El escritor francés Honorato de Balzac manifestaba: “El amor a la vida no es solo un sentimiento, es también un arte”. Este pensamiento se retoma en el día del amor y la amistad, porque el amor a la vida da felicidad, cuando se cuenta con amigos llenos de bondad para hacer el bien, sintiendo gran respeto por los demás, preocupándose por el bienestar de quienes necesitan una buena dosis de energía y optimismo, sin dudar en ofrecerla, con ese sentimiento de inspirar confianza, cariño, y honestidad para saber escuchar, aconsejando con anécdotas significativas, permitiendo reflexionar sobre la importancia de la vida a través del hábito de utilizar emociones positivas para que las negativas sean anuladas completamente.

Hay que expresar sin temor lo que se siente por los amigos, comportándose de manera transparente para colaborar con ese proyecto humano que se quiere realizar, sin perder de vista la verdad, actuando en forma recta y clara, teniendo presente palabras de tolerancia como educar a los hijos con el buen ejemplo, al padre con respeto, a la mamá con una conducta que la haga sentirse orgullosa de ti, al prójimo con caridad y benevolencia, perdonando a los que ofenden, debido a que el perdón pertenecen a los de buen corazón que comprenden el valor de la amistad porque de lo contrario será un perdón forzado.

El secreto del éxito en la amistad está en ayudar a escalonar los logros de manera razonable, porque es el ingrediente trascendental, en la fórmula de la vida, descubriendo nuevos caminos con entusiasmo, con humor, para rodear el entorno de buenas vibraciones con una higiene mental, mandando a un viaje sin retorno las energías negativas como las decepciones y las ofensas que impiden ser felices porque aunque parezca imposible, a ser optimista también se aprende y el amor llama a la felicidad.

El escritor norteamericano Ernest Hemingway manifestaba: “Se necesita un palabra amistosa para expresar todo un mundo y toda una vida”, esto significa que una buena amistad debe conservarse para duplicar las alegrías y dividir las tristezas, dando color al espíritu y a los sueños con gran fe en DIOS, en sí mismo y en los demás, aprendiendo de los errores con gran fortaleza para resistir las adversidades como las enfermedades y el dolor en sus distintas formas, luchando con el convencimiento que: “ El verdadero camino del amor y la amistad son como la salud, nunca se da cuenta uno de su valor hasta que lo pierde”.

Librada Nieto de Torres