses para atender los corregimientos del norte de Valledupar.
En medio del debate en el Concejo de Valledupar, el gerente del SIVA propuso comprometer recursos propios del municipio para la operación del sistema de transporte, como en otras ciudades.
“Este mismo problema lo han vivido otros sistemas. En Cartagena, por ejemplo, requieren $84.000 millones anuales para operar. Desde 2022 aprobaron un acuerdo para destinar el 50 % de la sobretasa a la gasolina y el resto de sus ingresos corrientes de libre destinación”, explicó. La propuesta debe ser analizada por la Alcaldía. La limitante sería la situación financiera de Valledupar, en Ley 550.
Transportar un pasajero en los buses del SIVA cuesta alrededor de $7.100 pesos, pero los pasajeros sólo pagan $2.900 pesos porque la Gobernación y la Alcaldía aportan al Fondo Tarifario.
La crisis financiera y operativa del Sistema Integrado de Transporte de Valledupar (SIVA) persiste. A pesar de que la salida de Katrizza Morelli y la llegada de Jaime González a la gerencia le dieron un nuevo enfoque a la gestión y comunicación institucional, el sistema no ha logrado alcanzar la meta de pasajeros necesaria para garantizar su sostenibilidad económica.
Esa fue la conclusión del debate de control político realizado al gerente del SIVA en el Concejo de Valledupar.
La nueva administración se ha visto obligada a mantener las medidas implementadas desde 2024 para reducir costos operativos: suspender el servicio los domingos y festivos, y recortar una hora diaria de operación. Estas decisiones afectan la calidad del servicio y responden a un hecho central: el SIVA sigue operando en déficit, incluso con los aportes obligatorios de la Gobernación del Cesar y la Alcaldía de Valledupar al Fondo de Estabilización Tarifaria.
“Para operar todos los días se necesitan $18.000 millones. Las entidades dijeron que solo podían aportar $12.000 millones, y por eso se mantuvieron las medidas del 2024. No se prestan servicios los domingos y festivos porque cuesta el doble. La entidad se ahorra $3.300 millones al no operar esos días”, explicó el gerente Jaime González.
En 2022 llegaron a Valledupar 130 buses provenientes de Italia para poner en marcha el sistema, aunque el documento Conpes preveía una flota de 184 vehículos (174 operativos y 10 en reserva). Con el paso del tiempo, los buses comenzaron a presentar fallas mecánicas, y actualmente están en circulación entre 60 y 80.
Esta disminución de vehículos ha impedido alcanzar otros dos objetivos clave. Primero, ofrecer una frecuencia de entre 5 y 8 minutos entre rutas (actualmente pueden esperar un bus por hasta 30 minutos) y transportar los 29.000 pasajeros diarios requeridos para el equilibrio financiero. Hoy el sistema apenas moviliza alrededor de 10.000 pasajeros por día.
Para Jaime Gonzalez, también afecta la duración de la ruta los imprevistos que surgen en la vía. “El operador y el SIVA cuentan con un centro de control y tecnología que permite supervisar dónde están los buses. Los buses se despachan cada 9 o 12 minutos. ¿Qué pasa? Nosotros no tenemos carril exclusivo para el sistema de transporte. ¿Cómo garantizo que en el camino no tendrá ningún inconveniente o cierres viales? Eso afecta la programación de los buses”, señaló Gonzalez.
Transportar un pasajero en los buses del SIVA cuesta alrededor de $7.100 pesos, pero los pasajeros sólo pagan $2.900 pesos porque la Gobernación y la Alcaldía aportan al Fondo Tarifario. Pero esto no ha sido suficiente para cerrar el déficit.
Según la información pública, en el 2024, la operación de los buses del SIVA costó $22.122 millones, y por tarifa solo recaudaron $8.060 millones. La diferencia fue subsidiada por el departamento y el municipio. Aún así quedó un déficit de $2.400 millones. Para cubrirlo, el SIVA tuvo que utilizar recursos originalmente destinados a la compra de nuevos buses para atender los corregimientos del norte de Valledupar.
En medio del debate en el Concejo de Valledupar, el gerente del SIVA propuso comprometer recursos propios del municipio para la operación del sistema de transporte, como en otras ciudades.
“Este mismo problema lo han vivido otros sistemas. En Cartagena, por ejemplo, requieren $84.000 millones anuales para operar. Desde 2022 aprobaron un acuerdo para destinar el 50 % de la sobretasa a la gasolina y el resto de sus ingresos corrientes de libre destinación”, explicó. La propuesta debe ser analizada por la Alcaldía. La limitante sería la situación financiera de Valledupar, en Ley 550.