En un campo de batalla se convirtieron las calles de San Alberto la noche del viernes. Las familias desalojadas de un lote invadido, se enfrentaron con el Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía en pleno centro de ese municipio del sur del Cesar.
Los enfrentamientos dejaron sesenta y cuatro personas lesionadas, que tuvieron que ser llevadas a la Unidad de Urgencias del Hospital Local Lázaro Alfonso Hernández, ocasionando el colapso del Centro Asistencial debido a la emergencia que sobrepasaba la capacidad del atención de la institución.
De acuerdo con Samuel Negrete, líder de la protesta, los enfrentamientos se presentaron porque los Antimotines agredieron a niños, mujeres embarazadas y a los ancianos que se encontraban en la parte cercana de la invasión.
“Nosotros no íbamos a permitir que golpearan a nuestros hijos de la manera como lo hicieron los Antimotines; además cogieron los cambuches con todo lo que se encontraba adentro y los destrozaron con una maquinaria pesada; eso nos dio coraje y tuvimos que enfrentarnos con ellos para que no golpearan a la gente”, expresó el líder de la turba.
Octavio Ramírez, por su parte, señaló que a la fuerza pública se le fue la mano con la población civil indefensa, ya que a parte de los gases lacrimógenos y bombas aturdidoras, los policías golpearon a los niños con garrotes y padas.
Dora Blanco, una de las mujeres heridas, dijo que ella se encontraba en la parte cercana de la invasión tratando de auxiliar a una mujer embarazada que presentaba asfixia por la inhalación de los gases, cuando un policía le arrojó una bomba aturdidora y la dejó inconsciente.
Jesús Cabrera, Médico de urgencias del Hospital Lázaro Alfonso Hernández, aseguró que afortunadamente se contaba con el personal médico y enfermeras disponibles para atender la emergencia y gracias a la colaboración de la misma comunidad, se pudo sortear la situación que al comienzo fue tensa.
Además de los disturbios que se presentaron en la zona céntrica del municipio, el tráfico vehicular desde la costa Atlántica hacía Bucaramanga fue interrumpido porque los manifestantes quemaron llantas y se apostaron en medio de la vía.
Sobre la alteración del orden público en San Alberto, el Coronel Javier Alexander Parra Prada, comandante operativo del Departamento de Policía del Cesar, aseguró que los disturbios se presentaron cuando un grueso número de manifestantes taponaron la vía que va hacía Bucaramanga y lanzaron piedras contra los uniformados que se encontraban cerca a la Alcaldía.

Aseguró que de los 37 capturados, 36 son menores de edad y un adulto que se encontraba armado en medio de la turba, fue dejado a disposición de la Fiscalía, mientras que los niños quedaron a disposición de la Comisaría de Familia y d el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.

La zona invadida
Del terreno ocupado por 637 familias de diferentes sectores de la cabera municipal de San Alberto, se conoció que es de propiedad de un ciudadano de esa población del sur del Cesar, que no accedió a negociar con los invasores.
Precisaron además los líderes de la ocupación, que ellos quisieron negociar a un precio módico pero el dueño de la tierra por menos de dos hectáreas estaba pidiendo un poco más de mil 500 millones de pesos.
Puntualizaron que el afán del desalojo es para expandir los cultivos de palma hacía la parte occidental del municipio y debido a ello no fue posible llegar a una negociación justa.