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Columnista - 24 abril, 2020

Aprobar el año calendario B

“Italia y España tomaron la decisión del aprobado general para sus estudiantes a fin de que no pierdan el año por culpa de la emergencia sanitaria, una medida cuyo debate apenas empieza en Colombia y que en opinión de algunos es una alternativa para tener en cuenta… esta emergencia deja muchas secuelas y una de […]

Italia y España tomaron la decisión del aprobado general para sus estudiantes a fin de que no pierdan el año por culpa de la emergencia sanitaria, una medida cuyo debate apenas empieza en Colombia y que en opinión de algunos es una alternativa para tener en cuenta… esta emergencia deja muchas secuelas y una de ellas es que se genera una desigualdad muy grande. Pensar en reprobación (pérdida del año), significa un castigo a quienes tengan menos posibilidades económicas  como un castigo a la vulnerabilidad, dice el experto en educación Francisco Cajiao y el maestro Mariano Orjuela, dice que aquí la situación es diferente porque en Italia y en España están ya al final del periodo académico  en cambio aquí el año está comenzando“, según contenido tomado de El Tiempo.

Como se deduce con facilidad, allá usan nuestro calendario B, exclusivo en nuestro país para los colegios bilingües de altos estratos sociales que están a un mes y pico para  terminar el año y entonces la medida caería como “anillo al dedo” y así, no se expondrían los niños a un contagio o los padres se abstendrían de mandarlos, aunque pierdan el año tal como lo anota el prestigioso abogado y columnista Abelardo de la Espriella y no tener la posibilidad de ver un hijo contagiado o de pronto muerto y sentir el dolor más terrible que pueda existir  como es la pérdida de un hijo, que es lo que más se quiere en la vida.

 Por eso no veo ningún inconveniente para que Mineducación anticipe el año aprobado para los miles de estudiantes del calendario B y espere a ver qué pasa o si aparece un medicamento que mate a ese triple hp o una vacuna, con los alumnos del calendario A, la inmensa mayoría que apenas lleva un mes de clases.

No sé a cuántos asciende el número de los del calendario B, pero es un pocón y en parte aliviaría la gran preocupación que ha tenido el gobierno de Iván Duque para preservar la vida de los colombianos, porque no es fácil dentro de esta tragedia tomar decisiones unilaterales que satisfagan a todo el mundo, porque si nos deja encerrados hasta el 10 de mayo; malo para unos, bueno para otros; y si abre puertas, mejor para unos y peor para otros, en fin: palo porque bogas y palo porque no bogas, pero al final debe tomar una decisión asesorado por su equipo científico y consultivo. Que Dios, sí, Dios que ahora está de moda negarlo, pero que cuando las cosas se ponen bien feas no le queda otro remedio a esos incrédulos que acudir para ver si les da una manito, repito que ese Dios misericordioso los ilumine para acertar.

Si alguien tiene guardadas como un tesoro, novelas del oeste de Silver Kane, Marcial La Fuente Stefania o románticas de Corín Tellado, se las compró o me las presta, que con seguridad se las devuelvo y no como un “primo que tanto quiero” conocido por Toño, marido de Lely, que descaradamente  dice “Lely me bota todo y ya lo echo a la basura”. Si el doctor Miltón Habib estuviera vivo… problema resuelto… era un voraz lector de este género, las tenía por cientos.

Felicitaciones a los columnistas Hernán Maestre, Napoleón de Armas, Eduardo Mendoza, José Romero y al editorialista de ayer en El Pilón, sus escritos todos fueron acertados.

Columnista
24 abril, 2020

Aprobar el año calendario B

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José M. Aponte Martínez

“Italia y España tomaron la decisión del aprobado general para sus estudiantes a fin de que no pierdan el año por culpa de la emergencia sanitaria, una medida cuyo debate apenas empieza en Colombia y que en opinión de algunos es una alternativa para tener en cuenta… esta emergencia deja muchas secuelas y una de […]


Italia y España tomaron la decisión del aprobado general para sus estudiantes a fin de que no pierdan el año por culpa de la emergencia sanitaria, una medida cuyo debate apenas empieza en Colombia y que en opinión de algunos es una alternativa para tener en cuenta… esta emergencia deja muchas secuelas y una de ellas es que se genera una desigualdad muy grande. Pensar en reprobación (pérdida del año), significa un castigo a quienes tengan menos posibilidades económicas  como un castigo a la vulnerabilidad, dice el experto en educación Francisco Cajiao y el maestro Mariano Orjuela, dice que aquí la situación es diferente porque en Italia y en España están ya al final del periodo académico  en cambio aquí el año está comenzando“, según contenido tomado de El Tiempo.

Como se deduce con facilidad, allá usan nuestro calendario B, exclusivo en nuestro país para los colegios bilingües de altos estratos sociales que están a un mes y pico para  terminar el año y entonces la medida caería como “anillo al dedo” y así, no se expondrían los niños a un contagio o los padres se abstendrían de mandarlos, aunque pierdan el año tal como lo anota el prestigioso abogado y columnista Abelardo de la Espriella y no tener la posibilidad de ver un hijo contagiado o de pronto muerto y sentir el dolor más terrible que pueda existir  como es la pérdida de un hijo, que es lo que más se quiere en la vida.

 Por eso no veo ningún inconveniente para que Mineducación anticipe el año aprobado para los miles de estudiantes del calendario B y espere a ver qué pasa o si aparece un medicamento que mate a ese triple hp o una vacuna, con los alumnos del calendario A, la inmensa mayoría que apenas lleva un mes de clases.

No sé a cuántos asciende el número de los del calendario B, pero es un pocón y en parte aliviaría la gran preocupación que ha tenido el gobierno de Iván Duque para preservar la vida de los colombianos, porque no es fácil dentro de esta tragedia tomar decisiones unilaterales que satisfagan a todo el mundo, porque si nos deja encerrados hasta el 10 de mayo; malo para unos, bueno para otros; y si abre puertas, mejor para unos y peor para otros, en fin: palo porque bogas y palo porque no bogas, pero al final debe tomar una decisión asesorado por su equipo científico y consultivo. Que Dios, sí, Dios que ahora está de moda negarlo, pero que cuando las cosas se ponen bien feas no le queda otro remedio a esos incrédulos que acudir para ver si les da una manito, repito que ese Dios misericordioso los ilumine para acertar.

Si alguien tiene guardadas como un tesoro, novelas del oeste de Silver Kane, Marcial La Fuente Stefania o románticas de Corín Tellado, se las compró o me las presta, que con seguridad se las devuelvo y no como un “primo que tanto quiero” conocido por Toño, marido de Lely, que descaradamente  dice “Lely me bota todo y ya lo echo a la basura”. Si el doctor Miltón Habib estuviera vivo… problema resuelto… era un voraz lector de este género, las tenía por cientos.

Felicitaciones a los columnistas Hernán Maestre, Napoleón de Armas, Eduardo Mendoza, José Romero y al editorialista de ayer en El Pilón, sus escritos todos fueron acertados.