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Informe - 12 mayo, 2018

Así delinque el ELN en el departamento del Cesar

Según las autoridades, en el departamento hay seis batallones encargados de hacerle frente a cualquier brote de alteración de orden público. Al menos 400 soldados llegaron desde el Caquetá para reforzar las operaciones.

Tres días después de la reanudación de los diálogos de paz entre el Gobierno Nacional y el Ejército de Liberación Nacional, ELN, las autoridades castrenses entregaron una radiografía de este grupo armado ilegal en el departamento del Cesar.

Un informe presentado por el comandante de la Primera División del Ejército, brigadier general Pablo Alfonso Bonilla Vásquez, aseguró que en el departamento delinque el Frente de Guerra Nororiental y su área central de operaciones está en Convención, Teorama y El Carmen, Norte de Santander y la Compañía Camilo Torres Restrepo.

“Acá en el Cesar no hay milicianos del ELN, pero sí redes de apoyo al terrorismo con personal civil que trabajan en fincas y apoyan con labores de inteligencia, logística, transporte y víveres y en muchos casos utilizan las motocicletas para movilizarse, recogen finanzas producto de las extorsiones, trafican insumos sólidos y líquidos para el procesamiento de narcóticos o base de coca”, aseguró el oficial que además tiene bajo su mando la mayor parte de los departamentos de Cesar, La Guajira y Magdalena, además de algunas regiones del sur de Bolívar.

Las estrategias

El modus operandi del grupo guerrillero fue revelado por la fuente castrense. “El ELN delinque en los municipios de Pelaya, Pailitas, Curumaní, González, Río de Oro, San Alberto y San Martín. Acá no hay bases guerrilleras, esos bandoleros llegan desde Norte de Santander, realizan el acto delictivo y de inmediato retornan a su centro de operaciones en el vecino departamento. Calculó que por lo menos 70 hombres se dedican al control de la producción de estupefacientes. Afortunadamente en el Cesar no tenemos indicios de que haya presencia de miembros de las Farc o disidentes”, aseguró Bonilla Vásquez.

“Ya tenemos identificados esos corredores de movilidad entre ambos departamentos, hemos desplegado nuestras tropas y en un mes de operaciones hemos capturados 10 personas: cuatro de las redes de apoyo y seis encargadas del tráfico ilegal, esas acciones se registraron en Curumaní y Chimichagua. Incluso destruimos dos laboratorios con insumos para fabricar la base de coca en la vereda El Edén, zona rural del municipio de Chimichagua”, advirtió.

Antecedentes

Sin embargo, hace una semana lo que parecía una operación de rutina por parte de tropas del Ejército en zona rural del municipio de Chimichagua, por poco termina en tragedia para dos uniformados de la Décima Brigada del Ejército.

Los militares fueron sorprendidos por una explosión que los dejó con heridas de consideración. Los dos soldados fueron identificados como Galofre Díaz Edwin Guillermo, quien recibió heridas considerables en su pie izquierdo y Samboni Caiza Diego, quien recibió las ondas expansivas de la explosión de esta trampa mortal.

Los afectados fueron atendidos inicialmente en un hospital local y luego los remitieron a la clínica Santa Isabel de Valledupar, donde permanecen bajo observación médica.

El comandante de la Décima Brigada del Ejército Nacional, coronel Oscar Alexander Ruiz, precisó en su momento que el caso registrado no se trató de un ataque terrorista ni enfrentamiento, sino de una munición abandonada y no se descarta que se trate de mina antipersonal.

En la actualidad, seis batallones le hacen frente a todas las actividades delictivas en el departamento del Cesar. “La orden presidencial es atacar a cualquier actor delictivo para mantener la tranquilidad a los ciudadanos, trajimos 400 soldados desde el Caquetá para contener la entrada y salida de esos bandidos”, advirtió el Comandante de la Primera División del Ejército.

La última acción terrorista atribuida por las autoridades al Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el departamento del Cesar fue en la madrugada del pasado 10 de febrero cuando varias cargas explosivas destruyeron parcialmente un puente y una carretera. Los atentados guerrilleros no dejaron víctimas, informó el Ejército Nacional.

Los dos atentados, uno en el caserío de La Mata, y el otro en la localidad de Curumaní, en la carretera que comunica al interior del país con la costa Atlántica, coincidió en su momento con el inicio del “paro armado” anunciado para la fecha por el ELN para presionar al Gobierno a reiniciar los diálogos de paz en Quito.

Las cifras

Según el Sistema de Gestión de Información sobre minas antipersonal (IMSMA), desde 1990 hasta marzo de 2018 se han registrado a nivel nacional 11.556 víctimas por estos artefactos explosivos. De estas, 155 víctimas se presentaron en el departamento de Cesar, de los cuales 78 son civiles y 77 pertenecen a la fuerza pública. Entre enero y marzo de 2018, la Dirección Descontamina Colombia registra 28 nuevas víctimas.

En otro punto de injerencia, el oficial dijo que “en poblaciones de Bolívar como Montecarlos, Arenal o Tiquisio, los reductos guerrilleros subsisten de la minería ilegal y del narcotráfico como manera de financiar su accionar terrorista”.

Nibaldo Bustamante / EL PILÓN
[email protected]

Informe
12 mayo, 2018

Así delinque el ELN en el departamento del Cesar

Según las autoridades, en el departamento hay seis batallones encargados de hacerle frente a cualquier brote de alteración de orden público. Al menos 400 soldados llegaron desde el Caquetá para reforzar las operaciones.


Tres días después de la reanudación de los diálogos de paz entre el Gobierno Nacional y el Ejército de Liberación Nacional, ELN, las autoridades castrenses entregaron una radiografía de este grupo armado ilegal en el departamento del Cesar.

Un informe presentado por el comandante de la Primera División del Ejército, brigadier general Pablo Alfonso Bonilla Vásquez, aseguró que en el departamento delinque el Frente de Guerra Nororiental y su área central de operaciones está en Convención, Teorama y El Carmen, Norte de Santander y la Compañía Camilo Torres Restrepo.

“Acá en el Cesar no hay milicianos del ELN, pero sí redes de apoyo al terrorismo con personal civil que trabajan en fincas y apoyan con labores de inteligencia, logística, transporte y víveres y en muchos casos utilizan las motocicletas para movilizarse, recogen finanzas producto de las extorsiones, trafican insumos sólidos y líquidos para el procesamiento de narcóticos o base de coca”, aseguró el oficial que además tiene bajo su mando la mayor parte de los departamentos de Cesar, La Guajira y Magdalena, además de algunas regiones del sur de Bolívar.

Las estrategias

El modus operandi del grupo guerrillero fue revelado por la fuente castrense. “El ELN delinque en los municipios de Pelaya, Pailitas, Curumaní, González, Río de Oro, San Alberto y San Martín. Acá no hay bases guerrilleras, esos bandoleros llegan desde Norte de Santander, realizan el acto delictivo y de inmediato retornan a su centro de operaciones en el vecino departamento. Calculó que por lo menos 70 hombres se dedican al control de la producción de estupefacientes. Afortunadamente en el Cesar no tenemos indicios de que haya presencia de miembros de las Farc o disidentes”, aseguró Bonilla Vásquez.

“Ya tenemos identificados esos corredores de movilidad entre ambos departamentos, hemos desplegado nuestras tropas y en un mes de operaciones hemos capturados 10 personas: cuatro de las redes de apoyo y seis encargadas del tráfico ilegal, esas acciones se registraron en Curumaní y Chimichagua. Incluso destruimos dos laboratorios con insumos para fabricar la base de coca en la vereda El Edén, zona rural del municipio de Chimichagua”, advirtió.

Antecedentes

Sin embargo, hace una semana lo que parecía una operación de rutina por parte de tropas del Ejército en zona rural del municipio de Chimichagua, por poco termina en tragedia para dos uniformados de la Décima Brigada del Ejército.

Los militares fueron sorprendidos por una explosión que los dejó con heridas de consideración. Los dos soldados fueron identificados como Galofre Díaz Edwin Guillermo, quien recibió heridas considerables en su pie izquierdo y Samboni Caiza Diego, quien recibió las ondas expansivas de la explosión de esta trampa mortal.

Los afectados fueron atendidos inicialmente en un hospital local y luego los remitieron a la clínica Santa Isabel de Valledupar, donde permanecen bajo observación médica.

El comandante de la Décima Brigada del Ejército Nacional, coronel Oscar Alexander Ruiz, precisó en su momento que el caso registrado no se trató de un ataque terrorista ni enfrentamiento, sino de una munición abandonada y no se descarta que se trate de mina antipersonal.

En la actualidad, seis batallones le hacen frente a todas las actividades delictivas en el departamento del Cesar. “La orden presidencial es atacar a cualquier actor delictivo para mantener la tranquilidad a los ciudadanos, trajimos 400 soldados desde el Caquetá para contener la entrada y salida de esos bandidos”, advirtió el Comandante de la Primera División del Ejército.

La última acción terrorista atribuida por las autoridades al Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el departamento del Cesar fue en la madrugada del pasado 10 de febrero cuando varias cargas explosivas destruyeron parcialmente un puente y una carretera. Los atentados guerrilleros no dejaron víctimas, informó el Ejército Nacional.

Los dos atentados, uno en el caserío de La Mata, y el otro en la localidad de Curumaní, en la carretera que comunica al interior del país con la costa Atlántica, coincidió en su momento con el inicio del “paro armado” anunciado para la fecha por el ELN para presionar al Gobierno a reiniciar los diálogos de paz en Quito.

Las cifras

Según el Sistema de Gestión de Información sobre minas antipersonal (IMSMA), desde 1990 hasta marzo de 2018 se han registrado a nivel nacional 11.556 víctimas por estos artefactos explosivos. De estas, 155 víctimas se presentaron en el departamento de Cesar, de los cuales 78 son civiles y 77 pertenecen a la fuerza pública. Entre enero y marzo de 2018, la Dirección Descontamina Colombia registra 28 nuevas víctimas.

En otro punto de injerencia, el oficial dijo que “en poblaciones de Bolívar como Montecarlos, Arenal o Tiquisio, los reductos guerrilleros subsisten de la minería ilegal y del narcotráfico como manera de financiar su accionar terrorista”.

Nibaldo Bustamante / EL PILÓN
[email protected]