Pasaron dos décadas para que Valledupar tuviera una nueva carta de navegación en el tema de acueducto y alcantarillado. La ciudad ha crecido y con ella la necesidad de tener planeada la respuesta que se requiere para satisfacer las necesidades de la población. Ayer el gobierno del alcalde Fredys Socarrás Reales socializó el Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado Sanitario de Valledupar, proyectado para los próximos 30 años.
Se destaca la voluntad política del alcalde Socarrás de dejarle a la ciudad un Plan de esta magnitud, que junto con otros planes, como el de expansión urbana, el de movilidad, de espacio público y ciudades sostenibles, le darán a Valledupar un nuevo aire, si estos se hacen realidad.
El Plan Maestro incluye un reservorio de agua y proyectos para mejorar los sistemas de acueducto, alcantarillado sanitario y pluvial, la planta de tratamiento de agua potable y la planta de aguas residuales. Es una apuesta bastante arriesgada, sobre todo porque la experiencia con el Plan Maestro elaborada hace 21 años no fue la mejor (no se ejecutó más del 50 % por falta de voluntad política de los alcaldes de turno). En este caso –y se le abona la sinceridad del mandatario de los vallenatos- la actual administración municipal solo alcanzará a ejecutar obras por el orden de los 80 mil millones de pesos de los 450 mil millones que cuesta el Plan en su conjunto. La primera obra con la que se comenzará será el reservorio de agua que permitirá que los usuarios no sufran por las interrupciones del servicio si se presenta una falla o una creciente del río.
La formulación del Plan Maestro que hizo el Consorcio Plan Maestro de Valledupar es un buen documento y debe ser compromiso de los próximos alcaldes de la ciudad y gerentes de la Empresa de Servicios Públicos –Emdupar- continuar su implementación. No se puede quedar solo en lo que alcance a hacer el gobierno Socarrás. Sin embargo, hay algunos vacíos que en la jornada de socialización dejaron un sinsabor. No es posible que la ciudad tenga un Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado que no contemple la represa de Los Besotes, porque no se sabe hasta cuándo el río Guatapurí, que es nuestra fuente de agua, pueda proveernos, especialmente cuando está claro que la población de Valledupar aumentará en los próximos años el doble de lo que hoy tiene, incluso más de lo previsto. También es extraño que este Plan Maestro y el Plan de Ordenamiento Territorial que está en trámite para aprobación del Concejo Municipal sean tan distantes. Es más aterrizado el Plan Maestro que el POT, porque mientras este último amplía el perímetro urbano de la ciudad, el primero sugiere que la ciudad crezca hacia adentro (en el centro).
Por lo pronto, quedan varios temas que deben ser prioridad para Emdupar, como es la constante actualización de la base de datos (catastro georeferenciado y geoposicionado); es decir, que cada tubería que se instale, se desinstale o se arregle, debe estar relacionada en esa gran base.