El próximo año en la versión 51 del Festival Vallenato, la Fundación de la Leyenda Vallenata decidió homenajear al cantante Carlos Vives. Inmediatamente sobrevino la polémica en el país vallenato y en el acontecer nacional. Reclamantes y defensores de la pureza y tradición folclórica proponían a Alfredo Gutiérrez y a Jorge Oñate en vez del artista que personificó al maestro Rafael Escalona, y también garante del éxito de ‘La gota fría’ en escenarios impensados.
El reclamo o el debate suscitado son consecuentes con cada periodo superado bajo la egida de los pioneros que cotizaron y dieron trascendencia a nuestro folclor. En gran medida la transición rural se debe al trabajo de Luis Enrique Martínez, Alejandro Durán, Rafael Escalona, Leandro Díaz, Luis Pitre, Francisco ‘El Hombre’, entre otros. Estos juglares del folclor con constancia eludieron sectores acorazados de la elite del momento y fueron arquitectos de las escuelas para cantar y ejecutar el acordeón.
Cada época de la vida es diferente, la música vallenata como otras actividades no son excepción, negar la evolución de nuestro folclor evidencia intolerancia con el paso inexorable del tiempo. En ese proceso Jorge Oñate, Poncho Zuleta, Rafael Orozco, Diomedes Díaz, Alberto Zabaleta e Iván Villazon, en la línea de sus estilos procuraron mantener la métrica y esencia de la pureza folclórica, logrando posicionamiento y saboreando las mieles del éxito a través de la creciente industria discográfica.
En la música indistintamente del género sobrevienen comparaciones y divergencias, ciertamente subjetivas por el contraste de los gustos, la época y las edades. La misma situación acontece en el futbol, pero los elementos que conforman ambas actividades determinan que ni la música ni el futbol no involucionan, al contrario, son emporio de riqueza. ¿Cuáles elementos o criterios tuvo en cuenta la Fundación de la Leyenda Vallenata para decidirse por Carlos Vives y no por Alfredo Gutiérrez o Jorge Oñate?
La situación actual de la música vallenata se desenvuelve en la paradoja de la misión encomendada por la Unesco y el momento absorbente de la industria. Esta circunstancia ha motivado que los jóvenes exponentes hagan incursiones y mezclas con cantantes de otros géneros, con un estilo veloz, con “más viaje” en el canto y en la digitación del acordeón, buscando nuevos mercados. Este concepto para los puristas es una profanación contra la esencia heredada de los maestros que forjaron escuela, pero también ha servido para que la música vallenata pugne por premios como los Grammy Latinos.
La música vallenata siempre ha evolucionado, el Binomio de Oro, con aires distintos buscó con éxito internacionalizarse y Juan Humberto Rois, con osadía como participante imprimió conceptos distintos a los cánones establecidos por el Festival de la Leyenda Vallenata. No obstante, siempre es destacable que los niños de Valledupar tararean versos de Escalona y Leandro; asimismo, siguen la nota de Juan Humberto Rois, no pasó lo mismo en otros folclores del país, por eso su estancamiento. Mantener la esencia tradicional es una consigna inmarcesible que debe cargar sobre sus hombros la Fundación del Festival de La Leyenda Vallenata y escuelas como las de Andrés ‘El Turco’ Gil, para que las generaciones nacientes enfrenten con nota pura las embestidas de la comercialización del folclor. Nunca lo pierdan de vista, ni siquiera por la ambición personal ni por los intereses de la industria discográfica.
Por la constante evolución de la música vallenata y aspectos verificables estoy complacido con el homenaje a Carlos Vives, comprendo que no es un aparecido, ha sido cultor moderno de nuestro folclor, con otros patrones e instrumentalización y cuidadosa selección de sus músicos, ha sido respetuoso con las bases costumbristas y acervo ancestral del folclor. Con estos elementos nutrió su trabajo musical coadyuvando con la universalización de la música vallenata. Estos elementos a mi modo de ver, fueron determinantes en la decisión de la Fundación. Por supuesto, también estaría satisfecho si el homenajeado fuera Alfredo Gutiérrez o Jorge Oñate.
Por Luis Elquis Díaz
@LuchoDiaz12