Enilde Uribe Ortega, una humilde ama de casa del barrio Primero de Mayo de Valledupar, no concibe la idea de que el tercero de sus cuatro hijos, desaparecido hace más de seis años, sea presentado ante la opinión pública como un guerrillero muerto en combate por el Ejército Nacional.
La mujer aseguró que es falsa esta versión que dio a conocer el Ejército sobre la muerte de su hijo Rony José Guerra Uribe, de 21 años, desaparecido el 8 de agosto de 2006, día en el que este joven fue a visitar a una tía en el sur de la capital cesarense y nunca regresó a casa.
“No habíamos vuelto a saber de mi hijo, hasta el pasado lunes que reclamé su cuerpo en las instalaciones de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Santa Marta, Magdalena”, explicó la inconsolable mujer minutos antes del sepelio realizado la mañana de ayer, en el cementerio Jardines del Ecce Homo.
De acuerdo con el reporte militar, la muerte del joven ocurrió la madrugada del 9 de agosto de 2006, en inmediaciones del corregimiento Las Campanas, jurisdicción del municipio de Dibulla, La Guajira.
“Al llegar a Santa Marta, me informaron en el Batallón Córdova que mi hijo había sido abatido en combate, pero él no era ningún guerrillero”, afirmó.
Enilde pide que se haga justicia en el caso de su hijo, pues este es el tercero que ha sido asesinado.
El 2 de septiembre de 2011, Jean Carlos Guerra fue asesinado por sicarios, al interior de un restaurante en el barrio El Amparo de esta capital, y el 6 de abril de 2012, en la calle 27 con carrera 23 del barrio Primero de Mayo, a las 5:30 de la mañana, John Leider Guerra Uribe, hijo mayor de Enilde, fue baleado por desconocidos y murió de forma instantánea.
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Rony José Guerra Uribe, no fue el único habitante del barrio Primero de Mayo desaparecido y que luego fue reportado como guerrillero muerto en combate.
Francia Rondón, después de seis años en la intensa búsqueda de su hijo desaparecido, lo encontró muerto en la morgue de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Santa Marta, donde fue reportado por el Ejército como guerrillero abatido en combate.
La inconsolable madre dijo a El Pilón que su hijo Gilberto Antonio Yepes Rondón, de 24 años, no era subversivo y que por el contrario antes de su desaparición había prestado el servicio militar y trabajaba como albañil para mantener a sus cuatro hijos pequeños.
La última vez que esta mujer vio a Gilberto, fue el 8 de agosto de 2006, lo dejó en su casa del popular sector de Valledupar, mientras ella iba a buscar carbón para asar unas arepas. “Cuando regresé ya no estaba, desde entonces no volví a saber de él”, afirmó.
El 11 de julio del año pasado se enteró por un periódico local que varios jóvenes que habían muerto para la época de la desaparición de su hijo estaban en las instalaciones de Medicina Legal del Magdalena, inicialmente como N.N. y luego fueron identificados.
“Me pareció extraño que para entregarme el cuerpo me pidieron ir por un documento al batallón de Infantería Número 5 ‘José María Córdova’, allá me entregaron un documento que dice que Gilberto fue muerto en combate registrado el 9 de agosto de 2006, en zona rural de Dibulla, La Guajira, un día después de su desaparición”, relató mujer mientras observaba la foto de Gilberto.