En Colombia enfrentamos múltiples retos. En las últimas semanas, hemos discutido cómo la seguridad es, tal vez, el desafío principal. Basta con observar la reciente ola de explosiones de artefactos en las cabeceras municipales del país, como los acontecimientos en Jamundí, Valle del Cauca y Timba-Cauca, perpetrados por grupos terroristas. Sin embargo, este no es […]
Según el DANE, Bucaramanga lleva 18 meses continuos siendo la ciudad con el menor registro de desempleo en Colombia, alcanzando además una reducción histórica en la tasa de informalidad, casi 10 puntos porcentuales por debajo de la media nacional. No es un tema menor, y debemos reflexionar respecto a ¿qué se ha hecho?
Según el Sistema Integrado de Información de la Protección Social (SISPRO), en 2021 se notificaron 29.792 casos de intento de suicidio, pero además Colombia, la depresión es la segunda causa de carga de enfermedad. Más del 40% de los menores de edad tienen indicios de algún problema mental.
Las recientes encuestas de Invamer y Cifras & Conceptos confirman que la seguridad se ha convertido en el principal problema que afecta a los colombianos, con un porcentaje alarmante que supera el 80%. Este nivel de preocupación es sin precedentes en la historia del país.
Deben estar corriendo en las entidades del orden nacional, y como no, con la última advertencia del presidente de la República.
Según los resultados de la última encuesta DATEXCO, el 85% de los colombianos hoy nos sentimos inseguros, pues el porcentaje es desolador para todos.
Colombia, como cualquier país del mundo, presenta problemas de todo tipo, seguridad, empleo, infraestructura vial, entre otras; sin embargo, me atrevo a decir qué hay un ítem que hoy está afectando a todas las familias colombianas, y es el precio de los alimentos.
De acuerdo con el teórico Jan Kooiman en su obra ‘Gobernanza en la Gobernabilidad’, él éxito de la gobernanza es la mayor interacción de los mandatarios con la sociedad civil para la creación de alternativas a los problemas a través de las herramientas institucionales. Lo anterior a partir de varios criterios y modelos de gobernanza; gobernanza moderna, co-gobernanza y auto gobernanza; la última de ellas el modelo más caótico.
Esto por supuesto que prende todas las alarmas, ver por ejemplo que en cifras de la Policía Nacional el secuestro ha aumentado un 129% o que hoy tenemos un 16% más de masacres que el año inmediatamente anterior, nos llama a cuestionar que se está haciendo por la seguridad ciudadana y la seguridad nacional.