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Columnista - 8 noviembre, 2019

Atécese presidente Duque

“Este es un campamento guerrillero, en su inmensa mayoría sus moradores son veteranos menores de edad, prohibida cualquier ofensiva o ataque en contra de nosotros, pues corren peligro las vidas de estos imberbes”, aquí en Valledupar sucede lo mismo con miles de venezolanos que con grandes carteles en el pecho muestran el hambre y las […]

“Este es un campamento guerrillero, en su inmensa mayoría sus moradores son veteranos menores de edad, prohibida cualquier ofensiva o ataque en contra de nosotros, pues corren peligro las vidas de estos imberbes”, aquí en Valledupar sucede lo mismo con miles de venezolanos que con grandes carteles en el pecho muestran el hambre y las necesidades que padecen y uno no sabe qué hacer con ellos porque la plata no alcanza y no se encuentra la manera de aliviarlos y de ahora en adelante los guerrilleros exhibirán con luces fluorescentes ese letrero para evitar que sean atacados y poder actuar a sus anchas y el que se atreva hacerlo, ahí está el Congreso de Colombia con sus Roys Barreras dispuestos a cortar cabezas para defenderlos a capa y espada, tal como acaba de suceder con el Ministro Botero, que ya renunció pero el miércoles con sevicia será destituido por una oposición irreflexiva e insaciable.

Atécese Presidente Duque que el próximo, si no actúa rápido y eficazmente y llama a todos los que lo acompañaron y votaron por usted, es usted Presidente, no lo dude y si no lo consiguen lo enredan como lo estamos viendo.

Presidente, usted está equivocado si cree que va a gobernar este país democrático, sin mayorías en el Congreso, se equivoca en pretender no darle participación política a los partidos que lo acompañaron, está equivocado en su proceder respecto a la mermelada, ese dulce tóxico que en forma vulgar se repartía, usted la acabó, pero, confundió la participación de los amigos que hoy necesitan gozar de los gajes del triunfo con el veneno dulce y se empecina en mantener en altos cargos a un pocón de pechugones santístas de pura cepa, que ahora lo endiosan, lo alaban y le lambonean y se pavonean altaneramente porque tienen su apoyo creyéndose la última Coca-Cola del desierto.

Salga de ellos, de esos lagartos que son bastantes, enquistados en embajadas, institutos, superintendencias y por donde uno mete el ojo los encuentra, sabroso, devengando buenos sueldos y gozando del poder, mientras los que se jodieron de día y de noche para llevarlo a la Presidencia andan inconformes y echando vainas porque no se les ha dado nada. No más mire lo que acaba de pasar: un partido de gobierno humillado, derrotado y sin rumbo porque su jefe que es usted, Presidente Iván Duque, le ha dado la espalda y se resiste a ver la verdad y la realidad.

Estoy viendo la novela Bolívar y así como este hombre, el más grande que ha tenido el mundo después del Nazareno le dijo a su joven Coronel Rondón en el Pantano de Vargas cuando se vio vencido “Coronel Rondón, salve usted la Patria, así, desde Valledupar este humilde columnista que lo quiere como lo quiere toda mi familia le dice: Presidente Duque, salve usted la Patria y recapacite llamando a todos sus amigos y partidos, en cabeza de sus jefes para que lo ayuden a salir del charco.

Columnista
8 noviembre, 2019

Atécese presidente Duque

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José M. Aponte Martínez

“Este es un campamento guerrillero, en su inmensa mayoría sus moradores son veteranos menores de edad, prohibida cualquier ofensiva o ataque en contra de nosotros, pues corren peligro las vidas de estos imberbes”, aquí en Valledupar sucede lo mismo con miles de venezolanos que con grandes carteles en el pecho muestran el hambre y las […]


“Este es un campamento guerrillero, en su inmensa mayoría sus moradores son veteranos menores de edad, prohibida cualquier ofensiva o ataque en contra de nosotros, pues corren peligro las vidas de estos imberbes”, aquí en Valledupar sucede lo mismo con miles de venezolanos que con grandes carteles en el pecho muestran el hambre y las necesidades que padecen y uno no sabe qué hacer con ellos porque la plata no alcanza y no se encuentra la manera de aliviarlos y de ahora en adelante los guerrilleros exhibirán con luces fluorescentes ese letrero para evitar que sean atacados y poder actuar a sus anchas y el que se atreva hacerlo, ahí está el Congreso de Colombia con sus Roys Barreras dispuestos a cortar cabezas para defenderlos a capa y espada, tal como acaba de suceder con el Ministro Botero, que ya renunció pero el miércoles con sevicia será destituido por una oposición irreflexiva e insaciable.

Atécese Presidente Duque que el próximo, si no actúa rápido y eficazmente y llama a todos los que lo acompañaron y votaron por usted, es usted Presidente, no lo dude y si no lo consiguen lo enredan como lo estamos viendo.

Presidente, usted está equivocado si cree que va a gobernar este país democrático, sin mayorías en el Congreso, se equivoca en pretender no darle participación política a los partidos que lo acompañaron, está equivocado en su proceder respecto a la mermelada, ese dulce tóxico que en forma vulgar se repartía, usted la acabó, pero, confundió la participación de los amigos que hoy necesitan gozar de los gajes del triunfo con el veneno dulce y se empecina en mantener en altos cargos a un pocón de pechugones santístas de pura cepa, que ahora lo endiosan, lo alaban y le lambonean y se pavonean altaneramente porque tienen su apoyo creyéndose la última Coca-Cola del desierto.

Salga de ellos, de esos lagartos que son bastantes, enquistados en embajadas, institutos, superintendencias y por donde uno mete el ojo los encuentra, sabroso, devengando buenos sueldos y gozando del poder, mientras los que se jodieron de día y de noche para llevarlo a la Presidencia andan inconformes y echando vainas porque no se les ha dado nada. No más mire lo que acaba de pasar: un partido de gobierno humillado, derrotado y sin rumbo porque su jefe que es usted, Presidente Iván Duque, le ha dado la espalda y se resiste a ver la verdad y la realidad.

Estoy viendo la novela Bolívar y así como este hombre, el más grande que ha tenido el mundo después del Nazareno le dijo a su joven Coronel Rondón en el Pantano de Vargas cuando se vio vencido “Coronel Rondón, salve usted la Patria, así, desde Valledupar este humilde columnista que lo quiere como lo quiere toda mi familia le dice: Presidente Duque, salve usted la Patria y recapacite llamando a todos sus amigos y partidos, en cabeza de sus jefes para que lo ayuden a salir del charco.