Para una mayor comprensión y conocimiento de los temas tratados me permito compartir parte de mi experiencia en el logro de la mal llamada “declaratoria” de la UNESCO.
En el caso de Valledupar, esa autoidentificación está dada en el imaginario colectivo nacional, por considerarse el epicentro de la música vallenata tradicional en un entorno macondiano.
La Unesco inició en el 2011 un proceso de prueba con el fin de definir lo que ha llamado ‘Batería de indicadores Unesco en cultura para el desarrollo’, orientada a medir la contribución de la cultura a los procesos de desarrollo a nivel nacional.
Se debe tener claridad que las inversiones en cemento y ladrillo, si bien son necesarias para fortalecer el turismo cultural, repito, no garantizan la salvaguardia de la música vallenata tradicional y se convierten en lo que Rodolfo Quintero llamó “la momificación del vallenato”, a pesar de que lo inmaterial no se puede momificar.
Me mueven a escribir esta columna dos opiniones aparecidas en EL PILÓN en cabeza de Julio Cesar Oñate Martínez y de José Romero Churio, que ameritan algunas aclaraciones para el público lector. Se tocan temas como el Centro Cultural del Vallenato, la “declaratoria” de la UNESCO como Patrimonio “de la humanidad”, la necesidad de la […]
Sergio Boisier, desde una perspectiva de desarrollo endógeno, incluye la cultura como uno de los elementos en la construcción hexagonal de la Teoría de la Cometa, la cual debe volar con la brisa que se genere desde el gobierno central (presupuesto y financiación exógena).
La verdadera vocación se construye a partir del fortalecimiento de las potencialidades con que contamos: es decir, convirtiendo las ventajas comparativas, materiales e inmateriales, en ventajas competitivas. El sector del turismo cultural tiene todas las características para estructurarlo como nuestra verdadera vocación.
El Consenso Latinoamericano 2020 alcanza a ser un buen ejercicio académico, que no tiene un respaldo institucional de incidencia internacional. Lo otro son meras recomendaciones sobre el qué hacer, ya de todos conocido, sin aclararnos el cómo hacerlo.
Es la pregunta que yo me haría, como resultado de la invitación implícita a la reflexión que se advierte en la introducción del estudio de Cesore ‘Para que nadie se quede atrás en el departamento del Cesar’, liderado por el doctor Fernando Herrera Araujo, a quien profeso toda mi admiración y respeto. Lo asimilo a […]
Se observan acciones de poca trascendencia e impacto para el fin que se persigue, habida cuenta de que responden a proyectos que se venían adelantando antes de producirse el reconocimiento de la Unesco, como son algunos apoyos a escuelas de música vallenata, apoyos a festivales de este género y a escasa promoción radial y televisiva de composiciones vallenatas.
El territorio llamado “Magdalena Grande”, subregión del Caribe Colombiano conformada por los hoy departamentos del Magdalena, Cesar y Guajira (divisiones político administrativas creadas en 1965 La Guajira y en 1967 el Cesar), después de más de un siglo de iniciarse el sincretismo de tres culturas (indígena, negra y europea) a partir de la conjunción organológica […]