En el 2017 la administración de Valledupar presentó ante el Concejo de Valledupar el proyecto de acuerdo 015 de septiembre de 2017, por medio del cual le otorgaban facultades para acceder a un empréstito de $50 mil millones. Con 18 votos a favor en el Concejo, el Gobierno municipal obtuvo las facultades para hacerse acreedor a un cupo de endeudamiento para ejecutar 12 proyectos de infraestructura.

A los pocos meses se conocieron las entidades financieras acreedoras: Davivienda ($15.000 millones), Banco de Occidente ($10.000 millones) y BBVA ($25.000 millones).

Los recursos del banco Davivienda y BBVA fueron desembolsados al municipio en el 2018 y los del Banco de Occidente en el 2019. Con un plazo de pago hasta el 2028, el municipio deberá pagar por estos créditos alrededor de $29.000 millones de pesos en intereses, según se conoció este miércoles en la mañana durante el debate del Presupuesto general para el 2020. Por tanto, al cancelar la deuda, Valledupar terminaría cancelando el 158 % del valor inicial.

“AÑOS DE GRACIA”

En los acuerdos del crédito quedó establecido que los dos primeros años desde el desembolso de los recursos serían de gracia: el municipio solo pagaría intereses. Por eso, pese a la cancelación trimestralmente de las primeras cuotas, la deuda no se ha reducido. En el caso de los créditos con el banco BBVA ($25.000 millones) y Davivienda ($15.000 millones) el pago de capital inicia hasta el 2020, mientras que con el Banco de Occidente inicia en el 2021. La tasa de interés acordada fue del cuatro por ciento.

Según manifestó en su momento el secretario de Hacienda, Saúl Martínez, esta deuda no entra en el acuerdo de reestructuración de la Ley 550, sino que se comprometieron los recursos que le giran al municipio desde el Sistema General de Participación, SGP, para propósito general, y la amortización a capital se realizará en abonos trimestrales. El año pasado, por concepto de propósito general, Valledupar recibió $16.088 millones.

¿EN QUÉ SE INVIRTIERON?

Las críticas al empréstito nacieron porque se dieron en el proceso de Ley 550, acuerdo que adquirió Valledupar en el 2014 para blindarse de los embargos que golpeaban las finanzas del municipio. En ese momento, entre lo que Valledupar debía a los trabajadores y pensionados ($5.784 millones), entidades públicas y financieras ($122.721 millones), más otros acreedores y las contingencias, Valledupar tenía una deuda impagable de $211.771 millones. De la deuda se ha cancelado más de la mitad.

Con los recursos del empréstito, la Alcaldía de Augusto Ramírez inició la ejecución de varios proyectos insignias de su administración. Por popularidad, la lista la encabeza la remodelación de la plaza Alfonso López, que tuvo la polémica inversión de $9.870 millones; la remodelación de la plaza del corregimiento de Patillal, superior a los $4.000 millones; remodelación y ampliación del área de urgencia del Hospital Eduardo Arredondo Daza, sede San Martin, por un valor de $3.000 millones y $13.469 millones para cambiar el alcantarillado pluvial del centro histórico, entre otras.

“Es un empréstito que el Concejo aprobó y que fue socializado con el Ministerio de Hacienda que dio vía libre teniendo en cuenta las condiciones del municipio, condiciones favorables. Fueron recursos que llegaron para obras importantes del Gobierno municipal”, aseveró José Murillo, jefe de Presupuesto del municipio de Valledupar.

BONOS DE AGUA E INTERESES

Respecto al pago de intereses, la situación más crítica la sufrió el municipio con los bonos de agua que adquirió Valledupar bajo la administración de Luis Fabián Hernández y la asesoría del hoy ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla.

La deuda inicial fue de $36.000 millones. Desde entonces, el municipio ha pagado más de 20 cuotas en promedio de $1.800 millones cada una, sin embargo, cuando la deuda se reestructuró y pasó al BVVA era de $39.000 millones. En ocho años solo se pagaban intereses y la deuda crecía. Se había pagado todo el valor de la deuda pero se debía más de lo inicial. Solo se empezó a pagar parte del capital cuando el banco BBVA compró la deuda a Findeter.

POR: DEIVIS CARO / EL PILÓN