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Columnista - 5 diciembre, 2013

Alumbrado Navideño Vs Penumbras

Por Claudia Núñez Padilla  El hermoso alumbrado que por estos días adorna la ciudad como inicio de la temporada de navidad, contrasta con las penumbras en que se encuentran las principales avenidas de Valledupar y para la muestra muchos botones, la avenida de los militares que recorre desde la entrada a la Urbanización Don Alberto […]

Por Claudia Núñez Padilla 

El hermoso alumbrado que por estos días adorna la ciudad como inicio de la temporada de navidad, contrasta con las penumbras en que se encuentran las principales avenidas de Valledupar y para la muestra muchos botones, la avenida de los militares que recorre desde la entrada a la Urbanización Don Alberto hasta el barrio La Nevada, pasando por las invasiones Altos de Pimienta y Guasimales, la Avenida donde está ubicada la Fundación del Área Andina, ciertos tramos de la Calle 44 que por ciertos quedó muy linda con la decoración que realizó la Gobernación del Departamento del Cesar y el ejemplo más aterrador es el de la Calle 16 frente al ya maltrecho Colegio Nacional Loperena y ni que decir de las calles de muchos sectores de la ciudad que sufren este flagelo.

Ya anteriormente habíamos llamado la atención sobre este tema, pero lamentablemente el problema por la falta del servicio de alumbrado público persiste y continúa propiciando la consumación de delitos como el hurto y el homicidio, conductas socialmente reprochables  como el consumo de drogas y la práctica de actos sexuales, todo esto cobijados por la penumbra de la noche. Llama poderosamente la atención que siendo un problema tan evidente y reiterativo que nos afecta a todos como ciudadanos, no se haya medido con el mismo rasero a la concesión de alumbrado público como a las de tránsito y amoblamiento urbano a quienes les fue declarado la caducidad del contrato de concesión por parte de la administración al demostrarse que tales contratos eran lesivos para el Municipio, ni siquiera se ha promovido un debate serio por el Honorable Concejo para que esta Concesión, en ejercicio del control político que le corresponde, rinda cuenta a la comunidad de cómo se invierten los recursos de este servicio que pagamos todos los habitantes de la ciudad, pero que desafortunadamente no lo disfrutamos y que deberían estar orientados a garantizar un eficiente servicio y al mantenimiento de las redes.

Es probable que a juicio de la administración municipal y del estudio al detalle, que lo ha debido hacer, el contrato de concesión del Alumbrado Público no resulte tan leonino para los intereses del Municipio como los otros ya mencionados, pero lo que no se puede ocultar es que la materialización del derecho colectivo a gozar de un excelente servicio de alumbrado público se está viendo seriamente afectado pues las penumbras reinan por toda la ciudad poniendo en peligro la vida, bienes y honra de sus habitantes, pero peor aún que se quiera minimizar esta problemática con la cacareada explicación que la deficiente prestación se deba al robo continúo de las redes y cables que proveen el servicio, esto es cierto, no lo podemos negar, pero no es la única causa y son precisamente éstas las que deben salir a la luz con el fin de tomar oportunamente los correctivos necesarios que permitan mejorar la prestación de este servicio público tan esencial como los otros y que nos cuesta a todos.  

[email protected] 

 

 

Columnista
5 diciembre, 2013

Alumbrado Navideño Vs Penumbras

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Claudia Nùñez Padilla

Por Claudia Núñez Padilla  El hermoso alumbrado que por estos días adorna la ciudad como inicio de la temporada de navidad, contrasta con las penumbras en que se encuentran las principales avenidas de Valledupar y para la muestra muchos botones, la avenida de los militares que recorre desde la entrada a la Urbanización Don Alberto […]


Por Claudia Núñez Padilla 

El hermoso alumbrado que por estos días adorna la ciudad como inicio de la temporada de navidad, contrasta con las penumbras en que se encuentran las principales avenidas de Valledupar y para la muestra muchos botones, la avenida de los militares que recorre desde la entrada a la Urbanización Don Alberto hasta el barrio La Nevada, pasando por las invasiones Altos de Pimienta y Guasimales, la Avenida donde está ubicada la Fundación del Área Andina, ciertos tramos de la Calle 44 que por ciertos quedó muy linda con la decoración que realizó la Gobernación del Departamento del Cesar y el ejemplo más aterrador es el de la Calle 16 frente al ya maltrecho Colegio Nacional Loperena y ni que decir de las calles de muchos sectores de la ciudad que sufren este flagelo.

Ya anteriormente habíamos llamado la atención sobre este tema, pero lamentablemente el problema por la falta del servicio de alumbrado público persiste y continúa propiciando la consumación de delitos como el hurto y el homicidio, conductas socialmente reprochables  como el consumo de drogas y la práctica de actos sexuales, todo esto cobijados por la penumbra de la noche. Llama poderosamente la atención que siendo un problema tan evidente y reiterativo que nos afecta a todos como ciudadanos, no se haya medido con el mismo rasero a la concesión de alumbrado público como a las de tránsito y amoblamiento urbano a quienes les fue declarado la caducidad del contrato de concesión por parte de la administración al demostrarse que tales contratos eran lesivos para el Municipio, ni siquiera se ha promovido un debate serio por el Honorable Concejo para que esta Concesión, en ejercicio del control político que le corresponde, rinda cuenta a la comunidad de cómo se invierten los recursos de este servicio que pagamos todos los habitantes de la ciudad, pero que desafortunadamente no lo disfrutamos y que deberían estar orientados a garantizar un eficiente servicio y al mantenimiento de las redes.

Es probable que a juicio de la administración municipal y del estudio al detalle, que lo ha debido hacer, el contrato de concesión del Alumbrado Público no resulte tan leonino para los intereses del Municipio como los otros ya mencionados, pero lo que no se puede ocultar es que la materialización del derecho colectivo a gozar de un excelente servicio de alumbrado público se está viendo seriamente afectado pues las penumbras reinan por toda la ciudad poniendo en peligro la vida, bienes y honra de sus habitantes, pero peor aún que se quiera minimizar esta problemática con la cacareada explicación que la deficiente prestación se deba al robo continúo de las redes y cables que proveen el servicio, esto es cierto, no lo podemos negar, pero no es la única causa y son precisamente éstas las que deben salir a la luz con el fin de tomar oportunamente los correctivos necesarios que permitan mejorar la prestación de este servicio público tan esencial como los otros y que nos cuesta a todos.  

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