Millones de Colombianos quizás desconocen que el próximo domingo hay elecciones en Colombia, en la mayor parte del territorio nacional. Se trata de las consultas internas de los partidos políticos: El Polo Democrático, el Partido Verde y el Movimiento Mira.
Estas son las consultas número catorce que organiza la Registraduría Nacional del Estado Civil, en los últimos once años. Y – en este caso- la octava que tiene sólo objetivos internos; es decir que no definen ningún tipo de elección a corporaciones o cargos públicos. No obstante lo anterior, esto no le resta importancia y trascendencia a este tipo de eventos democráticos que, en nuestra opinión, deberían tener una mayor divulgación entre los colombianos.
Según las cifras de la Registraduría Nacional se distribuirán cerca de ocho millones de tarjetones, estarán disponibles 4.931 puestos de votación, en los cuales estarán ubicadas unas 12.907 mesas electorales. El Censo es grande, todo el potencial electoral del país, pero la participación es relativa y proporcional al poder electoral de estas tres importantes organizaciones políticas. La organización de esta jornada le cuesta al país alrededor de 70 mil millones de pesos.
Somos partidarios y defensores de la democratización de nuestras organizaciones políticas; abogamos también por incentivar la mayor participación posible de la ciudadanía en los asuntos públicos, comenzando por los políticos. Pero no es preguntamos, con todo respeto, ¿Hasta donde se justifica gastarse setenta mil millones de pesos en las consultas de tres organizaciones que poco han hecho por divulgar la realización de las mismas?.
En el caso del Polo Democrático Alternativo, se trata de elegir los delegados al III Congreso Nacional, en el caso del Movimiento Mira elegir también directivas internas y en el caso del Partido Verde los delegados a un Congreso Nacional de Juventudes. Esta bien la democracia, insistimos, máxime al interior de los partidos y movimientos para remplazar el odioso bolígrafo o las convenciones amañadas de ingrata recordación, pero nos preguntamos si estos mismos eventos no se hubieran podido realizar de manera interna, cada organización, sin utilizar de manera directa a la Organización electoral e incurrir en los costos antes señalados.
A las tres organizaciones en mención, importantes todas ellas, les ha faltado, en nuestra opinión, por lo menos en esta región del país, una mayor divulgación periodística sobre los alcances y la importancia de esas consultas internas. Ojalá los copartidarios y simpatizantes de las mismas se enteren y acudan a dar su voto por los candidatos en cada una de ellas, muchos de los cuales –aparentemente- son ilustres desconocidos.
Es necesario aclarar que sólo se puede participar en una de las tres consultas, que el horario de las mismas va desde las 8 de la mañana hasta las 4 de la tarde, como en las elecciones tradicionales. Ya hecho el gasto por parte del Estado, es necesario aprovechar estos tres días para aumentar la divulgación sobre las consultas e invitar a la ciudadanía que comulgue con las ideas de estos tres movimientos, a que acudan a las urnas para expresar su opinión.
Sin embargo, consideramos que el gobierno nacional debe auspiciar en el Congreso de la República una mejor reglamentación para las consultas internas, que buscan democratizar las organizaciones políticas, pero debe existir una racionalidad económica mínima que justifique el gasto en las mismas y los mecanismos para estimular una mayor participación en este tipo de eventos electorales. La democracia es buena, pero amerita una mejor organización y unos costos razonables que, en este caso, consideramos que no se justifican. Ojalá estemos equivocados y se de una gran participación ciudadana en las consultas del Polo Democrático Alternativo, el Mira y el Partido Verde. Amanecerá y veremos dijo el ciego…