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Columnista - 14 octubre, 2021

Apuntes sobre la leonina política minero-energética de Colombia

No soy experto en estos temas pero escuché una entrevista al ingeniero Oscar Vanegas Angarita, OVA, profesor de la UIS, y  les sintetizaré algunas de sus afirmaciones porque no todos pueden acceder oportunamente a esta información. La política minero-energética del país siempre ha sido leonina pero nos la presentan como el sine qua non para  […]

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No soy experto en estos temas pero escuché una entrevista al ingeniero Oscar Vanegas Angarita, OVA, profesor de la UIS, y  les sintetizaré algunas de sus afirmaciones porque no todos pueden acceder oportunamente a esta información. La política minero-energética del país siempre ha sido leonina pero nos la presentan como el sine qua non para  el sostenimiento y desarrollo del Estado; esta es una falacia acorde con lo que uno ve y escucha.

El tema del entrevistado surgió a raíz del proyecto del gobierno de hacer fracking en un área de 250×15 Km en el Magdalena Medio, esto es, 3.750.000 Ha, donde sacarían 7.500 millones de barriles, más que lo extraído en los 100 años pasados. Uno de los temas abordados es el efecto de esta práctica extractiva sobre la agricultura y el empleo; cita el caso del Carmen de Chucurí, gran productor de cacao para la exportación pero que ya, en la Comunidad Económica Europea, no lo quieren por su alto contenido de cadmio, material radiactivo.

Igual cita el caso de Argentina y Canadá, cuyas exportaciones de manzana y pera son vetadas por iguales razones. Respecto a los contratos de explotación petrolera afirma que estos cada vez son más onerosos. Hace 100 años, la Tropical Oil Company nos pagaba el 30 % de impuestos y nos daba el 15 % de regalías.

Hace mucho tiempo nos vienen haciendo terrorismo diciendo que tenemos petróleo solo para cinco años y después de esto sálvese quien pueda. Este es un chantaje subliminal. ¿Qué haremos cuando no tengamos petróleo, rezan las plañideras oficiales? Antes recibíamos el 50 % de los ingresos petroleros pero en el afán de atraer inversionistas, en 2000, Andrés Pastrana los bajó al 30 % y las regalías del 20 al 8 % para honrar la inversión extranjera que muchos creen es la panacea; ahora recibiremos el 4.8 % con fracking, amén de que el crudo extraído por fracking no se puede refinar en el país.

Así, perdemos, según OVA, el 60 % de las regalías y el 20 % de la producción. En cambio, a Rafael Correa le aceptaron el 80 % para el país y el 20 % para las multinacionales. Así, Ecuador pudo construir vías 4G, nuevos hospitales y universidades. El estatuto tributario contiene 229 prebendas para las empresas mineras, por eso, en 2017, estas dejaron de pagar impuestos por $82 billones y por regalías solo $8.2 billones, diez veces menos que el debido cobrar.

Así, la tasa efectiva de impuesto a la renta es del 2.8 % después de descontar las gabelas, no el 25 % que pagamos los colombianos. Las petroleras nos venden el crudo a precio internacional a boca de pozo y toca transportarlo hasta los puestos de refinería; nos sale más barato comprarlo en el exterior. Las petroleras no están obligadas a vendernos el crudo así que lo pueden exportar todo para que les devuelvan el IVA y pueden llevarse el 100% de las utilidades sin pagar impuestos a las remesas. Pueden importar materiales y equipos sin pagar IVA y no habrá transferencia de tecnología ni empleo; podrán traer el 100 % de sus trabajadores, antes era el 10 %, y las empresas no se someterán a la justicia colombiana.

Son contratos con la mamá. Rafael Correa demandó a la Chevron por contaminar la Amazonía ecuatoriana pero fue Ecuador quien pagó $USD1.000 millones al contaminador por un fallo externo. Este tipo de contratación no es gratis, con razón hay tanto dinero en los paraísos fiscales. Les recomiendo ver y escuchar el video citado.

Columnista
14 octubre, 2021

Apuntes sobre la leonina política minero-energética de Colombia

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Napoleón de Armas P.

No soy experto en estos temas pero escuché una entrevista al ingeniero Oscar Vanegas Angarita, OVA, profesor de la UIS, y  les sintetizaré algunas de sus afirmaciones porque no todos pueden acceder oportunamente a esta información. La política minero-energética del país siempre ha sido leonina pero nos la presentan como el sine qua non para  […]


No soy experto en estos temas pero escuché una entrevista al ingeniero Oscar Vanegas Angarita, OVA, profesor de la UIS, y  les sintetizaré algunas de sus afirmaciones porque no todos pueden acceder oportunamente a esta información. La política minero-energética del país siempre ha sido leonina pero nos la presentan como el sine qua non para  el sostenimiento y desarrollo del Estado; esta es una falacia acorde con lo que uno ve y escucha.

El tema del entrevistado surgió a raíz del proyecto del gobierno de hacer fracking en un área de 250×15 Km en el Magdalena Medio, esto es, 3.750.000 Ha, donde sacarían 7.500 millones de barriles, más que lo extraído en los 100 años pasados. Uno de los temas abordados es el efecto de esta práctica extractiva sobre la agricultura y el empleo; cita el caso del Carmen de Chucurí, gran productor de cacao para la exportación pero que ya, en la Comunidad Económica Europea, no lo quieren por su alto contenido de cadmio, material radiactivo.

Igual cita el caso de Argentina y Canadá, cuyas exportaciones de manzana y pera son vetadas por iguales razones. Respecto a los contratos de explotación petrolera afirma que estos cada vez son más onerosos. Hace 100 años, la Tropical Oil Company nos pagaba el 30 % de impuestos y nos daba el 15 % de regalías.

Hace mucho tiempo nos vienen haciendo terrorismo diciendo que tenemos petróleo solo para cinco años y después de esto sálvese quien pueda. Este es un chantaje subliminal. ¿Qué haremos cuando no tengamos petróleo, rezan las plañideras oficiales? Antes recibíamos el 50 % de los ingresos petroleros pero en el afán de atraer inversionistas, en 2000, Andrés Pastrana los bajó al 30 % y las regalías del 20 al 8 % para honrar la inversión extranjera que muchos creen es la panacea; ahora recibiremos el 4.8 % con fracking, amén de que el crudo extraído por fracking no se puede refinar en el país.

Así, perdemos, según OVA, el 60 % de las regalías y el 20 % de la producción. En cambio, a Rafael Correa le aceptaron el 80 % para el país y el 20 % para las multinacionales. Así, Ecuador pudo construir vías 4G, nuevos hospitales y universidades. El estatuto tributario contiene 229 prebendas para las empresas mineras, por eso, en 2017, estas dejaron de pagar impuestos por $82 billones y por regalías solo $8.2 billones, diez veces menos que el debido cobrar.

Así, la tasa efectiva de impuesto a la renta es del 2.8 % después de descontar las gabelas, no el 25 % que pagamos los colombianos. Las petroleras nos venden el crudo a precio internacional a boca de pozo y toca transportarlo hasta los puestos de refinería; nos sale más barato comprarlo en el exterior. Las petroleras no están obligadas a vendernos el crudo así que lo pueden exportar todo para que les devuelvan el IVA y pueden llevarse el 100% de las utilidades sin pagar impuestos a las remesas. Pueden importar materiales y equipos sin pagar IVA y no habrá transferencia de tecnología ni empleo; podrán traer el 100 % de sus trabajadores, antes era el 10 %, y las empresas no se someterán a la justicia colombiana.

Son contratos con la mamá. Rafael Correa demandó a la Chevron por contaminar la Amazonía ecuatoriana pero fue Ecuador quien pagó $USD1.000 millones al contaminador por un fallo externo. Este tipo de contratación no es gratis, con razón hay tanto dinero en los paraísos fiscales. Les recomiendo ver y escuchar el video citado.